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LLEVAN A LA BBC A LOS TRIBUNALES POR ENCUBRIR LA VERDAD SOBRE LOS ATENTADOS DEL 11-S

Un ciudadano de Sussex, Reino Unido, llamado Matt Campbell, ha denunciado a la BBC ante los tribunales del Reino Unido por violación de la legislación antiterrorista, al considerar que encubrió las pruebas relacionadas con la muerte de su hermano Geoff durante los atentados en el World Trade Center de Nueva York el 11 de septiembre de 2001.

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En los últimos años, Campbell ha investigado detalladamente la muerte de su hermano y junto con el análisis científico de decenas de físicos profesionales, arquitectos, ingenieros, expertos en demolición, tanto Campbell como dichos técnicos, concluyen que tanto las Torres Gemelas como el edificio Número 7 del WTC, se derrumbaron como consecuencia de una demolición controlada con explosivos y no por el fuego causado por el impacto de las aeronaves, un hecho que cambiaría por completo las conclusiones oficiales.

mattcampbell

Según Matt Campbell, la BBC ha sido cómplice en el encubrimiento deliberado de todas estas pruebas vitales, relativas a cómo su hermano Geoff fue asesinado y por lo tanto, considera a la BBC culpable de complicidad con el terrorismo.

El juicio empezará el 23 de marzo.

Fuente: http://www.globalresearch.ca/bbc-foreknowledge-of-collapse-of-wtc-building-7-brother-of-911-victim-goes-to-court-with-the-bbc-over-alleged-cover-up/5434998

http://elmicrolector.org/2015/03/06/llevan-a-la-bbc-a-los-tribunales-por-encubrir-la-verdad-sobre-los-atentados-del-11-s/

Las 28 páginas que podrían cambiar la visión sobre el 11-S

Un grupo bipartidista de congresistas estadounidenses se ha unido a los familiares de las víctimas del 11-S para redoblar esfuerzos y desclasificar las 28 páginas de una investigación conjunta del Congreso sobre el mayor ataque terrorista contra Estados Unidos.

«Ya no es ningún secreto que las veintiocho páginas del informe apuntan con el dedo acusador al Gobierno de Arabia Saudí como actor principal de los ataques terroristas«, dijo el exsenador demócrata por Florida Bob Graham. El presidente George W. Bush censuró 28 páginas de este informe, según informa ‘ABC News‘.

El informe en cuestión se denomina ‘Investigación conjunta sobre las actividades de inteligencia antes y después de losataques terroristas de septiembre de 2001‘, y fue realizado por comités de la Cámara y el Senado de EE.UU. en diciembre de 2002.

La posición del Gobierno de Estados Unidos ha sido proteger a Arabia Saudita

«La posición del Gobierno de Estados Unidos ha sido proteger a Arabia Saudita», sostuvo el exsenador Graham. Por su parte, Arabia Saudita ha negado reiteradamente cualquier implicación en los atentados.

«En prácticamente todos los pasos del proceso judicial, cuando el Gobierno de Estados Unidos fue llamado a tomar una posición, esta fue una posición adversa a los intereses de los ciudadanos de Estados Unidos que buscan la justicia, y de protección a un Gobierno que, a mi juicio, es el máximo responsable de aquella red de apoyo» a los terroristas, dijo Graham, refiriéndose a Arabia Saudita.

Las Sorprendentes Claves del 911 y Regreso al Futuro

Una sorprendente casualidad se cierne sobre el film Regreso al Futuro, donde parece predecir misteriosamente los eventos del 11 de septiembre de 2001 con enorme precisión, como si los guionistas y el director subconscientemente supiesen algo… un video que no le dejará indiferente.

¿casual…? ¿quien juega con nosotros?

http://tu.tv/videos/las-claves-del-911-y-regreso-al-futuro

http://www.mundodesconocido.es/las-sorprendentes-claves-del-911-y-regreso-al-futuro.html

 

 

Un exagente del FBI cuenta en detalle cómo la CIA impidió la prevención del 11-S

la-proxima-guerra-ex-agente-especial-del-fbi-cuenta-como-cia-impidio-prevenir-el-11-s

Un exagente especial de la FBI, conversando con un columnista de ‘Newsweek’ ha contado los detalles de cómo la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU., CIA, le impidió a él y a otro agente ayudar a prevenir los atentados del 11 de septiembre.

La información de que la CIA le impidió a Mark Rossini, un exagente especial de FBI y al agente Doug Miller notificar al FBI sobre los terroristas, apareció por primera vez hace unos años en una película documental, informa ‘Newsweek’.

Rossini y Miller contaron cómo habían averiguado que uno de los futuros autores del ataque, Khalid al-Mihdhar, tenía visados de EE.UU. de entrada múltiple en su pasaporte saudí, pero cuando Miller preparó un borrador del informe para el FBI, un miembro de la CIA de la unidad de secreto máximo le dijo que esperara. Miller y Rossini se vieron obligados a callarse.

Durante todos estos años, Rossini todavía se arrepiente de haber obedecido, según ha revelado a ‘Newsweek’. «Es un dolor que nunca se me va, que me persigue todos y cada uno de los días de mi vida», confiesa Rossini.

Los informes gubernamentales sobre los atentados atribuyen el ataque terrorista a un «fracaso de inteligencia». No obstante, sigue siendo poco claro por qué un oficial de la CIA, Michael Anne Casey, le ordenó al compañero de Rossini, Miller, no informar al FBI sobre al-Mihdhar, o por qué otros jefes de la CIA no alertaron la FBI u otras agencias de seguridad sobre la llegada de otro futuro terrorista, Nawaf al-Hazmi, que la agencia había seguido.

Rossini recuerda cuando fue al despacho de Miller después de su conversación con Casey. «Me miró como si estuviera hablando en un idioma extranjero… Los dos nos quedamos pasmados y no podíamos entender por qué al FBI no se le iba a informar sobre eso».

Rossini ha confesado que cuando se inició una investigación, no revelaron la información. «Nos pidieron que no digamos nada», admite Rossini. A la pregunta de quiénes fueron, contesta: «La CIA. No puedo dar los nombres. Simplemente en la oficina se entendía que no se podía confiar en ellos, que [los investigadores] estaban intentando culpar a alguien, poner a alguien en la cárcel», ha contado Rossini al medio.

«Dijeron que [los investigadores] no estaban autorizados a saber lo que estaba pasando en términos operativos», añade el exagente. Fue recién en 2004 cuando Rossini contó al FBI lo que había pasado.

A pesar de las investigaciones y de la existencia de muchas teorías de conspiración sobre lo ocurrido, durante todo este tiempo nadie ha podido presentar una explicación verosímil de por qué a Rossini y Miller se les prohibió informar al FBI sobre la llegada de dos terroristas de Al-Qaeda a EE.UU.

Fuente: Newsweek

http://www.laproximaguerra.com/2015/01/un-exagente-del-fbi-cuenta-en-detalle-como-la-cia-impidio-prevenir-el-11-s.html

¿Quién inventó las falsas llamadas telefónicas desde los aviones secuestrados el 11 de Septiembre?

Las llamadas telefónicas supuestamente realizadas por los pasajeros desde los aviones secuestrados el 11 de septiembre de 2001 influyeron profundamente en el imaginario colectivo. Pero sirven además de base al relato sobre cómo se desarrollaron los hechos. Sin embargo, 12 años después, los expertos del 9/11 Consensus Panel han demostrado que esas llamados nunca existieron.

Conforme a lo prometido, sigo informando a nuestros lectores sobre el desarrollo y avance de los trabajos del9/11 Consensus Panel, en el que yo mismo figuro como miembro. Aprovecho por demás la ocasión para señalar la incorporación de dos nuevos miembros: Jonathan Cole, ingeniero civil, y Daniel Ganser, historiador, director del SIPER (Swiss Institute for Peace and Energy Research) y también profesor de la universidad de Saint-Gall y en la universidad de Basilea.

El Panel se interesó esta vez por el extraordinario y extremadamente singular caso de las llamadas telefónicas realizadas desde 3 de los 4 aviones secuestrados en aquella trágica mañana. El meticuloso análisis de todas esas llamadas telefónicas permitió al Panel identificar no menos de 32 contradicciones, algunas de ellas imposibles de resolver, entre el relato proporcionado por las autoridades (que no han parado de contradecirse) y las pruebas documentales disponibles.

Comencemos por recordar que durante 3 años, desde 2001 hasta 2004, las historias sobre las llamadas realizadas desde los aviones a través de teléfonos celulares han predominado en los recuentos publicados por los medios de prensa de Estados Unidos y del mundo entero. Han alimentado miles de artículos, libros y relatos. Esas llamadas son parte integrante de la historia del 11 de septiembre y nunca han sido verdaderamente cuestionadas. Incluso se hizo una película, sobre el vuelo UA 93, enteramente basada en algunas de esas llamadas telefónicas. Tanto el FBI como el tristemente célebre Informe de la Comisión sobre el 11/9, presentado en 2004, afirman oficialmente que se hicieron llamadas con teléfonos celulares desde 3 de los 4 aviones secuestrados. Dado que la credibilidad del Informe de la Comisión sobre el 11/9 se basa parcialmente en esos relatos, es evidente que si tales llamadas telefónicas dejan de ser creíbles el informe también deja de serlo. Así que el 9/11 Consensus Panel se dio precisamente a la tarea de verificar esa parte de la historia.

No alcanzaría el espacio aquí para retomar todos los detalles de las llamadas (Todd Beamer desde el vuelo UA 93; Barbara Olson desde el AA 77; Peter Hanson desde el UA 175; Jeremy Glick y Mark Bingham desde el UA 93; Renee May, aeromoza del vuelo AA 77; Brian Sweeney desde el UA 175; Thomas E. Burnett y sus 4 llamadas desde el vuelo UA 93; Sandra Bradshaw, aeromoza del vuelo UA 93; Elizabeth Wainio y Mario Britton desde el UA 93), un total de 35 llamadas telefónicas. Sólo me detendré aquí en dos protagonistas de esas llamadas telefónicas. Los lectores deseosos verificar las fuentes de nuestras conclusiones pueden hacerlo consultando el sitio webconsensus911.org.

El primero es Todd Beamer, quien –según la historia contada por los medios de prensa– lanzó la famosa frase «Let’s Roll!», grito de guerra que supuestamente dio inicio a la rebelión de los pasajeros del vuelo UA 93. Según Lisa Jefferson, la operadora telefónica que recibió la llamada, Beamer le pareció asombrosamente sereno, dadas las circunstancias. Tanto que la señora Jefferson declaró al FBI que pensó por un momento que se trataba de una llamada falsa (crank call), sobre todo por el carácter tan «metódico y racional» de su interlocutor en una situación en la que se hallaba «a punto de morir». La llamada duró unos 13 minutos, algo relativamente singular ya que en aquellas condiciones excepcionales y dado el enorme número de llamadas recibidas en las centrales [aquella mañana] las comunicaciones eran a menudo cortadas. Pero lo más extraño –también según el testimonio de Lisa Jefferson al FBI– es que la línea telefónica se mantuvo conectada durante 15 minutos después de haberse estrellado el avión. Hay que agregar que Beamer se mantuvo hablando por teléfono por no menos de 13 minutos con 2 operadoras diferentes y cuando Jefferson le propuso comunicarlo con su mujer –Lisa, embarazada de su tercer hijo que debía nacer en enero– [Beamer] le contestó: «No, no. No quiero preocuparla sin razón.» Y después agregó: «Sólo quiero hablar con alguien para que sepa lo que está pasando aquí», como si no tuviese ningún amigo o pariente con quien hablar.

La otra operadora, Phyllis Johnson, no parece haber sido interrogada por el FBI y no existe finalmente ningún elemento que permita comprobar con certeza que la persona que habló con las dos operadoras era realmente Todd Beamer. La llamada no fue grabada, ni por las dos operadoras ni por el AOSC (Airphone Operations Surveillance Center). ¿Qué se puede deducir de todo esto? Las interrogantes son innumerables. Pero agregaré ahora otra más, que me parece más decisiva aún que todas las mencionadas hasta este momento. El 29 de septiembre de 2001, Verizon (el operador telefónico del teléfono celular de Beamer) entregó al FBI la lista detallada de las llamadas, que demuestra que desde ese teléfono se hicieron 18 llamadas después (así mismo, después) del estrellamiento del vuelo UA 93, o sea después de las 10:03 horas de la mañana del 11 de septiembre de 2001. ¿Qué podemos deducir de ello? La hipótesis más plausible es aquel teléfono celular no estaba a bordo del vuelo UA 93 con Todd Beamer… o que el avión que se estrelló en Pennsylvania no era el vuelo UA 93.

Ante toda esta serie de preguntas sin respuestas, el FBI no tuvo más remedio que recurrir (basándose ya únicamente en la fe del juramento) a una nueva versión. Lo cual sucedió en 2006, durante el juicio contra Zacarias Mussawi. El FBI dijo entonces que ninguna de las llamadas, con excepción de 2, habían sido realizadas con teléfonos celulares y que las 2 únicas llamadas realizadas con ese tipo de aparatos se habían producido simultáneamente, a las 9 horas 58 minutos, desde el vuelo UA 93, realizadas por 2 miembros de la tripulación, E. Felt y Cee Cee Lyle. Las 2 llamadas fueron [según el FBI] realizadas desde los baños del avión en momentos en que este volaba a 5 000 pies de altitud (unos 1 500 metros), o sea desde una altura relativamente compatible con las posibilidades técnicas de las comunicaciones telefónicas celulares en 2001.

Pero hay otro problema. Esas 2 llamadas tampoco pueden haberse realizado con teléfonos celulares. A pesar del profundo examen al que fue sometida la lista de llamadas de los celulares de todos los pasajeros y miembros de la tripulación de ese vuelo, no se encontró el menor indicio de una llamada realizada a la 9 horas y 58 minutos, ni ninguna especificación de la duración de tales llamadas, ni por lo tanto ninguna huella de los números supuestamente llamados.

Conclusión: Todas las historias que mencionan llamadas realizadas con teléfonos celulares desde los aviones son falsas. Esas llamadas nunca existieron.

Pero veamos las llamadas telefónicas más sensaciones (en el sentido de que causaron sensación en el mundo entero, provocando así gran emoción): las llamadas de Bárbara Olson, célebre presentadora de la CNN, que se hallaba a bordo del vuelo AA 77. Según el testimonio de su marido, Theodore Olson (no olvidemos que este último era entonces secretario de Justicia de Estados Unidos), Bárbara lo llamó 2 veces, casi una hora antes de que el avión se estrellara contra el Pentágono. CNN fue el primer medio en anunciarlo. Ted Olson fue muy claro: su mujer lo había llamado a través de su teléfono celular…

Hay que señalar que las llamadas de Bárbara Olson son las únicas que hacen referencia al armamento de los terroristas (cortapapeles) y que las revelaciones de Ted Olson fueron por lo tanto cruciales en la reconstrucción de los hechos. Incluso puede decirse que ese relato constituye uno de los pilares de la versión oficial. El problema es que, posteriormente, Ted Olson cambió de versión varias veces. La versión del FBI señala, sin embargo, que la primera llamada duró «alrededor de un minuto». En el Larry King Show, Olson declara también que la segunda llamada había durado «dos, tres, quizás cuatro minutos».

Hay al menos 4 problemas que ponen en duda lo que cuenta Ted Olson. El primero viene del propio FBI, que declaró firmemente en 2004: «Todas las llamadas [realizadas] desde el vuelo AA 77 se hicieron a través del sistema telefónico del avión.» Entonces, ¿mintió Olson?

Desgraciadamente, el FBI también mintió. En 2006, un agente de American Airlines declaró (en el juicio contra Mussawi) «que ningún Boeing 757 disponía de teléfonos de asiento, incluso desde mucho antes del 11 de septiembre de 2001. Los pasajeros del vuelo AA 77 utilizaron sus teléfonos celulares.» Otro elemento viene a confirmar esa declaración. Se trata del manual de mantenimiento del Boeing 757, con fecha del 28 de enero de 2001: «El sistema telefónico para pasajeros fue desactivado en aplicación de la directiva Eco FO878.» Otros elementos confirman igualmente que no había en los aviones teléfonos para uso de los pasajeros.

Por muy asombroso que pueda parecer, el hecho es que no existe ningún elemento objetivo que permita demostrar la existencia de alguna llamada de Bárbara Olson aquella mañana. No existe del lado del operador telefónico, como tampoco existe del lado del propio Departamento de Justicia (donde se hallaba su marido), ni tampoco en los datos sobre el movimiento del teléfono celular de la periodista. Pero este enredo no para ahí. Un informe del FBI (hecho público durante el juicio contra Mussawi, en 2006) destruye definitivamente la historia de Tel Olson. Según ese informe, hubo una sola llamada (y no 2) proveniente de Bárbara y esa llamada duró… «0 segundos». En otras palabras, no se estableció la comunicación. Así que Bárbara no pudo describir nada.

Y todavía no hemos mencionado lo inverosímil de toda la historia, en la que 60 pasajeros, entre los que se hallaba uno llamado Charles Burlingame, levantador de pesas y ex boxeador, son rechazados hacia la cola del avión por dos secuestradores más bien enclenques (al menos según el relato de Ted Olson, quien a su vez decía lo que le había dicho su mujer) mientras que los otros dos secuestradores se mantenían encerrados en la cabina de pilotaje.

Conclusión: ¿Mintió Ted Olson? No se puede descartar que le hayan llegado llamadas provenientes de su mujer. Pero lo que consta en las actas judiciales hace pensar que tales llamadas no podían venir del vuelo AA 77.

Y, por lo tanto, toda reconstrucción está falseada. Alguien la inventó. Si realmente existieron tales llamadas telefónicas, el hecho es que no fueron realizadas desde los aviones. Y si no se hicieron desde los aviones, ¿quién las hizo? ¿Y con qué objetivo?

Cuando reclamamos que se haga una verdadera investigación, en la que se llame a declarar bajo juramento a todos los protagonistas aún vivos, estamos reclamando algo simplemente lógico y evidente. Pero lo evidente nunca se tiene en cuenta cuando se habla del 11 de septiembre. Así que tendremos que proseguir nuestra propia investigación.

¿Un avión de pasajeros chocó contra el Pentágono?…¡Vaya mentira!

Por Eternity

La única “prueba” que sacaron a la luz los jefes de la conspiración oficial, y que presuntamente mostraba el impacto del avión de American Airlines contra el Pentágono, fueron las imágenes obtenidas por una cámara de seguridad situada en el parking de dicho edificio.

Después del escándalo de la confiscación-express de 85 cámaras de video por parte del FBIprocedieron a levantar la censura sobre una cinta de video, seleccionada previamente y que no comprometiera a los conspiradores gubernamentales. Según una portavoz de los federales, el resto de cámaras secuestradas no contenían imagen alguna del atentado…tócate el arpa o los huevos de Colón…¿y por qué no levantaron el secreto sobre las mismas y las pusieron a disposición del público si nada se veía?

De la “liberada” lo único que se advierte con nitidez es una gran bola de fuego en la fachada y una silueta difusa que es de todo menos un Boeing 757, aunque hay quien con la fe del carbonero (o de la virgen de Lourdes) asegura que “aquella cosa” que se atisba en el video es nada menos que el 757 de la American Airlines yendo al encuentro con el Pentágono. Analizando con un poco de seriedad y rigor lo que allí se “ve”, en un fotograma (reteniendo la imagen poco antes de la explosión), podemos observar que el objeto difuso que aparece a la derecha del video es, o un misil o un avión de tipo militar.

Una “forma” de color blanco que por muchos esfuerzos que haga uno en identificarlo con un avión comercial de pasajeros no guarda relación, de ninguna manera, con un Boeing 757. La aerodinámica es más propia de un avión-misil pequeño (un A3 Skywarrior o el Global Hawk que dijo ver el testigo-operario del Pentágono Samuel Danner, pero tampoco se puede afirmar nada con absoluta seguridad).

Para el experto militar francés Pierre H. Bunel, citado en el libro de Meyssan, Pentagate, la explosión en el Pentágono se corresponde más con un misil que con un avión comercial. Bunel señala que “El combustible de avión, que es similar al kerosene, no posee el alto poder explosivo de la cordita u otros materiales usados para hacer bombas y cabezas explosivas de misiles convencionales. Lo que el combustible de un jet puede hacer es deflagrar; no es lo suficientemente poderoso para generar una detonación. Los fragmentos de vídeo del Pentágono siendo impactado, muestran una bola de fuego candente, brillante, elevándose a unos 130 pies de altura, indicando así que es una poderosa detonación, probablemente causada por explosivos de gran potencia de algún tipo. Compare esto con la explosión del combustible del avión tras estrellarse contra la Torre Sur del WTC, dónde una nube de combustible negro fue de amarillo a naranja a negro cuando el combustible fue consumido”.

La evidencia una vez más sugiere que un enorme avión comercial no estuvo involucrado (en el Pentágono), sino más bien algún tipo de misil”, remachando Bunel sus afirmaciones con estas palabras: “La perforación que aparece en la pared ciertamente recuerda a los efectos de las cargas anti-hormigón que yo he podido observar en varios campos de batalla. Estas armas son caracterizadas por su “jet”… este jet atraviesa el hormigón de varios pies de espesor. Pueden perforar hasta cinco paredones de un edificio sin ningún problema”. Lo que daría una satisfactoria respuesta al por qué el “Boeing” atravesó varios anillos del complejo militar. Simplemente, el 757 no pudo haber penetrado en el Pentágono por la configuración del fuselaje de su “nariz”, demasiado flexible para atravesar nada menos que tres anillos de hormigón.

La “mártir” Barbara Olson y el estrambote de las “llamadas” telefónicas

Barbara Olson fue una conocida y mediática comentarista de la CNN, de ideología conservadora, que se encontraba, al parecer, en el avión secuestrado que dicen se “estrelló” contra el Pentágono. Se le atribuyeron una serie de llamadas telefónicas desde el avión a su marido, el ultraderechista Theodore (Ted) Olson. Ted Olson fue Procurador de la Corte Suprema de EEUU con Bush, al que ayudó a ganar la reelección en los tribunales después del pucherazo electoral republicano que impidió que Al Gore (el estafador “demócrata” que pontificaba sobre el calentamiento global) se hiciera con la presidencia. Paseando brevemente por el historial de Bárbara Olson, (de soltera Barbara Bracher) vemos que tenía ascendencia judía (que no es ni bueno ni malo, sólo un dato para esta reseña) y había estudiado Derecho en un centro judío privado, la Universidad sionista de Yeshiva, en Nueva York. Barbara Olson se sabe que tenía conexiones con los judíos ortodoxos y el sionismo. Su entonces marido y abogado, Theodore Olson, se hizo cargo  de un caso sonado de espionaje defendiendo al espía sionista Jay Pollard, un tipo que se dedicaba a robar secretos militares a un país amigo (EEUU); ya sabemos que el sionismo, si puede, apuñala hasta a sus mejores amigos. Hay fundadas sospechas de que Ted y su mujer Barbara Olson estaban estrechamente vinculados con la inteligencia israelí. Otro dato de interés que podía aclarar algunas cosas acerca de la vida y personalidad de Barbara Bracher es que durante los años noventa tuvo su residencia en McLean, Virginia, población que está a tiro de piedra de la sede central de la CIA, lo que dejaría abiertas las especulaciones a si la Olson era o no una asalariada de la “Agencia” (no sería la primera vez que un periodista está en la nómina de la CIA). McLean es un pequeño y rutinario pueblo del Este de EEUU, en el Estado de Virginia, que no tiene mayor interés ni atractivo. Nadie va a vivir allí permanentemente o pasar unos días de asueto, procedente de otro Estado, si no es para realizar algún recadito para la CIA o recibir instrucciones de ésta.

La ex colaboradora de la CNN viajaba como decimos, supuestamente, en el vuelo 77 y adquirió notoriedad por unas falsas llamadas que efectuó a su marido desde un “Boeing 757”, relatando como “los pasajeros y tripulantes fueron confinados en la parte trasera por secuestradores armados hasta los dientes con unos temibles “cutters”. Bien, aquí el papel a dilucidar es si Ted Olson, su marido, y ella misma (a pesar de los nubarrones que pesan sobre su desaparición) fueron cómplices necesarios en el montaje-fraude de la farsa gubernamental (apuesto al menos claramente por la opción del marido dadas las estrechísimas vinculaciones de Olson con Bush y gentuza como Michael Chertoff, el más que probable inductor e ideológo, o uno de ellos, del 11-S) o tal vez, simplemente, se retrató el marido como un panoli y creyó oír campanas, pero no sabía donde. Su testimonio es contradictorio en cuanto que utilizó dos versiones diferentes: la del teléfono móvil y el teléfono del avión (sic). La tecnología en 2001 para efectuar llamadas desde un avión no estaba depurada suficientemente resultando prácticamente imposible que alguien, en aquella época, pudiera efectuarlas a través de móviles. Y lo del cobro revertido que contó el ex marido de la Olson, utilizando su mujer el teléfono del asiento del avión, sonaba a inverosímil, por ridículo (aunque existiera teléfono de verdad). Supongo que la señora Olson estaría hablando  y el terrorista le sonreía mientras recitaba el Corán.

El caso es que pronto empezaron, sorpresivamente, los desmentidos (y medias verdades) por quien menos se esperaba. Desde la compañía American Airlines se apresuraron a negar que en sus aviones exisitiesen teléfonos de asiento para uso de los pasajeros. Primera patraña descabezada. Luego, el FBI prestó una impagable ayuda a las teorías alternativas aportando una prueba en el juicio de Moussaoui, en 2006, en el que puso sobre la mesa del juez la “evidencia” de una llamada de Barbara Olson a su marido de……cero segundos de duración. Desde el fraude oficial y sus seguidores no han podido contrarrestar estas dos falsedades, como en el resto de la conspiración de Estado del 11-S, todo hay que decirlo.

Por cierto, una anécdota final…sin la mayor importancia. ¿Alguien ha reparado en el asombroso parecido de la actual esposa de Ted Olson  con la supuestamente “finada” Barbara Olson? La actual mujer de Ted Olson se llama Lady Evelyn Booth Olson, y contrajo matrimonio con ella en 2006, con el padrinazgo del seráfico Michael Chertoff. Parece ser que algún desconocido le dedicó horas al cotejo de las imágenes de ambas señoras y observó que hay parecidos más que razonables en pómulos, pliegues naso-labiales, boca, mentón y tal vez ojos. La nueva mujer de Olson parece que se ha recauchutado la cara a base de bien…..pero no aventuremos nada que luego nos tachan de conspiranoicos y no puede ser. Lo más probable es que se trate solamente de una estupenda coincidencia (al igual que la carrera cursada por ambas -Abogada-) y que al Olson simplemente le gustasen las rubias de Kentucky. Ya se sabe, según la brunete “escéptica”: “extraordinary claims demand extraordinary evidence”, y no vamos a liarla ahora a lo tonto. Aunque los de Let’s Roll Forum’s le hayan dedicado veintiún páginas a este posible “cambiazo”. Ah, lo de que la sionista Olson estuvo detenida en Europa con pasaporte falso del Vaticano…es muy improbable y no tiene ningún fundamento.

http://periodismo-alternativo.com/2014/11/17/un-avion-de-pasajeros-choco-contra-el-pentagonovaya-mentira/

Más de 2.500 personas contrajeron cáncer durante las labores de rescate y desescombro del 11-S

 Más de 2.500 implicados en las labores de rescate y desescombro de la Zona Cero del World Trade Center de Nueva York han contraído algún tipo de cáncer por la presencia de materiales tóxicos en la zona desde septiembre de 2001, según un último estudio del hospital Mount Sinaí recogido por el ‘New York Post’.

   Este nuevo recuento duplica los casos de los que se tenía constancia hasta el año pasado, 1.140 afectados, según el departamento de Salud del World Trade Center del hospital neoyorquino.

   Unos 37.000 policías, bomberos, integrantes de servicios de emergencia y salud pública, así como voluntarios, trabajaron durante un periodo de tiempo lo suficientemente prolongado en el epicentro del atentado del 11 de septiembre como para incrementar sustancialmente el riesgo de padecer esta enfermedad.

   De ellos, 2,158 padecen diferentes tipos de cáncer –pulmonar, pancreático, de tiroides, leucemia, mieloma múltiple– cuya atención ha sido costeada fundamentalmente por el Fondo de Compensación a las Víctimas (VCF, por sus siglas en inglés). Este fondo ha entregado a los afectados, a día de hoy, una cantidad aproximada de 50 millones de dólares (unos 37 millones de euros).

    «Ese día sabía que muchos de nosotros caeríamos enfermos», declaró un capitán retirado de la Policía de Nueva York, quien en 2008 se vio obligado a abandonar su puesto de trabajo por daño pulmonar y, posteriormente, por el hallazgo de un tumor cerca de una arteria.

   El capitán, que habló desde el anonimato, ha recibido una compensación de 250.000 dólares –unos 200.000 euros– más pagas no percibidas. «Agradezco la ayuda, pero espero que se den prisa para compensar a otros afectados que probablemente no van a durar tanto como yo», ha lamentado.

http://www.notimerica.com/estadosunidos/noticia-eeuu-mas-2500-personas-contrajeron-cancer-labores-rescate-desescombro-11-20140727185540.html

La verdad sobre el 11-S comienza a desbordarse: una resolución del Congreso desclasificará los documentos que prueban que Arabia e Israel lo dirigieron junto a Cheney y Bush

 

Mis queridos amigos, el 2014 comienza con el final de este largo camino emprendido el 11 de septiembre del 2001.

Hace ya algunas semanas, el diputado republicano Walter Jones y el demócrata Stephen Lynch exigieron ver las 28 páginas censuradas de la comisión sobre el 11-S en las que se detallaban las fuentes de financiación para cometer el atentado y que llevaban, directos, al actual hombre fuerte de Arabia Saudita, Bandar Bin Sultan y la propia casa real saudita.

Cómo será la cosa de importante que el lobby judío en Estados Unidos, AIPAC, ha comenzado a “cargarle el muerto” del atentado a Bush, Cheney y Bin Sultan, sabedores de que la cuerda acaba en el propio Israel. Los medios de comunicación iraníes ya lo están diciendo abiertamente, así como la web oficiosa de los militares USA, Veterans Today.

Al parecer, el traficante de armas ruso (ex KGB) Victor Bout ha reconocido que fue él quien vendió el misil que impactó contra el Pentágono a ¡El Mossad israelí! y asímismo, que las Torres Gemelas cayeron por la explosión de minibombas nucleares.

Nada más comenzar el año (señal de que este va a ser el asunto que centralice la política, no sólo USA, sino mundial, este 2014), el republicano Walter Jones ha sido entrevistado por Alex Jones para animar a los norteamericanos a escribir a sus representantes de distrito electoral para que firmen en la petición a la Casa Blanca para que desclasifiquen esas 28 páginas de la Comisión del 11-S. Seis de los miembros de aquella comisión, incluido su director, reconocieron que fue un fraude y que se censuraron pruebas definitivas para demostrar que otros países estuvieron implicados. En otras palabras, estamos a punto de ver la Verdad, por fin, salir a la luz. Y ojo porque este año hay elecciones al Congreso y Senado norteamericano, en las que los republicanos pueden alcanzar la mayoría…

Creo que es hora de que los responsables de medios de comunicación de habla hispana que leen esta web reflexionéis seriamente: ¿Cuánto tiempo más vais a estar ocultando la Verdad sobre el 11-S? ¿Cuáles serán las consecuencias de que os estalle en la cara de aquí a pocas semanas? ¿Podrán sobrevivir vuestros medios manteniendo la censura sobre este crucial tema hasta el final?

La entrevista al diputado norteamericano comienza en 1 hora 10 minutos. No puede contar lo que ha visto porque está sujeto al “secreto de Estado”, aunque lo da a entender claramente: Bandar Bin Sultán, amigo íntimo de los Bush, financió a los terroristas, algo que, por otro lado, está apareciendo casi todos los días últimamente. Por ejemplo, con el jefe de Al Qaeda en Líbano que ha sido detenido recientemente, Mayed al Mayed.

http://www.rafapal.com/?p=24261