Ante una situación que ha puesto en evidencia la incompetencia de los políticos, que en nuestro país han asumido sin vergüenza alguna el cierre del Parlamento -¿cómo se llama un Estado donde no opera un poder legislativo democráticamente elegido?-, y los gobernantes se lavan las manos, y no por profilaxis, el peligro real no es tanto la propagación de un virus como el colapso de los servicios, el desabastecimiento de las ciudades y la imposición de medidas draconianas por parte de unos militares, que, recordemos, no son los de aquí, con arraigo, familia y afectos, sino que, desde aquel nefasto ingreso en la OTAN al que nos empujaron con engaños, son el exponente de nuestra ausencia de soberanía en cuanto a defensa. La militarización de la situación será decidida desde centros de poder fuera de nuestro territorio. ¿Alguien cree que Bruselas o Washington cuidan de nuestros intereses como civiles?
El cine de epidemias que hemos venido consumiendo como ficción (La peste, Estallido, Contagio, etc.) ha sido, lisa y llanamente, el anuncio de lo que podemos ver materializarse. Porque de hecho ya está ocurriendo en Italia, país en el que asistimos, con un adelanto de 10 días, a lo que nos espera.
El peor escenario posible de los que se nos presentan es el de la Ley Marcial bajo el mando de la OTAN. ¿Para qué si no el despliegue de tropas del US. Army Europe? |
El ejército se ha desplegado en todo el norte de Italia. Pronto en el resto, pues Italia se ha paralizado completamente. Francia ya desplegó a su ejército en las calles por terrorismo hace años y nunca lo ha retirado. Es cuestión de días que suceda en España. Tan sólo depende del autismo de Sánchez y su gobierno socio-comunista (y de que inventen las justificaciones que puedan considerar ideológicamente adecuadas, nota del «blogger»).
Reflexionemos sobre todo el asunto:
1. El patógeno es un producto de laboratorio, un arma bacteriológica. De momento, China ha controlado la expansión, pero a costa de miles de crímenes contra la humanidad: desapariciones, asesinatos de disidentes y denunciantes, como el Dr. Wenliang, que advirtió “prematuramente” sobre el virus escapado de las instalaciones de Wuhan: un doctor, su esposa y sus dos hijos mueren sin asistencia por colapso del sistema sanitario chino.
2. Con fundamento, se sospecha que la liberación del patógeno es cosa de los servicios de inteligencia norteamericanos e israelíes que, como siempre, alertaron de lo que iba a pasar meses antes. Igual que en el caso de las Torres Gemelas, sobre cuya inminente caída avisaron ya en julio y agosto de 2001.
3. ¿Se trata, con la liberación del Covid-19, de hundir a China por haber rebasado a los EEUU en PIB, por ser la primera potencia mundial? Inicialmente, sí. Pero, sabiendo que el patógeno habría de llegar a los propios EEUU en cosa de pocos meses, eso no puede ser todo. ¿Se trata de colapsar también el potencial económico e industrial de la Unión Europea? Pues también es eso, pero no basta. Debemos recordar que el Brexit ha sido muy oportuno para cerrar fronteras en el Reino Unido.
4. Hoy, Florida está aislada y el ejército listo para actuar contundentemente ante las amenazas de saqueos por falta de suministros no ya médicos, sino de alimentos y bienes de consumo. California va por el mismo camino. Ciudades como Nueva York, Washington, San Francisco (y decenas más) son vectores imparables de contagio. Es decir, todas las aglomeraciones urbanas, que es donde los demócratas neosocialistas tienen mayoría.
5. Sin embargo, en los caladeros de voto de los republicanos, que es todo el inmenso territorio entre las dos costas, el virus apenas afecta, pues la distancia entre personas es racional, a la medida del ser humano: poblaciones controlables y dispersas en granjas y urbanizaciones de casas aisladas.
6. La expansión de contagios demuestra que la pandemia mundial será un hecho en menos de un mes.
La fórmula de la expansión se rige por una función exponencial: Número de contagiados hoy es igual al número de contagiados conocidos en una fecha dada multiplicado por 1,2 elevado al número de días transcurridos desde esa fecha hasta hoy. Por ejemplo: En España habrá a finales de marzo 40.000 infectados reconocidos. En realidad, serán muchos más aún asintomáticos. La enfermedad tiene un período de incubación de 5,5 día en promedio. Por lo tanto serán unos 110.000. Para finales de abril, que es cuando se asentará el buen tiempo, el número sería tan brutal que ni os lo digo, porque nunca sucederá. Antes se tomarán medidas drásticas: aislamiento obligatorio, cierre de la economía liberal y ley marcial.
Lo que tratan de hacer las medidas drásticas de aislamiento es reducir ese 1,2 a 1.05, como en China. Por eso y sólo por eso se reduce el número de nuevos contagiados diarios. De ellos cabe esperar que cursen con neumonía una cuarta parte y fallezca la mitad de ellos, generalmente ancianos. O sea, los que sobran y para los que la “democracia” preparaba en toda Europa leyes de eutanasia.
Lo narrado parece muy grave. Y lo es. Pero no es lo peor:
La enfermedad es una cuestión menor respecto al verdadero problema: la demostración de que la casta política no es competente para resolver una crisis de guerra bacteriológica. La Administración de los estados “democráticos y sociales” no funciona. Y entonces “se hace imprescindible” que tome las riendas el verdadero Estado, que es, como ya hemos dicho muchas veces, el Ejército. Los ejércitos de todo el mundo. En China se ha impuesto una ley marcial. Las personas están recluidas en sus domicilios y no pueden salir más que un miembro de cada familia para aprovisionarla una hora cada dos días.
Nos tememos que la III Guerra Mundial no será entre ejércitos, sino entre los ejércitos de cada estado y sus poblaciones desarmadas. Para eso han existido siempre los ejércitos, para dar golpes de estado. Y lo explicamos hace tiempo: la guerra entre estados no ocurrirá, pero por temor a la bomba atómica, que es un hazmerreír, sino porque no hay gente joven que exterminar en batallas y bombardeos. Lo que sobran son viejos. A los viejos no les permiten ir a la guerra no porque no puedan sostener un fusil o por falta de cojones, sino porque saben demasiado de la vida y podrían volver sus fusiles contra sus oficiales y mandos.
Sería ésta, pues, una guerra de terror y de reducción drástica de la población. La producción mundial semi-paralizada estará sometida al racionamiento impuesto por los ejércitos. Estamos ante el sueño húmedo de los militares: La dictadura piramidal absoluta del terror y de las ametralladoras contra el pueblo desarmado. El planeta se va a convertir una especie de Unión Soviética estalinista 2.0. Preparaos y poneos a salvo. Y tratad de poner a salvo a vuestras familias y amigos.
(Fuente: https://acratasnet.wordpress.com/)
P.D. para lectores impresionables: las profecías están para no cumplirse. Como aconseja Lao-Tsé «espera lo mejor y prepárate para lo peor». Nada me gustaría más que el que dentro de unos meses los comentaristas más furibundos me estén echando en cara lo alarmista de estas previsiones. Un «Te pasaste, poseso» me sonaría a música celestial. Pero me temo que estamos en manos de psicópatas, y lo mejor que cabe esperar que sean psicópatas torpes. ¿Qué podemos hacer los ciudadanos de a pie? Ser prudentes, cuidar de nuestros familiares y amigos más expuestos y estar alerta ante el modo en que la élite globalista pretende aprovechar el caos para imponer su Agenda. Cuando nos quieren aterrados y cohibidos la única rebelión digna que cabe es no arrinconar nuestra humanidad, no convertir nuestro día a día en la edición 2.0 de «Los juegos del hambre», estar pendiente del ser humano que tenemos cerca, … Cuando todo esto pase -y todas las pandemias de la antigüedad y el medievo pasaron- será el momento del examen de conciencia. Y los conscientes buscarán, ahora que es tiempo aún, no tener de qué avergonzarse.
http://astillasderealidad.blogspot.com//2020/03/y-ahora-las-expectativas-preocupantes.html