Un nuevo modelo computacional, publicado en la revista científica ‘American Journal of Preventive Medicine’, ha encontrado que una vacuna del COVID-19 tendrá que ser al menos 80% efectiva para lograr un completo retorno a la normalidad de la sociedad.
Investigadores de todo el mundo se apresuran a encontrar una vacuna COVID-19 para eliminar la necesidad de distanciamiento social, el uso de máscaras y los límites a las reuniones interpersonales. En un nuevo estudio, este modelo de simulación computarizada encontró que si el 75% de la población se vacuna, la vacuna tiene que tener una eficacia (capacidad de protección contra la infección) de al menos el 70% para prevenir una epidemia y al menos el 80% para extinguir una epidemia en curso. En cambio, si solo se vacuna el 60% de la población, los umbrales son aún más altos, alrededor del 80% para prevenir una epidemia y el 100% para extinguir una epidemia en curso.
«El hecho de que una vacuna salga a la luz no significa que se pueda volver a la vida como era antes de la pandemia», explica Bruce Y. Lee
«Algunos están presionando para que la vacuna salga lo más rápido posible para que la vida pueda ‘volver a la normalidad’. Sin embargo, tenemos que establecer expectativas adecuadas. El hecho de que una vacuna salga a la luz no significa que se pueda volver a la vida como era antes de la pandemia. Es importante recordar que una vacuna es como muchos otros productos, lo que importa no es solo que un producto esté disponible, sino también cuán efectivo es», explica Bruce Y. Lee, de la Escuela de Graduados en Salud Pública y Política de Salud de la CUNY, Nueva York (Estados Unidos).
Los investigadores dicen que los resultados de su estudio pueden proporcionar objetivos para los desarrolladores de vacunas, así como dar forma a las expectativas de los responsables políticos, los líderes empresariales y el público en general.
https://www.eldiariocantabria.es/articulo/sanidad/estudio-estima-vacuna-deberia-tener-80-efectividad-poder-volver-normalidad/20200826185915081795.html
>
–>
Primero se crea la bolita de nieve de la vacuna milagrosa. Después se hace rodar la bolita, con los medios de comunicación, mientras crece en tamaño, expectativas y dinero para los accionistas, laboratorios y políticos que asignan partidas económicas. Más tarde se alude a la sensatez y a los objetivos plausibles mientras se rebajan bondades y aumentan los contras. Ya aceptamos una eficacia del 70%, pero claro tiene que vacunarse todo el mundo ( = vacunación obligatoria ) para que funcione. De la seguridad ya ni hablamos. Avanzamos con un » es mejor que nada » que justificará paupérrimos índices de eficacia ( 50 % – 60 % ) y disimulados efectos nocivos más o menos graves. Y acabaremos con un previsible » hay que vacunarse pero seguir con las medidas actuales para frenar la epidemia » ( ¿? ).
¿Seguir como ahora pero también vacunarnos ? Por supuesto, hereje, conspiranoico, antivacunas. …..
Y al final unos cuantos serán más ricos de lo que eran. Unos muchos más pobres de lo que eran. Habrá muerto un montón de gente ( ah, pobres víctimas del pérfido virus a las que honraremos en miles de actos homenaje ) y nos habrán colado una serie de medidas reductoras de las libertades individuales y los niveles aceptables de vida.
Y bla bla bla.