2032: Camino de una nueva Edad de Hielo

En 2032, la Tierra atravesará la misma corriente de meteoros que provocó una extinción masiva y un diluvio universal hace unos 12.800 años

Göbekli Tepe: El misterioso Stonehenge de TurquíaGöbekli Tepe: El misterioso Stonehenge de Turquía

Puede resultar delirante. The Alien Interview – CASE CLOSED, página oficial en la red X de un documental en línea con el mismo título escribió algo perturbador:

«Muy bien, les diré toda la verdad sin adornos, tal como me la han dicho. SUPUESTAMENTE…..la creencia es: Regresarán entre los años 2025 y 2027 para ‘recoger objetos’ que les pertenecen y ‘gestionar nuestra extinción’ porque en 2032, cuando pasemos por la Corriente de Meteoros Táuridas, ‘es cuando el infierno se liberará de su jaula’.»

Y el tweet estaba acompañado de un gráfico que muestra la órbida del cometa Encke que intersecciona con la de nuestro planeta en 2032. OMG (Lo que viene siendo Oh, Dios mío para los milenials).

Se cree que el cometa Encke protagoniza una de las lluvias de meteoros más grandes del Sistema Solar interior: Las Táuridas que suelen iluminar las noches de Halloween. Bueno, las Táuridas son, en realidad, dos lluvias, la que se origina en el cometa Encke y las llamadas Táuridas del Norte con origen en el asteroide 2004 TG10 que, en realidad, podría ser otro gran fragmento del cometa Encke (debido a sus parámetros orbitales similares) que se rompió en varios pedazos hace más de 10.000 años, una datación inquietante porque nos conecta con la teoría de Graham Hancock que relaciona extinciones masivas y el fragmento de un cometa.

En Magos de los Dioses (2015) y América Antes (2019) escribió sobre el cometa gigante que causó la corriente de meteoros Táuridas y la posibilidad de que sus fragmentos fueron los responsables de un cataclismo global hace 12.800 años.

También se cree que los restos de este cometa podrían haber sido los causantes de la devastación de Tunguska en 1908, cuando un asteroide explotó sobre Siberia destruyendo más de dos mil kilómetros cuadrados de bosque.

En 2032 la Tierra atravesará una parte particularmente densa del enjambre de meteoros de las Táuridas

Así devastó Tunguska un asteroide
Así devastó Tunguska un asteroide

Aún hay algo más inquietante porque, según los astrónomos, en 2032 nuestro planeta atravesará una parte particularmente densa de este enjambre de meteoros de las Táuridas, algunos con más de un kilómetro de diámetro que pudo ser responsable del mencionado evento catastrófico en el pasado remoto. Hablamos de un cambio climático drástico, de la extinción de grandes mamíferos y del posterior enfriamiento conocido como Younger Dryas, hace unos 12.800 años.

Táuridas: Una amenaza recurrente

Uno de los descubrimientos más fascinantes que apoyan esta teoría proviene de Göbekli Tepe, un sitio arqueológico en Turquía que podría ser mucho más que un antiguo templo. Investigadores de la Universidad de Edimburgo han sugerido que las inscripciones en sus pilares podrían ser uno de los primeros calendarios del mundo, diseñados para seguir los ciclos solares y lunares. Entre los grabados, hay símbolos que podrían representar eventos cósmicos, como el impacto de un cometa.

El sitio, que data de aproximadamente el 10,850 a.C., coincide con el periodo en el que un gran cometa habría impactado la Tierra, causando una mini edad de hielo que duró 1.300 años. Este enfriamiento abrupto podría haber llevado a las primeras civilizaciones humanas a desarrollar la agricultura y nuevas creencias religiosas para sobrevivir en un clima severo. Algunos creen que los habitantes de Göbekli Tepe registraron este impacto y que sus grabados reflejan una observación detallada del cielo, tal vez con la esperanza de evitar futuros desastres.

Este pilar dibuja una configuración estelar
Este pilar dibuja una configuración estelar

La teoría de que los cometas y sus restos son responsables de grandes catástrofes no es nueva. En los años 80, los científicos William Napier y Victor Clube identificaron grandes asteroides dentro de la corriente de los meteoros Táuridos, sugiriendo que estos objetos podrían ser fragmentos de un cometa mucho mayor. Este cometa, que se desintegró hace miles de años, es la fuente del famoso Cometa Encke y de otros asteroides que cada año pasan peligrosamente cerca de la Tierra.

Astrónomos colombianos e italianos, utilizando métodos avanzados de observación, han confirmado que el enjambre Táurido contiene hasta 88 grandes fragmentos, muchos de los cuales presentan actividad similar a la de los cometas. Según el astrónomo David Asher, en 2032 y 2036 la Tierra podría pasar por el corazón de esta corriente, lo que aumentaría la probabilidad de impactos significativos.

Una imagen de Göbekli tepe
Una imagen de Göbekli tepe

¿Estamos preparados?

La historia del cometa que arrasó la Tierra hace 12.800 años nos deja una lección: la humanidad siempre ha estado a merced de los cielos. A medida que nos acercamos a 2032, surge la pregunta de si estamos listos para enfrentarnos a un evento cósmico de gran magnitud. Los científicos han advertido que, aunque las probabilidades de un impacto devastador son bajas, las consecuencias podrían ser catastróficas.

El enfoque actual de la ciencia espacial es seguir monitoreando estos cuerpos celestes y desarrollar estrategias de defensa planetaria. No obstante, mientras más nos acercamos al paso por esta zona peligrosa del enjambre Táurido, más apremiante se vuelve la necesidad de prepararnos para lo peor. Como señaló el investigador Ignacio Ferrín, el enjambre «no es el simple y benigno fenómeno que solíamos pensar».

La historia del Younger Dryas podría repetirse. Es posible que estemos a solo unos años de descubrir qué tan vulnerables somos ante los restos de un antiguo cometa que aún acecha en la vasta oscuridad del espacio.

https://www.espaciomisterio.com/civilizaciones-perdidas/2032-camino-nueva-edad-hielo_58804

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