El concepto del universo como una construcción de la Mente en el Lankavatara Sutra enfatiza el concepto de «sólo Mente» ( cittamatra ), que postula que todos los fenómenos son, en última instancia, generados por la mente. 

Esta noción comparte algunas similitudes con las ideas especulativas modernas acerca de que la realidad es una ilusión o simulación.   Para el Lankavatara Sutra, esta simulación esconde la Mente absoluta (G., Geist ) y es la razón principal por la que la vida sufre como consecuencia de aferrarse a la simulación.

En el Lankavatara Sutra , el término clave » vijñāna » se traduce por la palabra inglesa conciencia, que puede interpretarse como si tuviera un aspecto dual ( vi ) de perceptor (sujeto) y percibido (objeto). Esta dualidad se considera necesaria para el proceso de simulación pero al mismo tiempo esconde lo absoluto (quiénes somos realmente).

Aquí la idea es que para que algo pueda ser simulado (el mundo en el que vivimos), debe haber una condición que simule (el perceptor) y algo que sea simulado (el que percibe o el objeto de la percepción). Esta dualidad crea un marco en el que puede tener lugar la simulación.

Es importante tener en cuenta que la enseñanza del Lankavatara Sutra postula que el universo, tal como lo experimentamos, no es la «realidad básica», sino una construcción simulada a la que nos apegamos y que causa renacimiento y sufrimiento.   De hecho, en ninguna parte de la simulación se encuentra lo absoluto.

Desde el punto de vista del Buda, en el que su iluminación trasciende nuestro mundo humano, lo que ve desde su punto de vista es una simulación en la que los jugadores han perdido contacto con su estado primario despierto.   En cambio, están profundamente apegados a una simulación que no pueden entender que sea ficticia. Con cada renacimiento sucesivo en la simulación, hacen que la simulación parezca más real y necesaria.

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