Una colaboración de Juan Manuel Mas Candela
Amigos de Maestroviejo, este texto lo escríbí en el año 2002, cuando en España la economía estaba bollante y la tasa de paro era la más reducida de nuestra historia, han pasado diez años de este texto y me asombro de lo vigente que sigue en este momento y de que cada vez se cumple más la visión tan nefasta que en aquél tiempo expuse en este escrito.
En casi todas las épocas de la humanidad ha existido la esclavitud; entendida como el sometimiento de un ser humano a la voluntad de otro ser humano por distintos métodos, ya sean violentos ,económicos o de otra índole. En todas las épocas ha habido esclavos, la fuerza de la esclavitud es la que ha permitido a las distintas culturas que han existido a lo largo de la historia realizar la mayoría de las obras arquitectónicas y de ingeniería, además de muchas otras actividades, que ha realizado el hombre. Pero esta práctica ha generado muchísimo sufrimiento a millones y millones de personas que han padecido en sus carnes y en sus espíritus los abusos de crueles amos sin una pizca de humanidad ni decencia que los han tratado como animales, aunque siempre ha habido excepciones.
Hasta que en la revolución francesa no se aprobó la carta de los derechos humanos, el mundo occidental ha cometido muchos abusos y crímenes avalados por la cultura de la esclavitud, el hombre blanco siempre se ha sentido superior a las demás razas y por eso las ha intentado someter y reducir a mera mano de obra barata para lograr todos sus fines económicos y militares.
Gracias a Dios, hoy en día, aunque aún existen países que practican la esclavitud, en la mayoría esta práctica se abolido, aunque ahora la esclavitud humana es más sutil y afecta nuestra vida de forma diferente. La esclavitud sigue existiendo tanto en los países subdesarrollados como en el mundo “desarrollado”, existen redes de prostitución que tiene a su disposición miles de mujeres en un sometimiento total para favores sexuales, existen redes mafiosas que usan a inmigrantes ilegales como fuerza de trabajo barata y los explotan hasta sacarles todo lo que pueden, incluso trafican con personas para usar sus órganos para venderlos a gente que los necesita para poder vivir, ellos viven a cambio de la muerte de gente inocente que por circunstancias de su vida no han podido salir adelante. Existen multitud de formas de someter a las personas, por eso digo que la esclavitud humana aún no se ha acabado en el mundo, y no creo que lo haga porque genera muchísimos beneficios a miles de individuos sin moral, opresores y especuladores, asesinos y narcotraficantes que solo les mueve en la vida el deseo de poder, poder sin límites morales ni materiales, en sus manos está la vida de millones de personas y muy poca gente se mueve para proteger a estos inocentes de las mafias y de la muerte en vida que es la esclavitud.
Pero no solo existen estos métodos de esclavitud, aunque son los más crueles y destructivos para la dignidad y bienestar de las personas, hay otras maneras de someter a la gente y de eso es de lo que os voy a hablar e estas páginas. Estoy seguro de que existe un plan para controlar a las masas de trabajadores y de “plebeyos”, un plan ideado por todos los países desarrollados para que sus dirigentes y gente poderosa económicamente siempre pueda conservar ese status. Este plan está concebido para que estos peces gordos estén protegidos contra las revoluciones y los movimientos sociales que les pueden derrocar de su pedestal de poder, por eso han estado años maquinando y estudiando las reacciones y anhelos de la gente del pueblo llano para encontrar el método más sutil y menos escandaloso para controlar al pueblo. En esto consiste el plan:
En primer lugar, nos han estudiado durante años, se han preguntado: -¿qué es lo que necesita la gente para vivir?, lo principal es la comida y la ropa, luego la vivienda y para conseguir todo esto necesita un trabajo, lo principal después de tener cubiertas sus necesidades más básicas es conservar todo lo que le permite tener estas necesidades cubiertas.
En los años 60 y 70, en España se produjo un cambio social muy importante, hubo movimientos de estudiantes y de los trabajadores para que su situación mejorase, se produjeron huelgas y gracias a ellas, se firmaron convenios que permitían a los trabajadores tener una cierta protección en las empresas contra los abusos de los patronos. A partir de los 80, casi todos los derechos a los que los trabajadores tenían acceso se han reducido drásticamente, pero de una manera tan sutil y maquillada que la administración no es capaz de ver los engaños a los que los trabajadores estamos sometidos hoy en día, no es que no los vea, pero legalmente todo está atado y bien atado, por lo tanto no se puede mover, ni le interesa.
La inmigración ha permitido a la patronal tener mano de obra barata y que no se queja de las condiciones de trabajo, por lo tanto han visto el filón que supone tener a gente trabajando a destajo durante muchas más horas de las permitidas legalmente, produciendo mucho más y de forma más barata. Entonces, ¿qué es lo que ha ocurrido con los nativos de este pais?, ¿qué nos ocurrido a los españolitos de a pie que somos trabajadores?, pues nos ha ocurrido que tenemos que trabajar, la mayoría de veces, casi de la misma forma que trabajan los inmigrantes, y lo que es peor, cobrando casi el mismo sueldo miserable. No digo que todos los patronos hagan lo mismo, pero es verdad que la gente cada vez trabaja en condiciones más precarias, cobra menos sueldos y estamos más desprotegidos socialmente contra los abusos en las empresas. Se supone que la jornada laboral es de 8 horas diarias con un máximo de 40 horas semanales, pues bien, un horario de 8 horas, hoy en día es bastante raro que se haga en las empresas, legalmente se cumple este horario, pero bajo manga, el empresario somete a los trabajadores a realizar muchas más horas, dos o tres más amenazándolos con el despido si no cumplen este horario; como se te ocurra ir de legal y exigirle a un patrón todos tus derechos, tus días están contados en la empresa y pasas a un fichero o “lista negra” que poseen los empresarios para que nadie te contrate. Esta es la nueva esclavitud, las esclavitud del nuevo proletariado del siglo XXI, por lo menos en el ámbito español. No conozco la situación de los demás países europeos y del resto del mundo, pero supongo que la situación laboral no estará mucho mejor en el resto.
Además de todas las injusticias que se cometen, el sometimiento del proletariado y de la poca colaboración entre los compañeros que trabajan en una misma empresa y en un mismo sector, poco a poco se ha llegado a la situación actual, situación en la que el obrero o trabajador está a merced de la voluntad de los patronos, una situación en que las leyes no apoyan al trabajador y si que lo hacen al empresario, el trabajador cobra subsidios en la mayoría de veces escasos y nuestros derechos se han ido al traste desde que entró la democracia en España. Y todo ¿por qué ha ocurrido así?, pues señores, esto ha ocurrido porque nos han engañado, nos han subido de tal manera el coste de la vida, que ya no podemos negarnos a nada, porque si no nos vamos al paro y lo perdemos todo, gracias a las hipotecas de las viviendas nos han puesto un yugo en el cuello que no nos deja respirar, un yugo que nos controla y que hace que estemos calladitos, aguantando injusticias y viviendo al día siempre, sin posibilidad de ahorrar para prosperar; se lo ha montado de puta madre, y hemos sido engañados como chinos, nos han dado esperanzas para una vida mejor, los políticos se empeñan en decir que todo va bien, que el trabajo va viento en popa y la realidad es que cada vez la situación de los trabajadores es peor.
Todo lo que digo no es porque lo haya oído, no es porque lo haya visto en la televisión, no, es porque lo he vivido y lo estoy viviendo todos los días de mi vida.
Recuerdo cuando era pequeño, que mi padre acababa de trabajar todos los días a las 6 de la tarde, venía a mi casa, se duchaba y aún le daba tiempo para ir un rato a la biblioteca y luego a casa de mi abuela a ver las noticias. Eran tiempos en los que las empresas de alfombras de Crevillente iban viento en popa, mi padre trabajaba en una empresa que se llamaba Viuda de Lledó Mas y en aquel tiempo (años 80) ganaba un sueldo de unas 30000 pesetas, hoy en día trabaja en una empresa de cartonajes y gana unas 35000, acabando de trabajar a las 9:00 de la noche. El nivel de vida ha subido mucho desde los años 80 pero los sueldos se han mantenido casi al mismo nivel que entonces, por lo menos en lo que respecta al obrero normal y corriente, y no hablemos de los sueldos tan injustos que les pagan a las mujeres, la desigualdad en el trabajo es un hecho y aunque parezca que el gobierno quiera arreglar este tema, la verdad es que poco va a poder hacer mientras no logremos cambiar los convenios de los distintos sectores productivos en los que estamos todos los trabajadores.
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