El sábado, tras publicar que van documentándose más casos de trombos tras la vacunación para prevenir la Covid-19, revisé mi correo y me encontré esto: «Buenos días, el otro día leí su artículo de un hombre de 63 años que está en la UCI en Madrid por ‘culpa’ de la vacuna, me gustaría también explicar nuestra situación».
Y continuaba:
Mi padre ha fallecido, le ha pasado lo mismo que a ese hombre hace una semana. El martes 6 de abril se vacunó y el 8 por la mañana, trabajando, le dio un trombo en la cabeza y le ingresaron en la UCI del hospital de Elche.
Le operaron el viernes y el sábado siguió haciendo trombos hasta que tuvo un infarto cerebral en la parte izquierda del cerebro. La parte derecha ¡empezó a hacer más! 64 años años, trabajador, es una vergüenza todo esto de las vacunas que están tapando».
El fallecido es Juan Carlos Martínez y quien me cuenta el caso su hija Jimena:
Papá era electromecánico industrial, trabajaba en una empresa de Electricidad Visa SL que se ocupa del mantenimiento de las ciudades de la provincia de Alicante».
El pasado 6 de abril se vacunó en el Polideportivo el Toscar, Elche (Alicante) a las 17:22 de la tarde. Él había estado llamando a su centro de salud donde le dijeron que el día de la vacunación los médicos le explicarían todo.
El mismo día 6 no pudimos entrar al centro y él volvió diciéndonos que había preguntado si se podía vacunar y simplemente le dijeron que sí, que esa vacuna le hacía bien -narra la hija-.
El martes por la noche sobre las 4 de la mañana le empezó a doler la cabeza y se tomó paracetamol como le habían recomendado. Al día siguiente, miércoles 7 descansó del trabajo y notó algunos pinchazos«.
Juan Carlos avisó a su mujer que notaba pinchazos por el pulmón, otro por los riñones, en el corazón y luego en la cabeza pero se le pasó y no tuvo más dolores.
El jueves 8 -continúa Jimena- fue a trabajar como siempre. Cuando estaba con unos clientes de repente se desmayó y al rato volvió en sí devolviendo un líquido amarillo. Sus compañeros de trabajo le llevaron con el S.A.M.U. a la UCI del hospital de Elche. Hablaba tranquilamente, no se le había paralizado nada y estaba muy consciente».
El viernes le operaron. Los médicos dijeron que tenía mucha sangre en la cabeza y que, dentro de las complicaciones, estaba estable.
Pero el sábado por la mañana nos informaron de que seguía haciendo trombos por toda la cabeza, provocando un infarto cerebral en la parte izquierda -indica la joven-.
El domingo 11 nos volvieron a llamar a mi hermana y a mi madre al hospital diciéndonos que ya la medicación más fuerte que le habían puesto no estaba haciendo nada y en la parte derecha habían empezado algunos trombos más, así que básicamente nos comunicaban que la cabeza estaba prácticamente casi toda muerta.
Su estado era tan grave que iba a durar 24 horas. Nos tocaba esperar que él se fuera solo. Ya estaba en coma. Duro tres días más porque papá era una persona sana y fuerte, sus pulmones y corazón funcionaban perfectos.
Yo fui la última persona que lo vi en la cama, el martes 13 de abril en la hora de las visitas. A las 19:00h me quedé una hora con él, estaba hirviendo, con fiebre, porque se le notaba a tocarle la cara, los brazos y el pecho.
La verdad que es una sensación horrible ver a un padre así todo lleno de cables y saltando alarmas por todos lados porque se está muriendo. El día 14 de abril falleció a las 12:28. En el informe pone ‘muerte encefálica‘».
¿Alguien advirtió de los riesgos a José Carlos Martínez? Según Jimena:
No ofrecieron consentimiento informado, ni por escrito ni verbal. Lo único que le dieron fue el típico papel donde vienen todos los efectos secundarios. En este proceso nos ha tocado algún médico que no quería reconocer que fuera la vacuna, como pensamos en la familia.
Sobre todo una en especial que le gritó a mi madre como una loca por decir que ‘eso era la vacuna’ e inventando enfermedades que mi padre claramente no tenía. Han tapado el caso, porque no nos han querido ayudar en nada.
Por desgracia, nadie nos va a devolver a nuestro padre y sólo queremos que no les pase lo mismo a otras familias. No somos antivacunas ni nada parecido, queremos que no nos maten, que empiecen a decir la verdad sobre estas vacunas y que no seamos conejitos de indias».
La familia no ha hecho autopsia del cadáver de Juan Carlos:
No le hicimos autopsia porque en ningún momento nadie nos aconsejó dicha posibilidad y ante la muerte de nuestro padre nuestro primer pensamiento fue el entierro y no que abrieran a mi padre como un puzzle».
-¿Qué piensas de esta vacuna Jimena?, le pregunto.
Consideramos que no debería haberse puesto en circulación, que aun necesita mayores estudios y que sus propios componentes son demasiado fuertes como bien se ha visto en todas las personas que han sufrido complicaciones tras la aplicación de la misma».
-¿Qué sensación queda ahora en vuestra familia?
Nuestra familia está sufriendo un gran vacío, no entendemos cómo una persona trabajadora y fuerte como siempre ha sido papá, que se vacunó con el fin de evitar más contagios, ha tenido este final. Sentimos impotencia y enfado», concluye la hija de Juan Carlos.
Descanse en paz Juan Carlos. Yo también vivo en Elche.
Este Miguel Jara cada vez da más asco. Es como un carroñero capaz de aprovecharse de cualquier cosa que beneficie sus intereses.
» -¿Qué piensas de esta vacuna Jimena?, le pregunto. »
¿ Qué crees que te va a decir la hija de un hombre que ha fallecido, muy probablemente por causa de la vacuna, hace menos de dos semanas ?
» ¿Qué sensación queda ahora en vuestra familia? »
¿ Tú que **** crees ?
Lo dicho, cada vez más asco.
El mismo asco que cuando nos machacan por TV con los muertos y las PCR, que ya está demostrado, que no sirven para detectar virus ninguno y este año no hay muertes por gripe, todo es coronavirus.
Por cierto, las cosas no son como las relata el artículo. La información es esta :
https://teleelx.es/2021/04/29/sanidad-investiga-la-muerte-de-un-hombre-en-elche-dias-despues-de-vacunarse/
No es tan sensacionalista pero es más cierto.