Archivo de la categoría: EL PAPADO

El papa Francisco: «La Navidad que está llegando será una farsa»

El papa Francisco

La Navidad que está llegando será «falsa» e «inútil», ya que «el mundo entero está en guerra» y «no existe una justificación para ello», lamentó este jueves el papa Francisco durante una misa.

«Está llegando la Navidad y todo se llenará de luces, árboles y belenes. Pero todo será falso porque el mundo continuará haciendo guerras. Todo esto es una farsa. El mundo no ha comprendido el camino de la paz. El mundo entero está en guerra», dijo el sumo pontífice durante la misa matutina en la capilla de la residencia de Santa Marta, en el Vaticano.

El mundo no ha comprendido el camino de la paz

En su discurso, Francisco recordó a muchas víctimas inocentes que han sufrido conflictos armados por todo el mundo y lamentó que todavía muchos niños no tienen acceso a la educación. Según él, lo que queda de la guerra son «ruinas, miles de niños sin educación, tantos muertos inocentes. ¡Tantos! y tanto dinero en los bolsillos de los traficantes de armas».

En ese sentido, agregó que los que están desencadenado los conflictos armados y los que se benefician de la venta de armas «son malditos, son delincuentes», informa ‘The Independent‘.

Anteriormente, el papa había advertido que el mundo ya está viviendo un tercer conflicto bélico a escala mundial, el cual se está desarrollando de manera fragmentada a partir de conflictos, crímenes, masacres y destrucciones que recorren el planeta.

Por su parte, el Vaticano condenó «de la manera más radical» los atentados en París y manifestó que se trata de un ataque contra «la paz de toda la humanidad que requiere una reacción decidida y solidaria».

https://actualidad.rt.com/actualidad/192172-francisco-navidad-farsa-guerras

El papa Francisco advierte de que los atentados en París son «parte» de la Tercera Guerra Mundial

Los ataques terroristas perpetrados este viernes en París son parte de la tercera conflagración bélica mundial, asegura el papa Francisco. El pontífice ha manifestado su «consternación» por los atentados que han enlutado al pueblo francés.

«Estoy conmocionado, no entiendo estas cosas hechas por seres humanos (…) No hay justificación religiosa ni humana. No es humano», afirmó el papa en una entrevista telefónica con la cadena de televisión TV2000.

Según el pontífice, la serie de atentados perpetrados en la capital francesa, que dejó decenas de muertos y heridos, son «una parte» de la Tercera Guerra mundial. «Estoy cerca de los familiares de las víctimas y rezo por todos ellos. Estoy cerca de toda Francia, a la que quiero mucho», agregóFrancisco.

Anteriormente el papa había advertido que el mundo ya está viviendo un tercer conflicto bélico a escala mundial, el cual se está desarrollando de manera fragmentada a partir de conflictos, crímenes, masacres y destrucciones que recorren el planeta. Por su parte, el Vaticano condenó «de la manera más radical» los atentados en París y manifestó que se trata de un ataque contra «la paz de toda la humanidad que requiere una reacción decidida y solidaria».

https://actualidad.rt.com/actualidad/191458-francisco-atentados-paris-tercera-guerra-mundial

Los libros que denuncian la “forma escandalosa” como se manejan las finanzas en el Vaticano

Los libros que denuncian la “forma escandalosa” como se manejan las finanzas en el Vaticano

Se trata de «Via Crucis» del periodista italiano Gianluigi Nuzzi, y «Avaricia» del también periodista italiano Emiliano Fittipaldi.

Ambos autores aseguran que revelan la forma «escandalosa»como se manejan las finanzas y la riqueza de la Santa Sede, «la mala gestión y la resistencia interna» con que se ha enfrentado el papa Francisco en sus esfuerzos para reformar el Vaticano.

El Vaticano describió los libros como «el fruto de una grave traición al Papa» y este lunes arrestó a las dos personas que, dijo, habían filtrado los documentos que formaron la base de esos libros.

VaticanoImage copyrightGetty
Image captionDos personas fueron arrestadas «por filtrar documentos» que sirven de base para los nuevos libros.

«Fue una operación para sacar provecho de un acto seriamente ilícito de entregar documentación confidencial«, dijo el Vaticano.

Chiarelettere, la editorial italiana de «Via Crucis», asegura que el libro, dará a conocer «los enemigos irreconciliables que el papa Francisco tiene dentro del Vaticano y los problemas a los que se está enfrentando para erradicar la corrupción».

«Están los problemas con las donaciones» le dijo a la BBC Gianluigi Nuzzi, el autor de «Via Crucis».

«De cada 10 euros que se recaudan alrededor del mundo principalmente para la caridad del Papa, 6 euros terminan pagando los gastos y pérdidas de la Curia romana, 2 euros se ahorran y el Papa sólo puede usar 2 euros de cada 10», dice el autor.

«Esto me impactó: el mal manejo de los enormes activos de bienes raíces de la iglesia. Hay cientos de casas que se otorgan gratuitamente, departamentos en el que los arrendatarios pagan sólo 30 o 40 centavos al mes».

Arrestos

Lo cierto es que los libros ya provocaron una reacción en la Santa Sede.

El lunes el Vaticano ordenó el arresto del sacerdote español Lucio Ángel Vallejo Balda, el número dos en la Prefectura para Asuntos Económicos del Vaticano y la italiana Francesa Chaouqui, experta en relaciones públicas, por supuestamente haber filtrado la información que fue la base para ambos libros.

Lea: «Traición al Papa»: el Vaticano arresta a sacerdote español y mujer italiana por «filtrar documentos»

Los libros son la segunda parte de una saga que comenzó en 2012 cuando en otro libro publicado por Nuzzi, basado en documentos filtrados por el mayordomo del entonces papa Benedicto XVI, se expusieron las luchas internas en los más altos niveles del Vaticano.

Nuzzi Image copyrightEPA AP
Image captionNuzzi y Fittipaldi se basaron en documentos filtrados del Vaticano.

Tal como explica el corresponsal de la BBC en Roma, James Reynolds, «algunos creen que la publicación contribuyó a la decisión de Benedicto de retirarse de su cargo al año siguiente».

Un año después de ese escándalo una de las primeras medidas de Francisco fue crear una comisión de ocho expertos para reformar la burocracia del Vaticano y «limpiar» sus finanzas.

«Via Crucis», de Gianluigi Nuzzi, se basa en el trabajo de esa comisión y en la resistencia que ha encontrado para obtener información de los diversos departamentos de la Santa Sede que hasta ahora han podido gozar de casi total autonomía en sus presupuestos, contratación y gastos.

«Burocracia arraigada»

Según la agencia AP, que obtuvo una copia del libro antes de su publicación, éste «muestra un panorma de una burocracia profundamente arraigada en una cultura de malos manejos, desperdicios y secretos».

Otra de las revelaciones de «Vía Crucis» es la forma como se maneja el departamento «creador de santos», donde se eligen a los candidatos para la canonización.

El proceso involucra investigar los actos «heroicos» de candidatos potenciales, lo cual, dice Nuzzi, siempre ha estado rodeado de secretos. Y el financiamiento del departamento proviene de donantes deseosos de ver a su candidato canonizado.

ObisposImage copyrightAP
Image captionEl Papa «no es muy querido por los altos prelados» dice Gianluigi Nuzzi.

Nuzzi explica que «cuando la comisión le pidió a la oficina creadora de santos datos sobre su financiamiento y sus cuentas bancarias, ésta le dijo a la comisión que no tenía dichos documentos».

«La comisión entonces ordenó congelar las cuentas de la oficina en el banco del Vaticano» agrega.

Tal como le dijo a la BBC Gianluigi Nuzzi, el Papa «no es muy querido por los altos prelados«.

«La burocracia del Vaticano es muy poderosa, es capaz de bloquear el cambio».

El libro, aseguran quienes lo han leído, está escrito desde el punto de vista de los miembros de la comisión y se muestra solidario con su trabajo -y con el Papa-como nuevos reformadores del Vaticano.

Pero nunca se escucha a la «vieja guardia» de la Santa Sede ni se explican los motivos por los que está bloqueando dichas reformas.

«Avaricia»

El segundo libro, «Avaricia», escrito por el reportero de La Repubblica, Emiliano Fittipaldi, también detalla los malos manejos financieros de la Santa Sede.

BertoneImage copyrightReuters
Image caption«Avaricia» habla de los gastos para renovar el «mega penthouse» donde vive el cardenal Tarciso Bertone.

Entre sus revelaciones, que publicó el periodista el martes en el periódico, dice que una fundación para ayudar al hospital pediátrico Bambino Gesu en Roma pagó US$220.000 para la renovación del apartamento del exsecretario de Estado del Vaticano, el cardenal Tarciso Bertone, que ha sido descrito como un «mega penthouse».

Fittipaldi también asegura que US$410.000 donados en 2013 por iglesias alrededor del mundo para ayudar a los pobres terminaron «en una cuenta extraoficial que ha sido usada en el pasado para pagar los gastos departamentales del Vaticano».

«El libro no es sobre Francisco -dijo Fittipaldi- sino sobre una iglesia que parece muy alejada de sus palabras«.

El Vaticano, por su parte, indicó en una declaración que «publicaciones de esta naturaleza no ayudan de ninguna forma a establecer la claridad y la verdad, sino generan confusión y conclusiones tendenciosas parciales».

http://m.elmostrador.cl/noticias/pais/2015/11/05/los-libros-que-denuncian-la-forma-escandalosa-como-se-manejan-las-finanzas-en-el-vaticano/

la carta del Papa con motivo del Jubileo de la misericordia,2015-2016

Francisco concede una gracia especial a los sacerdotes de la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X

No sólamente cualquier sacerdote del mundo podrá perdonar el aborto, sino que los sacerdotes de la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X podrán confesar “válida y lícitamente” a cualquiera que se acerque a ellos. Son las dos grandes novedades que ha anunciado el Papa esta mañana, con motivo del próximo Jubileo de la Misericordia.

 

A continuación, la carta del Papa al Presidente del Consejo pontificio para la promoción de la nueva evangelización.

Al venerado hermano

Monseñor Rino Fisichella

Presidente del Consejo pontificio

para la promoción de la nueva evangelización

 

La cercanía del Jubileo extraordinario de la Misericordia me permite centrar la atención en algunos puntos sobre los que considero importante intervenir para facilitar que la celebración del Año Santo sea un auténtico momento de encuentro con la misericordia de Dios para todos los creyentes. Es mi deseo, en efecto, que el Jubileo sea experiencia viva de la cercanía del Padre, como si se quisiese tocar con la mano su ternura, para que se fortalezca la fe de cada creyente y, así, el testimonio sea cada vez más eficaz.

 

Mi pensamiento se dirige, en primer lugar, a todos los fieles que en cada diócesis, o como peregrinos en Roma, vivirán la gracia del Jubileo. Deseo que la indulgencia jubilar llegue a cada uno como genuina experiencia de la misericordia de Dios, la cual va al encuentro de todos con el rostro del Padre que acoge y perdona, olvidando completamente el pecado cometido. Para vivir y obtener la indulgencia los fieles están llamados a realizar una breve peregrinación hacia la Puerta Santa, abierta en cada catedral o en las iglesias establecidas por el obispo diocesano y en las cuatro basílicas papales en Roma, como signo del deseo profundo de auténtica conversión. Igualmente dispongo que se pueda ganar la indulgencia en los santuarios donde se abra la Puerta de la Misericordia y en las iglesias que tradicionalmente se identifican como Jubilares. Es importante que este momento esté unido, ante todo, al Sacramento de la Reconciliación y a la celebración de la santa Eucaristía con un reflexión sobre la misericordia. Será necesario acompañar estas celebraciones con la profesión de fe y con la oración por mí y por las intenciones que llevo en el corazón para el bien de la Iglesia y de todo el mundo.

 

Pienso, además, en quienes por diversos motivos se verán imposibilitados de llegar a la Puerta Santa, en primer lugar los enfermos y las personas ancianas y solas, a menudo en condiciones de no poder salir de casa. Para ellos será de gran ayuda vivir la enfermedad y el sufrimiento como experiencia de cercanía al Señor que en el misterio de su pasión, muerte y resurrección indica la vía maestra para dar sentido al dolor y a la soledad. Vivir con fe y gozosa esperanza este momento de prueba, recibiendo la comunión o participando en la santa misa y en la oración comunitaria, también a través de los diversos medios de comunicación, será para ellos el modo de obtener la indulgencia jubilar. Mi pensamiento se dirige también a los presos, que experimentan la limitación de su libertad. El Jubileo siempre ha sido la ocasión de una gran amnistía, destinada a hacer partícipes a muchas personas que, incluso mereciendo una pena, sin embargo han tomado conciencia de la injusticia cometida y desean sinceramente integrarse de nuevo en la sociedad dando su contribución honesta. Que a todos ellos llegue realmente la misericordia del Padre que quiere estar cerca de quien más necesita de su perdón. En las capillas de las cárceles podrán ganar la indulgencia, y cada vez que atraviesen la puerta de su celda, dirigiendo su pensamiento y la oración al Padre, pueda este gesto ser para ellos el paso de la Puerta Santa, porque la misericordia de Dios, capaz de convertir los corazones, es también capaz de convertir las rejas en experiencia de libertad.

 

He pedido que la Iglesia redescubra en este tiempo jubilar la riqueza contenida en las obras de misericordia corporales y espirituales. La experiencia de la misericordia, en efecto, se hace visible en el testimonio de signos concretos como Jesús mismo nos enseñó. Cada vez que un fiel viva personalmente una o más de estas obras obtendrá ciertamente la indulgencia jubilar. De aquí el compromiso a vivir de la misericordia para obtener la gracia del perdón completo y total por el poder del amor del Padre que no excluye a nadie. Será, por lo tanto, una indulgencia jubilar plena, fruto del acontecimiento mismo que se celebra y se vive con fe, esperanza y caridad.

 

La indulgencia jubilar, por último, se puede ganar también para los difuntos. A ellos estamos unidos por el testimonio de fe y caridad que nos dejaron. De igual modo que los recordamos en la celebración eucarística, también podemos, en el gran misterio de la comunión de los santos, rezar por ellos para que el rostro misericordioso del Padre los libere de todo residuo de culpa y pueda abrazarlos en la bienaventuranza que no tiene fin.

 

Uno de los graves problemas de nuestro tiempo es, ciertamente, la modificación de la relación con la vida. Una mentalidad muy generalizada que ya ha provocado una pérdida de la debida sensibilidad personal y social hacia la acogida de una nueva vida. Algunos viven el drama del aborto con una consciencia superficial, casi sin darse cuenta del gravísimo mal que comporta un acto de ese tipo. Muchos otros, en cambio, incluso viviendo ese momento como una derrota, consideran no tener otro camino por donde ir. Pienso, de forma especial, en todas las mujeres que han recurrido al aborto. Conozco bien los condicionamientos que las condujeron a esa decisión. Sé que es un drama existencial y moral. He encontrado a muchas mujeres que llevaban en su corazón una cicatriz por esa elección sufrida y dolorosa. Lo sucedido es profundamente injusto; sin embargo, sólo el hecho de comprenderlo en su verdad puede consentir no perder la esperanza. El perdón de Dios no se puede negar a todo el que se haya arrepentido, sobre todo cuando con corazón sincero se acerca al Sacramento de la Confesión para obtener la reconciliación con el Padre. También por este motivo he decidido conceder a todos los sacerdotes para el Año jubilar, no obstante cualquier cuestión contraria, la facultad de absolver del pecado del aborto a quienes lo han practicado y arrepentidos de corazón piden por ello perdón. Los sacerdotes se deben preparar para esta gran tarea sabiendo conjugar palabras de genuina acogida con una reflexión que ayude a comprender el pecado cometido, e indicar un itinerario de conversión verdadera para llegar a acoger el auténtico y generoso perdón del Padre que todo lo renueva con su presencia.

 

Una última consideración se dirige a los fieles que por diversos motivos frecuentan las iglesias donde celebran los sacerdotes de la Fraternidad de San Pío X. Este Año jubilar de la Misericordia no excluye a nadie. Desde diversos lugares, algunos hermanos obispos me han hablado de su buena fe y práctica sacramental, unida, sin embargo, a la dificultad de vivir una condición pastoralmente difícil. Confío que en el futuro próximo se puedan encontrar soluciones para recuperar la plena comunión con los sacerdotes y los superiores de la Fraternidad. Al mismo tiempo, movido por la exigencia de corresponder al bien de estos fieles, por una disposición mía establezco que quienes durante el Año Santo de la Misericordia se acerquen a los sacerdotes de la Fraternidad San Pío X para celebrar el Sacramento de la Reconciliación, recibirán válida y lícitamente la absolución de sus pecados.

Confiando en la intercesión de la Madre de la Misericordia, encomiendo a su protección la preparación de este Jubileo extraordinario.

Vaticano, 1 de septiembre de 2015.

FRANCISCUS

http://www.conocereisdeverdad.org/website/index.php?id=6836

«El papa Francisco insta a una rebelión contra el capitalismo»

El papa Francisco está fomentando la desobediencia social, llevando a una rebelión de las masas contra los superricos capitalistas, asegura el periodista Paul Farrel.
En su artículo para MarketWatch el columnista analiza el discurso del Sumo Pontífice en Bolivia del pasado 9 de julio.
«El reciente viaje de Francisco a América del Sur reveló un obvio mensaje socialista y anticapitalista que insta a un cambio estructural de la economía global que atenta contra el proyecto de Jesús», escribe Farrel.
Dicha conclusión del periodista se basa en los argumentos del papa presentados a continuación.
Tierra, techo y trabajo son «derechos sagrados»
Todas las personas tienen el derecho otorgado por Dios a un trabajo, a la posesión de tierra y a una vivienda, según la probablemente más audaz declaración del papa Francisco.
Por supuesto, no son promesas ni objetivos de los sistemas económicos actuales de EE.UU. y otras partes del mundo.
Tampoco están dentro de la enseñanza tradicional de la Iglesia católica, que aunque aboga por un trabajo digno, no lo declara un derecho otorgado por Dios, señala el periodista.
La gente, y no el beneficio, debe ser el foco de la economía global
Tildando el capitalismo no controlado como «dictadura sutil» y «estiércol del diablo», Francisco sostiene que cuando gobierna «la ambición desenfrenada de dinero», el «servicio para el bien común queda relegado».
«Digamos ‘¡No!’ a una economía de exclusión e inequidad donde el dinero reina en lugar de servir.
Esa economía mata.
Esa economía excluye.
Esa economía destruye a la Madre Tierra», insta el papa Francisco.
Miles de millones ya no pueden esperar más los cambios
Refiriéndose a las injusticias económicas el papa dijo que «el tiempo parece que se estuviera agotando; no alcanzó el pelearnos entre nosotros, sino que hasta nos ensañamos con nuestra casa».
El papa moviliza a la gente: «digámoslo sin miedo: queremos un cambio, un cambio real, un cambio de estructuras».
El cambio empieza desde abajo
El papa subraya que los cambios estructurales no llegan «porque se impuso tal o cual opción política».
Los cambios desde abajo funcionan, dijo, porque vivir «cada día, empapados, en el nudo de la tormenta humana» conmueve y mueve.
Obligación moral, un mandamiento
«La distribución justa de los frutos de la tierra y el trabajo humano no es mera filantropía. Es un deber moral. Para los cristianos, la carga es aún más fuerte: es un mandamiento.
Se trata de devolverles a los pobres y a los pueblos lo que les pertenece», recuerda Francisco.

Las profecías del Papa Juan XXIII sobre el contacto extraterrestre

Según el libro Las Profecías del Papa Juan XXIII, una obra de Pier Carpi publicada en el año de 1977, el Papa Juan XXIII habría predicho un importante encuentro con seres extraterrestres. Algunos incluso han llegado a creer que este Papa,  habría sido contactado por seres alienígenas.

papa

Ya nos podemos imaginar los amplios debates que ha generado este tema entre los amantes de la ufología y los miembros del clero. A continuación mostramos un breve resumen sobre este caso.

El inicio de este evento de contacto tendría lugar tras el hallazgo de algunos pergaminos en un lugar que podría estar en las islas Azores, y supuestamente estos pergaminos contienen información que resultará reveladora para la humanidad.

sobre

Las profecías.

En el libro de Carpi se listan varias profecías atribuidas a Juan XXIII, algunas relacionadas con los caminos que ha tomado la Iglesia, e incluso con la figura del Anticristo, pero esta vez nos limitaremos a analizar aquellos párrafos que llevaron a algunas personas a creer que el Papa predijo el contacto con civilizaciones extraterrestres.

“… los pergaminos encontrados en las Azores darán cuenta de antiguas civilizaciones que enseñaron a los hombres cosas antiguas que ellos ignoran. La muerte cesará y el dolor será escaso. A través de estos pergaminos las cosas de la Tierra hablarán a los hombres sobre las cosas del cielo…”

Profecías del Papa Juan XXIII sobre extraterrestres

Desde la perspectiva de Pier Carpi, el texto se refiere a unas escrituras hechas por antiguas civilizaciones que revelan una especie de ciencia desconocida de este pueblo, probablemente relacionadas con la medicina, debido a la frase: “La muerte cesará y el dolor será escaso”.

Sin embargo, la mención directa sobre los seres de otros planetas aparece en los párrafos siguientes. Todo apunta a que tras el descubrimiento de los pergaminos se llegará el tiempo del contacto.

“… las señales son cada vez más numerosas. Las luces en el cielo serán rojas, azules y verdes, y muy rápidas. Crecerán. Alguien viene de muy lejos. Quiere conocer a los hombres de la Tierra. Ya hubo encuentros, pero aquellos que los vieron realmente guardaron el secreto…”

Según la profecía de Juan XXIII, podrán apreciarse luces en el cielo que serán cada vez más frecuentes. Lamentablemente, Juan XXIII murió el día 3 de junio de 1963 y no ofreció una fecha aproximada para el descubrimiento de estos pergaminos.

sobre

El Papa Juan XXIII y su contacto con extraterrestres.

En el año 2008, el director del Observatorio del Vaticano, José Gabriel Funes, afirmó en una entrevista para el periódico italiano L’Observatorie Romano que “Dios pudo haber creado vida inteligente en otras parte del Universo e incluso podría tratarse de nuestros hermanos”, una declaración que en cuestión de minutos le dio la vuelta al mundo.

En 1985 el periódico inglés The Sun publicó una interesante nota que después fue reproducida por un periódico estadounidense en la que se afirmaba que el Papa Juan XXIII, a quien se le atribuían miles de actos milagrosos sanando personas alrededor del mundo, tuvo varios encuentros extraterrestres. Uno de estos, bastante especial y documentado por la iglesia de Roma, tuvo lugar en la casa de descanso del Papa, en Castell Gandolfo, en 1961.

Según una supuesta declaración de un asistente del Papa:

Profecías del Papa Juan XXIII sobre extraterrestres

“La nave espacial presentaba una forma ovalada y tenía luces intermitentes azules y ámbar. Sobrevoló nuestras cabezas y después aterrizó sobre el césped en el lado sur del jardín

Un ser extraño surgió de la nave; parecía humano con excepción de que estaba rodeado por una luz dorada y tenía orejas alargadas.

Su Santidad y yo nos alejamos. No sabíamos lo que veíamos. Pero dedujimos que no era de este mundo, por lo que debía ser un acontecimiento celestial.

El Santo Padre se levantó y caminó hacia el ser. Los dos se mantuvieron juntos entre 15 y 20 minutos, parecían hablar intensamente. Ellos no me llamaron, de modo que me mantuve en mi lugar y no pude escuchar nada de lo que hablaron.

El ser dio la vuelta y caminó a su nave, inmediatamente después despegó. El Sumo Pontífice se dirigió a mí y me dijo: ‘los hijos de Dios están en todas partes; a veces se nos dificulta reconocer a nuestros propios hermanos’”.

En aquel momento la nota no causó ninguna reacción, pero la retomaron en 2007, en un congreso de ufología en Perú.

sobre

El 23 de mayo de 1963 se anunció que el Papa estaba enfermo de cáncer de estómago y una semana más tarde, Angelo Giuseppe Roncalli (el verdadero nombre de Juan XXIII), murió en Roma.

http://marcianosmx.com/

«No se dejen llevar por las narices de los zurdos»: el video del Papa que indigna a las víctimas de abuso sexual en Chile

El papa Francisco y el cardenal chileno Ricardo Ezzati en el VaticanoImage copyrightAP
Image captionLa situación en Osorno ha marcado las relaciones del papa Francisco con a jerarquía católica chilena. Aquí con el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzatti, quien está siendo demandado por no haber detenido los abusos cometidos por el sacerdote Fernando Karadima.

«Conocemos el video», le dijo este lunes a BBC Mundo Ciro Benedittini, vicedirector de la oficina de prensa del Vaticano. «Pero preferiría no comentarlo».

Se refiere a un video de 1 minuto y 20 segundos grabado el 6 de mayo por un feligrés argentino en Roma y emitido este fin de semana, casi cinco meses después, por la televisión chilena.

En las imágenes, el Papa le responde en duros términos al diácono chileno y secretario general de la Conferencia Episcopal de Chile Jaime Coiro, quien le acaba de consultar en audiencia pública por la Iglesia de la ciudad de Osorno «que está rezando y sufriendo por usted».

«Osorno sufre, sí; por tonta», le responde Francisco.

Y agrega: «Piensen con la cabeza y no se dejen llevar por las narices de todos los zurdos».

Su repuesta a la polémica que no cesa desde que designó a Juan Barros como obispo de la diócesis de Osorno, una ciudad del sur de Chile donde viven unas 145 mil personas.

Vea el video con las declaraciones del Papa en YouTube

Apoyo y protestas

Barros fue cercano colaborador de Fernando Karadima Fariña, un prominente sacerdote a quien el Vaticano condenó en 2010 » a una vida de oración y penitencia» por su autoría en abusos sexuales contra menores.

Lea también: Juan Barros, el obispo de Chile al que sus feligreses le piden la renuncia

Juan BarrosImage copyrightAP
Image captionLa designación de Juan Barros como obispo de Osorno ha sido objeto de polémica.

El obispo perteneció a la parroquia donde Karadima cometió los delitos, que fueron reconocidos tanto por el Vaticano y la justicia chilena.

Pero asegura que «nunca se le pasó por la cabeza» lo que allí ocurría y que ya se había distanciado del sacerdote antes de su condena.

Los dichos de Barros, sin embargo, no han detenido las manifestaciones, que se repiten todas las semanas en Osorno con distinta intensidad.

Y aunque algunos sectores de la Iglesia, como la congregación de los sagrados Corazones, se han sumado a las peticiones de que renuncie, también cuenta con un fuerte respaldo dentro de la institución: a su toma de posesión asistieron 12 de los 31 obispos en ejercicio en Chile.

Protestas en OsornoImage copyrightEPA
Image captionLa designación ha generado constantes protestas en Osorno.

En el video de la polémica, el Papa Francisco le da todo su apoyo.

«Yo soy el primero en juzgar y castigar a alguien que tiene acusaciones de ese tipo. Pero, ¿en este caso? Ni una prueba. Al contrario» dice, levantando el índice.

Grabado en un iPad

Jaime Coiro, el diácono que le hizo la consulta al Pontífice afirma que le comunicó el intercambio que tuvo con Francisco a los obispos en cuanto regresó a Chile.

Meses después, «el 22 o 23 de junio», relata, recibió por correo electrónico el video, grabado por el argentino Rodolfo Sykora en su iPad.

Osorno sufre, sí; por tonta. Piensen con la cabeza y no se dejen llevar por las narices de todos los zurdos».

Francisco

Sykora le contó a la prensa chilena que hizo el registro por casualidad y que se lo envió Coiro con una clave.

El diácono asegura que no sabe cómo se filtró a los medios.

Pero conocido el video, el obispo Barros emitió una declaración: «Tengo mucha gratitud por el apoyo del Papa» y «rezo para que todos colaboremos en paz por el bien de Osorno».

Mientras que Marie Collins, sobreviviente de abusos de un sacerdote y miembro del Panel que asesora el Papa en la materia, se declaró «triste y desalentada»tras ver el video.

«Ni una prueba»

En el video, el Papa afirma categórico: «La única acusación que hubo contra ese obispo fue de-sa-cre-di-ta-da por la corte judicial».

Y, efectivamente, Barros no ha sido objeto directo de ninguna acción judicial.

Juan Carlos Cruz, una de las víctimas de KaradimaImage copyrightAFP
Image captionJuan Carlos Cruz es una de las víctimas de Karadima que acusa a Barros de haberlo encubierto.

«Han sido tantos procesos y tan complejos que no hemos pensado querellarnos contra Barros», le dice a BBC Mundo Juan Carlos Cruz, uno de los tres principales denunciantes de Karadima.

Pero el cuestionado obispo sí fue mencionado por víctimas y testigos en la investigación canónica y judicial, donde prestó declaración por oficio.

En el proceso vaticano, Cruz aseguró que Barros presenció los abusos en su contra y que tenía gran intimidad con Karadima, y que era parte del círculo que lo protegía y le facilitaba el control sobre sus víctimas.

«Se besaban, se toqueteaban. Yo lo he dicho en todas partes», afirma a BBC Mundo.

Y Cruz también reiteró sus declaraciones ante la justicia ordinaria, que acreditó los delitos de Karadima, pero los consideró prescritos.

Obispo BarrosImage copyrightReuters
Image captionLa ceremonia para que Juan Barros asumiera como obispo de Osorno debió acortarse debido a los disturbios.

En su fallo definitivo, los tribunales sólo mencionan a Barros en el testimonio de un sacerdote que describe cómo el cuestionado obispo integraba los «juicios públicos» que Karadima organizaba «para controlar a sus dirigidos» en la parroquia (el fallo vaticano los llama «súbditos sicológicos»), generando el clima que «se prestaba para los abusos».

Y en los próximos días, Barros deberá declarar una vez más ante la justicia, esta vez en la demanda civil que presentaron Cruz y otras dos de las víctimas de Karadima contra el Arzobispado de Santiago, por no haber detenido los abusos.

«Llamamos a Barros a declarar porque fue parte del encubrimiento«, le explica Cruz a BBC Mundo.

Según los laicos que protestan en Osorno, Barros no tiene cargos en su contra porque el Vaticano sólo apunta a los «autores» de delitos, y en el caso de la justicia penal, un posible encubrimiento se encontraría prescrito, igual que los delitos de Karadima.

Los «zurdos» del Papa

En el video, el Papa Francisco también critica a «los zurdos» que son «los que armaron la cosa», en referencia a las protestas en Osorno.

«Yo no soy de izquierda ni de derecha, yo soy alguien que denunció porque nos abusaron. No sé por qué el Papa se empecinó en llevar esto a una zona política. Yo no sé qué le pasó, esto no es de zurdos ni de derecha», dice Cruz.

Obispo BarrosImage copyrightReuters
Image captionBarros le agradeció al Papa por su apoyo.

«Zurdos y tontos, obvio desprecio sectario incompatible con el representante de Cristo», posteó en redes sociales otro de los denunciantes, el médico James Hamilton.

La referencia política, sin embargo, no es nueva en el caso de las protestas contra Barros.

A fines de septiembre, antes de que se publicara el video, Juan Carlos Claret, vocero de los laicos y laicas que piden la salida de Barros, aseguró en una radio informativa que el Papa había recibido la información de que ellos eran «comunistas y encapuchados» y que no tenían relación con la Iglesia.

«Me duele mucho que trate a la gente de Osorno como estúpida, como tonta», dice Cruz.

«Son gente esforzadísima, gente que vive en torno a su parroquia, la mayoría son catequistas, agentes pastorales, comprometidos con su iglesia, y los tratan así».

La falibilidad de Francisco

Papa FranciscoImage copyrightepa
Image captionEl exabrupto ha afectado la imagen del Papa entre algunos chilenos.

¿Y cuánto sabe el Papa del caso Barros?

El video del Papa dio origen a nuevas protestas contra Barros en Osorno y nuevas declaraciones en torno al caso.

Ciro Benedittini, el vicedirector de prensa del Vaticano, dice que hay que considerar las circunstancias.

«Fue una audiencia de tres horas y después saludó a unos cientos de personas», le dijo a BBC Mundo.

Y algo parecido sostiene Fernando Montes, rector de la Universidad jesuita Alberto Hurtado, en Santiago: «Es un exabrupto, es una improvisación hecha al paso en una entrevista pública».

El provincial de la Compañía de Jesús en Chile, Cristián del Campo, aseguró por su parte que las imágenes le confirmaban «que el Papa no está bien informado, porque personalmente no tengo esa impresión de la gente de Osorno».

«Quienes tienen que informarle sobre la situación de Osorno le ha hecho llegar una información que no es verídica», agregó Del Campo.

Aunque distinta opinión tenía en marzo de este año Jaime Coiro, el laico que hizo la pregunta del video en el Vaticano, según confirmó él mismo en redes sociales.

Ante la movilización de laicos y religiosos en Osorno, Coiro decía en marzo pasado en una entrevista tener «absoluta certeza de que el Papa está muy enterado de todo» en relación a Barros.

«¿Por qué él no podría equivocarse?», se preguntó entonces Coiro. «La infalibilidad del Papa no tiene que ver con estos asuntos».

Y agregó :»Él mismo ha dado muchos gestos de humildad, en los cristianos reconocer un error y enmendarlo es lo más propio de la vida de la fe», en relación a la designación de Barros como obispo de la sureña ciudad.

Tenía mucha esperanza, pero esta diatriba demuestra que bajo la máscara de este Papa bondadoso y progresista hay otra cosa».

Juan Carlos Cruz, víctima de abuso
AP

En febrero pasado, Cruz le envió una carta al Papa a través del nuncio apostólico Ivo Scapolo reiterando sus denuncias contra Barros.

Hoy le dice a BBC Mundo que el nuncio le pidió que «dejara de molestar». Lo mismo ha intentado a través del obispo de Boston, Sean O’Malley.

«Tenía mucha esperanza», le cuenta Cruz a BBC Mundo, «pero esta diatriba demuestra que bajo la máscara de este Papa bondadoso y progresista hay otra cosa«.

[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=8MJ-arsR7kE[/youtube]

http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/10/151006_chile_papa_video_zurdos_osorno_tonta_karadima_barros_polemica_abuso_sexual_iglesia_aw

EL ORIGEN DEL PAPADO

El despliegue del Papado constituye algo asombroso: nunca había sucedido algo comparable, que una autoridad religiosa, sin medios económicos o militares, se haya convertido en elemento clave (legal y cultural, espiritual y político) de la historia de Europa (y de occidente). Sus orígenes fueron humildes y oscuros: nadie puede señalar el momento en que surgió ni el día en que (bien entrado el siglo II) empezó a regir en Roma un obispo «monárquico», que se sintió responsable de la iglesia (o conjunto de iglesias) de la capital y extendió su influjo en el imperio. Tampoco sabemos el momento en que (entre el siglo III y IV) se presentó como heredero de Pedro y consiguió una autoridad casi jerárquico-imperial sobre gran parte de la cristiandad. Pero el papado surgió y rigió los destinos de Europa occidental desde el siglo VI al XV, conservando hasta ahora gran influjo, como vimos en los funerales de Juan Pablo II y como vemos en la preparación del Cónclave. Por eso es bueno recordar su origen, partiendo de los Doce apóstoles con Pedro y desde la antigua iglesia de Roma.

1. Los Doce apóstoles y Pedro. Jesús instituyó Doce mensajeros para preparar la llegada del «Reino de Dios» en las doce tribus de Israel. Tras la muerte de Jesús, ellos permanecieron en Jerusalén, esperando la conversión de los judíos y la llegada del Reino; pero no llegó como esperaban, ni los judíos en conjunto se convirtieron, de manera que perdieron su función. Pero mientras los Doce fracasaban, algunos cristianos nuevos, llamados helenistas, empezaron a extender el evangelio a los gentiles de cultura siria o griega; partiendo de ellos se extendió Iglesia a todo el mundo.
Pues bien, Pablo, uno de esos helenistas universales, afirma que el «fracaso» de los Doce fue providencial (cf. Rom 9-11), pues permitió que la Iglesia rompiera el modelo cerrado del judaísmo nacional. Más aún, Pedro, que había sido compañero de Jesús, el primero de los Doce, aceptó y ratificó ese cambio, de manera que la tradición ha podido presentarle como roca o fundamento de la iglesia universal (cf. Mt 16, 17-19). En esa línea, los cristianos posteriores reinterpretaron (invirtieron) la función de los Doce (ya desaparecidos), haciéndoles apóstoles universales. Surgió así la hermosísima «leyenda” donde se añade que los Doce, con Pedro a la cabeza, consagraron para sucederles a los obispos. Ni los Doce fueron apóstoles universales, ni los obispos sus sucesores estrictos; pero la historia no es como fue, sino como se cuenta.
Pues bien, el «cambio» de Pedro no es leyenda, sino historia esencial. Tras mantenerse un tiempo en Jerusalén con los Doce, él se «convirtió» y asumió la misión universal, al lado de Pablo (cf. Gal 2, 8). Dejó Jerusalén y fue primero a Siria (Antioquia: cf. Hech 12, 17 y Gal 2, 11) y después llegó a Roma donde vino también Pablo. Los dos esperaban el Reino de Dios para todos los pueblos, pero fueron acusados de causar disturbios y ejecutados. Roma era entonces signo de universalidad y tanto Pedro como Pablo eran universalistas. Entretanto, en Jerusalén había quedado Santiago, hermano de Jesús, defensor de un cristianismo judío, pero también él fue asesinado por un Sumo Sacerdote celoso, en torno al 62 d. C.

2. Roma, una iglesia sin obispo-papa. Los fundadores de su iglesia no fueron Pedro o Pablo, sino algunos judeo-cristianos helenistas que llegaron en época temprana, ocasionando tumultos en tiemposde Claudio (el 49 d. C. Cf. Suetonio, Claudius 25; Dion Casio, Historia 60, 6, 6). Más tarde, hacia el 60, llegaran Pablo y Pedro, que misionaron y fueron condenados a muerte (hacia el 64), dejando el recuerdo de su vida y obra. Por entonces la comunidad o comunidades tenían una administración presbiteral, conforme al modelo de las sinagogas, donde un consejo de “notables” (ancianos) dirigía la asamblea.
Otras comunidades habían ido introduciendo el modelo monárquico, con un Obispo o supervisor, como presidente, sobre los presbíteros. Pero Roma prefirió seguir la tradición. Por eso, contra lo que suele decirse, ni Pedro fue el obispo de Roma, ni dejó unos sucesores obispos. Durante más de un siglo, la iglesia siguió dirigida por un grupo de ancianos, entre los que han podido sobresalir Lino, Clemente o Evaristo (a quienes después llamarán papas). Sólo en la segunda mitad siglo II, de manera genral general, las iglesias asumieron una estructura monárquica, que dura hasta hoy. Con ese cambio, ellas marcaron su distancia respecto al judaísmo rabínico, que mantuvo un gobierno colegiado. Pero los judíos rabínicos se aislaron, formando un grupo nacional, mientras los cristianos episcopales pudieron abrir su evangelio a todos los estratos de la sociedad. Dado ese paso, los obispos de Roma pudieron presentarse como interlocutores ante la sociedad civil y apelar a Pedro como a fundador y primer obispo.

3. Roma, una iglesia con obispo. Junto a otros factores (recuerdo del sumo sacerdocio israelita, filosofía jerárquica helenista, genio político romano) en el surgimiento y despliegue de los obispos influyó la exigencia de mantener la visibilidad y el carácter social de la iglesia, frente al riesgo gnóstico, de disolución intimista. Por lógica interior, el cristianismo debería haberse convertido en un conjunto de agrupaciones espiritualistas, como tantas otras, que desaparecieron pronto. Pues bien, en contra de eso, las iglesias se unificaron y fortalecieron en torno a sus obispos, trazando, para justificar ese cambio, unas genealogías o listas de «obispos» que se habrían mantenido fieles desde los apóstoles, especialmente en Roma, que empezó a ser para muchos el punto de referencia de la identidad cristiana.
Entre los partidarios del cambio está Hegesipo, un oriental que vino a Roma para buscar su lista seguida de obispos (Cf. Eusebio de Cesarea: Historia Eclesiástica, II, 23, 4-8 etc). Hacia el año 180, Ireneo de Lyon ofrece también una lista de «obispos de Roma» como garantes de la tradición cristiana, pues «en ella se ha conservado siempre, para todos los hombres, la tradición de los apóstoles» (Adversus haereses, III, 3, 2). De esa forma proyectaron hacia el principio la estructura y las instituciones posteriores de la iglesia, defendiendo su carácter social y jerárquico.
Esta «invención» de los obispos fue providencial para la iglesia posterior. Pero entre el comienzo de las comunidades (hacia el año 40-60) hasta el establecimiento del episcopado estable (hacia el 160/180) quedan más de cien años de iglesia esencial, a los que tienen que volver los cristianos, para conocer su identidad. La iglesia episcopal y jerárquica pudo pactar después con el imperio romano, de manera que el obispo de Roma será, en clave cristiana, lo más parecido al emperador como sabe el Cronógrafo romano (siglo IV) y ratifica más tarde la donación apócrifa pero canónicamente esencial de Constantino. Ese proceso de «concentración» administrativa resulta lógico y se ha dado en muchos movimientos políticos y sociales,que pasan de un régimen colegiado y carismático a la concentración de poder que posibilita la pervivencia del grupo.

4. El Papa, obispo de Roma. En el proceso anterior ha tenido una importancia esencial el obispo de Roma (llamado Papa, padrecito), porque dirige la iglesia de capital del imperio y porque apela al recuerdo de Pedro (interpretando jerárquicamente las palabras de Mt 16,17-19). A lo largo de todo el primer milenio (como manda Hipólito, Tradición Apostólica), la iglesia de Roma elegía a su Papa-obispo con la «participación de todo el pueblo», lo mismo que las otras.
Roma empezó siendo una iglesia hermana, pero después creció su poder, por prestigio y por político. No se puede olvidar el prestigio: entre el siglo II y el siglo IV, la iglesia romana vivió una experiencia fascinante de identificación interior y organización social que le permitió superar «herejías» (de Marción o Valentín) y mantenerse firme ante el imperio. Su obispo fue tomando cada vez más autoridad, de manera que los cristianos de diversas partes (especialmente los de lengua latina) acudían a Roma, pidiendo consejo y buscando solución para sus problemas. Más tarde, entre el siglo VI y el IX, la iglesia romana dirigió el proceso de cristianización de occidente, viniendo a presentarse como gran poder moral de Europa.
Ha sido un poder positivo y discutido (ruptura con los ortodoxos, lucha por las investiduras y cruzadas, Reforma protestante y guerras de religión…), pero ha configurado nuestra historia. Somos lo que somos porque el papado ha existido y ha trasmitido junto al cristianismo los valores de la cultura helenista y romana. Pero nos parece que su tiempo «tradicional» ha terminado. Ahora, pasados 1600 años, tras una historia gloriosa y tensa, debe replantear su origen y sentido cristiano, desde los principios del Evangelio. En este contexto se sitúa el entierro de Juan Pablo II (con él parece despedirse y acabar un tipo de papado) y el próximo cónclave. Es muy posible que la iglesia católica quiera mantener y mantenga la figura del Papa, pero tendrá que introducir en ella unos cambios radicales, por fidelidad a sí misma y al mensaje de Jesús. Este será uno de los últimos cónclaves al estilo del segundo milenio. Es muy posible que dentro de poco los papas vuelvan a ser ante todo, como en el primer milenio, obispos de Roma, elegidos por sus comunidades, realizando una función de comunión, no de dirección centralizada, sobre el resto de las iglesias. Tendrán que volver a ganar su autoridad, si quieren seguir existiendo. Pero con eso empezará una historia distinta.

Xabier Pikaza, teólogo

http://www.tirant.com/editorial/monocnt?daId=109&patron=03&

Krzysztof Charamsa, el teólogo gay que desafía al Vaticano

Krzysztof CharamsaImage copyrightGetty
Image captionCharamsa aseguró a Il Corriere della Sera que siempre supo que era homosexual.

Quería armar un alboroto y lo ha conseguido. Krzysztof Charamsa se convirtió en el primer sacerdote que trabaja en el Vaticano en declarar abiertamente su homosexualidad.

Lo ha hecho en un momento crítico: en la víspera del sínodo sobre la familia, en el que prelados de todo el mundo debatirán sobre temas como el trato a los divorciados o a los homosexuales.

Charamsa no ha querido ser discreto: salió del armario con una larga entrevista publicada este sábado en Il Corriere della Sera, el diario de mayor circulación en Italia, en la que invita a la Iglesia a aceptar plenamente a los fieles homosexuales.

Lea: Teólogo del Vaticano hace público que es gay y que mantiene una relación con un hombre

«Quiero que la iglesia y mi comunidad sepan quién soy: un sacerdote homosexual, feliz y orgulloso de su identidad. Estoy dispuesto a pagar las consecuencias, pero es hora de que la Iglesia abra sus ojos a los creyentes homosexuales y entienda que la solución que les ofrece la abstinencia total de la vida del amor, es inhumana», dijo.

En el corazón del Vaticano

Charamsa no es un sacerdote cualquiera. Lleva 17 de sus 43 años de vida residiendo en Roma, donde desde 2003 es oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe, encargada precisamente de defender la doctrina de la Iglesia.

Además es secretario de la Comisión Teológica Internacional del Vaticano y es profesor de Teología en la Universidad Pontificia Gregoriana y en la Universidad Pontificia Regina Apostolorum en Roma.

Krzysztof CharamsaImage copyrightEPA
Image captionCharamsa: «Me gustaría decir al Sínodo que el amor homosexual es un amor familiar».

El Vaticano ya anunció que no podrá continuar en esos cargos.

Un debate bajo presión

Las palabras de Charamsa cayeron como una bomba en el Vaticano cuyo portavoz, Federico Lombardi, las calificó de «irresponsables», sobre todo por producirse en la antesala del Sínodo Ordinario para la Familia, que se celebrará hasta el 25 de octubre.

«A pesar del respeto que merecen los hechos y circunstancias personales y las reflexiones sobre ellos, la elección de declarar algo tan clamoroso en la víspera de la apertura de Sínodo resulta muy grave e irresponsable», dijo Lombardi en un comunicado.

El portavoz del Vaticano denunció que las declaraciones de Charamsa buscaban «someter la asamblea sinodal a una presión mediática injustificada».

Charamsa no lo niega. Al contrario, admitió que su revelación pública busca llevar un mensaje a la Iglesia. «Quiero con mi historia sacudir un poco la conciencia de la Iglesia», reconoció.

«Me gustaría decir al Sínodo que el amor homosexual es un amor familiar, que necesita de la familia. Todas las personas, incluso los gays, lesbianas o transexuales, lleva en su corazón el deseo de amar y de la familiaridad», agregó.

Puesta en escena

Si la entrevista de Charamsa con Il Corriere della Sera estaba pensada para crear impacto, no lo estaba menos la rueda de prensa que ofreció ayer en la que se presentó acompañado por su pareja sentimental.

Además planeaba asistir la noche del sábado en Roma a la primera reunión internacional de homosexuales católicos, organizada en la víspera del Sínodo de la familia con el objetivo de presionar en favor del diálogo de la iglesia con sus fieles homosexuales.

Krzysztof CharamsaImage copyrightGetty
Image captionCharamsa compareció ante la prensa acompañado por su pareja sentimental.

————————————————————————————————————————-

El verdadero debate

Existe el texto y luego está el subtexto.

El tema oficial en discusión durante las tres semanas que durará el encuentro de cardenales y obispos procedentes de todo el mundo, encabezado por el propio papa Francisco, es cómo la Iglesia se asegura de que las familias sigan sus enseñanzas.

La prohibición del uso de métodos anticonceptivos, por ejemplo, es actualmente más incumplida que acatada.

Pero la repentina revelación de un prelado polaco de que es homosexual, de que tiene un amante catalán y de que aparentemente es miembro de un muy rumorado pero nunca reconocido «lobby gay» en el corazón de la Iglesia católica amenaza con alterar el buen funcionamiento de un encuentro largamente esperado.

El subtexto se refiere a si la Iglesia debería relajar su tradicional hostilidad hacia las parejas del mismo sexo en una época en la que incluso el Papa argumenta: ¿quién soy yo para juzgar?

Aunque el prelado gay no ha enviado aún su carta de renuncia al papa Francisco, el momento que escogió para su revelación ha levantado en los medios de comunicación una tormenta que resulta improbable que amaine pronto.

Y hay aún un libro en el horizonte que podría revelar mayores detalles sobre sus doce años de vida secreta en el Vaticano.

David Willey, corresponsal de la BBC en Roma

http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/10/151003_teologo_gay_homosexual_vaticano_sinodo_ab

Benedicto XVI sigue siendo el Vicario de Cristo

misa

Una de las más agudas y encendidas discusiones entre destacados canonistas italianos y vaticanos es la que se refiere a la invalidez de la renuncia del Papa Benedicto XVI.

 

Quienes sostienen que la renuncia fue inválida argumentan que, si bien Ratzinger anunció que dejaba el papado libremente por no tener ya las fuerzas para enfrentar graves problemas de la Iglesia, su decisión no fue del todo libre, pues estuvo constreñida por dos amenazas: de muerte y de cisma. Esas coacciones, que vinieron a conocerse posteriormente, habrían hecho el acto de la renuncia jurídicamente nulo por inexistencia, dado que la presión moral a que fue sometido invalida ese acto.

El grupo de canonistas que sostiene la invalidez de la renuncia tienen hoy al menos tres elementos a su favor.

avennire

Primero, la publicación de L´Avennire, el periódico de los obispos italianos que, en su gaceta del 7 de enero de 2015 reveló que Benedicto XVI fue objeto de una traición y de una conjura, mediante las cuales lo coaccionaron a dimitir. En la página 2 del periódico, sección editorial a cargo del director Marco Tarquinio, se lee: «hubieron ambientes que por motivos de poder y hostigamiento, traicionaron y complotaron para eliminar al Papa Ratzinger, y lo obligaron a renunciar».

Segundo, la revelación del sacerdote jesuita Arnaldo Zenteno en el número 3 de su «Informe» sobre la sucesión, en donde afirma que, cuando el recién electo Francisco fue a Castel Gandolfo para visitar a Benedicto XVI, éste último le confió, en el almuerzo, cómo una de las causas que más influyeron en su renuncia fue constatar las amenazas que recibió, «pues ya se había tomado la decisión de matarlo».

papas

Tercero, la amenaza de cisma por la que un grupo de cardenales, sobre todo alemanes, le hicieron saber que tenían una lista con firmas de sacerdotes, religiosos, obispos y cardenales modernistas prontos a constituir una nueva Iglesia separa de Roma si él no aceptaba sus exigencias.

Esas dos amenazas, de muerte y de cisma, hacen que la resolución de Benedicto XVI está viciada in radice («desde su raíz», no subsanable), ya que la violencia moral a la que fue sometido anula canónicamente la validez del acto de la renuncia.

Pero hay todavía una prueba más contundente que las tres anteriores, y es el discurso de despedida que el mismo Papa Ratzinger pronunció ante la curia romana el 27 de febrero, un día antes de tomar el helicóptero para retirarse temporalmente a Castel Gandolfo.

En esa alocución se refirió a la invitación que recibió de Dios cuando fue electo Papa el 19 de abril de 2005. En esa ocasión dijo (párrafo 23) que la vocación que recibió de Cristo es ad vitam (para toda la vida) y que, por ello, nunca podrá renunciar a ella (como siempre lo entendieron todos los Papas en la historia de la Iglesia): «El siempre es también un para siempre, no hay más un retorno a lo privado».

despedida

Además, Benedicto estableció, ante los órganos jurídicos de la Iglesia, que él conservaría la sotana blanca, mantendría el apelativo «Su Santidad», conservaría las llaves de Pedro en su escudo, y seguiría siendo Papa, añadiendo simplemente el epíteto «emérito». Esto último es muy significativo pues, cuando el Papa Gregorio XII renunció, volvió a ser cardenal, y cuando el Papa Celestino V renunció, volvió a ser monje. No lo estableció así el Papa Benedicto XVI.

Ese discurso expresa claramente su convicción de que él seguiría siendo el Vicario de Cristo, y de que solamente estaba renunciando a los cargos administrativos del papado. Sic et simpliciter.

http://www.ultimostiempos.org/7-noticias/184-vicario

Las 11 frases más importantes del papa Francisco ante la Asamblea de Naciones Unidas

El papa Francisco pronunció un prolongado discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde se refirió a diversos temas globales desde los abusos financieros sobre los países en vías de desarrollo hasta el narcotráfico y el cambio climático.

1 – «El poder tecnológico en manos de ideologías nacionalistas o falsamente universales es capaz de producir tremendas atrocidades«.
2 – «Hay que evitar todo tipo de abuso con los países en vías de desarrollo. Los organismos no deben tener una misión asfixiante hacia ellos. Lejos de promover el progreso someten a las naciones a un sistema de mayor pobreza y dependencia«.
 
3 – «El panorama mundial hoy nos presenta, sin embargo, muchos falsos derechos, y –a la vez– grandes sectores indefensos, víctimas más bien de un mal ejercicio del poder«
4 – «Dar a cada uno lo suyo significa que ningún grupo humano se puede considerar autorizado a pasar por encima de las otras personas singulares o sus instituciones sociales«.
5 – «El ambiente es un bien fundamental. El hombre no está autorizado para destruirlo. El abuso y la destrucción van acompañados de un imparable proceso de exclusión«.
6 – «Los más pobres son los que más sufren, por un triple motivo: son descartados por la sociedad, obligados a vivir del descarte y deben sufrir las consecuencias del ambiente. Es la cultura del descarte«.
7 – «Hay que evitar el nominalismo declaracionista con un efecto tranquilizador en la conciencia«.
8 – «Las armas de destrucción masiva son un fraude a las Naciones Unidas, que pasarían a ser naciones unidas en la desconfianza. Hay que avanzar hacia una total destrucción de estos elementos«.
9 – «El narcotráfico silenciosamente viene cobrándose la vida de millones de personas. Va acompañado de la trata de personas, del lavado de activos, del tráfico de armas, de la explotación infantil y de la corrupción«.
 
10 – «El narcotráfico es una guerra asumida y pobremente combatida«.
 
11 – «El gaucho Martín Fierro, un clásico de la literatura en mi tierra natal, canta: ‘Los hermanos sean unidos porque esa es la ley primera. Tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos se pelean, los devoran los de afuera’«.
El papa Francisco ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.
El discurso completo del papa Francisco:
 

Señor Presidente,

Señoras y Señores,

Buenos días,

Una vez más, siguiendo una tradición de la que me siento honrado, el Secretario General de las Naciones Unidas ha invitado al Papa a dirigirse a esta honorable Asamblea de las Naciones. En nombre propio y en el de toda la comunidad católica, Señor Ban Ki-moon, quiero expresarle el más sincero y cordial agradecimiento. Agradezco también sus amables palabras.

Saludo asimismo a los Jefes de Estado y de Gobierno aquí presentes, a los Embajadores, diplomáticos y funcionarios políticos y técnicos que los acompañan, al personal de las Naciones Unidas empeñado en esta 70 Sesión de la Asamblea General, al personal de todos los programas y agencias de la familia de la ONU, y a todos los que de un modo u otro participan de esta reunión. Por medio de ustedes saludo también a los ciudadanos de todas las naciones representadas en este encuentro. Gracias por los esfuerzos de todos y de cada uno en bien de la humanidad.

Esta es la quinta vez que un Papa visita las Naciones Unidas. Lo hicieron mis predecesores Pablo VI en 1965,Juan Pablo II en 1979 y 1995 y, mi más reciente predecesor, hoy el Papa Emérito Benedicto XVI, en 2008. Todos ellos no ahorraron expresiones de reconocimiento para la Organización, considerándola la respuesta jurídica y política adecuada al momento histórico, caracterizado por la superación tecnológica de las distancias y fronteras y, aparentemente, de cualquier límite natural a la afirmación del poder. Una respuesta imprescindible ya que el poder tecnológico, en manos de ideologías nacionalistas o falsamente universalistas, es capaz de producir tremendas atrocidades. No puedo por menos que asociarme al aprecio de mis predecesores, reafirmando la importancia que la Iglesia Católica concede a esta institución y las esperanzas que pone en sus actividades.

La historia de la comunidad organizada de los Estados, representada por las Naciones Unidas, que festeja en estos días su 70 aniversario, es una historia de importantes éxitos comunes, en un período de inusitada aceleración de los acontecimientos. Sin pretensión de ser exhaustivo, se puede mencionar la codificación y el desarrollo del derecho internacional, la construcción de la normativa internacional de derechos humanos, el perfeccionamiento del derecho humanitario, la solución de muchos conflictos y operaciones de paz y reconciliación, y tantos otros logros en todos los campos de la proyección internacional del quehacer humano.

Todas estas realizaciones son luces que contrastan la oscuridad del desorden causado por las ambiciones descontroladas y los egoísmos colectivos. Es cierto que aún son muchos los graves problemas no resueltos, pero también es evidente que, si hubiera faltado toda esa actividad internacional, la humanidad podría no haber sobrevivido al uso descontrolado de sus propias potencialidades. Cada uno de estos progresos políticos, jurídicos y técnicos son un camino de concreción del ideal de la fraternidad humana y un medio para su mayor realización.

Rindo pues, homenaje a todos los hombres y mujeres que han servido leal y sacrificadamente a toda la humanidad en estos 70 años. En particular, quiero recordar hoy a los que han dado su vida por la paz y la reconciliación de los pueblos, desde Dag Hammarskjöld hasta los muchísimos funcionarios de todos los niveles, fallecidos en las misiones humanitarias, de paz y reconciliación.

La experiencia de estos 70 años, más allá de todo lo conseguido, muestra que la reforma y la adaptación a los tiempos siempre es necesaria, progresando hacia el objetivo último de conceder a todos los países, sin excepción, una participación y una incidencia real y equitativa en las decisiones. Esta necesidad de una mayor equidad, vale especialmente para los cuerpos con efectiva capacidad ejecutiva, como es el caso del Consejo de Seguridad, los organismos financieros y los grupos o mecanismos especialmente creados para afrontar las crisis económicas. Esto ayudará a limitar todo tipo de abuso o usura sobre todo con los países en vías de desarrollo. Los organismos financieros internacionales han de velar por el desarrollo sostenible de los países y la no sumisión asfixiante de éstos a sistemas crediticios que, lejos de promover el progreso, someten a las poblaciones a mecanismos de mayor pobreza, exclusión y dependencia.

La labor de las Naciones Unidas, a partir de los postulados del Preámbulo y de los primeros artículos de su Carta Constitucional, puede ser vista como el desarrollo y la promoción de la soberanía del derecho, sabiendo que la justicia es requisito indispensable para obtener el ideal de la fraternidad universal. En este contexto, cabe recordar que la limitación del poder es una idea implícita en el concepto de derecho. Dar a cada uno lo suyo, siguiendo la definición clásica de justicia, significa que ningún individuo o grupo humano se puede considerar omnipotente, autorizado a pasar por encima de la dignidad y de los derechos de las otras personas singulares o de sus agrupaciones sociales. La distribución fáctica del poder (político, económico, de defensa, tecnológico, etc.) entre una pluralidad de sujetos y la creación de un sistema jurídico de regulación de las pretensiones e intereses, concreta la limitación del poder. El panorama mundial hoy nos presenta, sin embargo, muchos falsos derechos, y –a la vez– grandes sectores indefensos, víctimas más bien de un mal ejercicio del poder: el ambiente natural y el vasto mundo de mujeres y hombres excluidos. Dos sectores íntimamente unidos entre sí, que las relaciones políticas y económicas preponderantes han convertido en partes frágiles de la realidad. Por eso hay que afirmar con fuerza sus derechos, consolidando la protección del ambiente y acabando con la exclusión.

Ante todo, hay que afirmar que existe un verdadero «derecho del ambiente» por un doble motivo. Primero, porque los seres humanos somos parte del ambiente. Vivimos en comunión con él, porque el mismo ambiente comporta límites éticos que la acción humana debe reconocer y respetar. El hombre, aun cuando está dotado de «capacidades inéditas» que «muestran una singularidad que trasciende el ámbito físico y biológico» (Laudato Si‘, 81), es al mismo tiempo una porción de ese ambiente. Tiene un cuerpo formado por elementos físicos, químicos y biológicos, y solo puede sobrevivir y desarrollarse si el ambiente ecológico le es favorable. Cualquier daño al ambiente, por tanto, es un daño a la humanidad. Segundo, porque cada una de las creaturas, especialmente las vivientes, tiene un valor en sí misma, de existencia, de vida, de belleza y de interdependencia con las demás creaturas. Los cristianos, junto a otras religiones monoteístas, creemos que el universo proviene de una decisión de amor del Creador, que permite al hombre servirse respetuosamente de la creación para el bien de sus semejantes y para gloria del Creador, pero que no puede abusar de ella y mucho menos está autorizado a destruirla. Para todas las creencias religiosas, el ambiente es un bien fundamental (cf. ibíd., 81).

El abuso y la destrucción del ambiente, al mismo tiempo, van acompañados por un imparable proceso de exclusión. En efecto, un afán egoísta e ilimitado de poder y de bienestar material lleva tanto a abusar de los recursos materiales disponibles como a excluir a los débiles y con menos habilidades, ya sea por tener capacidades diferentes, discapacidades o porque están privados de los conocimientos e instrumentos técnicos adecuados o poseen insuficiente capacidad de decisión política. La exclusión económica y social es una negación total de la fraternidad humana y un gravísimo atentado a los derechos humanos y al ambiente. Los más pobres son los que más sufren estos atentados por un triple grave motivo: son descartados por la sociedad, son al mismo tiempo obligados a vivir del descarte y deben injustamente sufrir las consecuencias del abuso del ambiente. Estos fenómenos conforman la hoy tan difundida e inconscientemente consolidada «cultura del descarte».

Lo dramático de toda esta situación de exclusión e inequidad, con sus claras consecuencias, me lleva junto a todo el pueblo cristiano y a tantos otros a tomar conciencia también de mi grave responsabilidad al respecto, por lo cual alzo mi voz, junto a la de todos aquellos que anhelan soluciones urgentes y efectivas. La adopción de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible en la Cumbre mundial que iniciará hoy mismo, es una importante señal de esperanza. Confío también que la Conferencia de París sobre el cambio climático logre acuerdos fundamentales y eficaces.

No bastan, sin embargo, los compromisos asumidos solemnemente, aunque constituyen, ciertamente, un paso necesario para las soluciones. La definición clásica de justicia a que aludí anteriormente contiene como elemento esencial una voluntad constante y perpetua: Iustitia est constans et perpetua voluntas ius suum cuique tribuendi. El mundo reclama de todos los gobernantes una voluntad efectiva, práctica, constante, de pasos concretos y medidas inmediatas, para preservar y mejorar el ambiente natural y vencer cuanto antes el fenómeno de la exclusión social y económica, con sus tristes consecuencias de trata de seres humanos, comercio de órganos y tejidos humanos, explotación sexual de niños y niñas, trabajo esclavo, incluyendo la prostitución, tráfico dedrogas y de armas, terrorismo y crimen internacional organizado. Es tal la magnitud de esta situación y el grado de vidas inocentes que va cobrando, que hemos de evitar toda tentación de caer en un nominalismo declaracionista con efecto tranquilizador en las conciencias. Debemos cuidar que nuestras instituciones sean realmente efectivas en la lucha contra todos estos flagelos.

La multiplicidad y complejidad de los problemas exige contar con instrumentos técnicos de medida. Esto, empero, comporta un doble peligro: limitarse al ejercicio burocrático de redactar largas enumeraciones de buenos propósitos –metas, objetivos e indicadores estadísticos–, o creer que una única solución teórica y a priori dará respuesta a todos los desafíos. No hay que perder de vista, en ningún momento, que la acción política y económica, solo es eficaz cuando se la entiende como una actividad prudencial, guiada por un concepto perenne de justicia y que no pierde de vista en ningún momento que, antes y más allá de los planes y programas, hay mujeres y hombres concretos, iguales a los gobernantes, que viven, luchan, sufren, y que muchas veces se ven obligados a vivir miserablemente, privados de cualquier derecho.

Para que estos hombres y mujeres concretos puedan escapar de la pobreza extrema, hay que permitirles ser dignos actores de su propio destino. El desarrollo humano integral y el pleno ejercicio de la dignidad humana no pueden ser impuestos. Deben ser edificados y desplegados por cada uno, por cada familia, en comunión con los demás hombres y en una justa relación con todos los círculos en los que se desarrolla la socialidad humana –amigos, comunidades, aldeas y municipios, escuelas, empresas y sindicatos, provincias, naciones–. Esto supone y exige el derecho a la educación –también para las niñas, excluidas en algunas partes–, derecho a la educación que se asegura en primer lugar respetando y reforzando el derecho primario de las familias a educar, y el derecho de las Iglesias y de las agrupaciones sociales a sostener y colaborar con las familias en la formación de sus hijas e hijos. La educación, así concebida, es la base para la realización de la Agenda 2030 y para recuperar el ambiente.

Al mismo tiempo, los gobernantes han de hacer todo lo posible a fin de que todos puedan tener la mínima base material y espiritual para ejercer su dignidad y para formar y mantener una familia, que es la célula primaria de cualquier desarrollo social. Este mínimo absoluto tiene en lo material tres nombres: techo, trabajo y tierra; y un nombre en lo espiritual: libertad de espíritu, que comprende la libertad religiosa, el derecho a la educación y todos los otros derechos cívicos.

Por todo esto, la medida y el indicador más simple y adecuado del cumplimiento de la nueva Agenda para el desarrollo será el acceso efectivo, práctico e inmediato, para todos, a los bienes materiales y espirituales indispensables: vivienda propia, trabajo digno y debidamente remunerado, alimentación adecuada y agua potable; libertad religiosa, y más en general libertad de espíritu y educación. Al mismo tiempo, estos pilares del desarrollo humano integral tienen un fundamento común, que es el derecho a la vida y, más en general, el que que podríamos llamar el derecho a la existencia de la misma naturaleza humana.

La crisis ecológica, junto con la destrucción de buena parte de la biodiversidad, puede poner en peligro la existencia misma de la especie humana. Las nefastas consecuencias de un irresponsable desgobierno de la economía mundial, guiado solo por la ambición de lucro y del poder, deben ser un llamado a una severa reflexión sobre el hombre: «El hombre no es solamente una libertad que él se crea por sí solo. El hombre no se crea a sí mismo. Es espíritu y voluntad, pero también naturaleza» (Benedicto XVI, Discurso al Parlamento Federal de Alemania, 22 septiembre 2011; citado en Laudato Si‘, 6). La creación se ve perjudicada «donde nosotros mismos somos las últimas instancias […] El derroche de la creación comienza donde no reconocemos ya ninguna instancia por encima de nosotros, sino que solo nos vemos a nosotros mismos» (Id., Discurso al Clero de la Diócesis de Bolzano-Bressanone, 6 agosto 2008; citado ibíd.). Por eso, la defensa del ambiente y la lucha contra la exclusión exigen el reconocimiento de una ley moral inscrita en la propia naturaleza humana, que comprende la distinción natural entre hombre y mujer (cf. Laudato Si’, 155), y el absoluto respeto de la vida en todas sus etapas y dimensiones (cf. ibíd., 123; 136).

Sin el reconocimiento de unos límites éticos naturales insalvables y sin la actuación inmediata de aquellos pilares del desarrollo humano integral, el ideal de «salvar las futuras generaciones del flagelo de la guerra» (Carta de las Naciones Unidas, Preámbulo) y de «promover el progreso social y un más elevado nivel de vida en una más amplia libertad» (ibíd.) corre el riesgo de convertirse en un espejismo inalcanzable o, peor aún, en palabras vacías que sirven de excusa para cualquier abuso y corrupción, o para promover una colonización ideológica a través de la imposición de modelos y estilos de vida anómalos, extraños a la identidad de los pueblos y, en último término, irresponsables. La guerra es la negación de todos los derechos y una dramática agresión al ambiente. Si se quiere un verdadero desarrollo humano integral para todos, se debe continuar incansablemente con la tarea de evitar la guerra entre las naciones y entre los pueblos.

Para tal fin hay que asegurar el imperio incontestado del derecho y el infatigable recurso a la negociación, a los buenos oficios y al arbitraje, como propone la Carta de las Naciones Unidas, verdadera norma jurídica fundamental. La experiencia de los 70 años de existencia de las Naciones Unidas, en general, y en particular la experiencia de los primeros 15 años del tercer milenio, muestran tanto la eficacia de la plena aplicación de las normas internacionales como la ineficacia de su incumplimiento. Si se respeta y aplica la Carta de las Naciones Unidas con transparencia y sinceridad, sin segundas intenciones, como un punto de referencia obligatorio de justicia y no como un instrumento para disfrazar intenciones espurias, se alcanzan resultados de paz. Cuando, en cambio, se confunde la norma con un simple instrumento, para utilizar cuando resulta favorable y para eludir cuando no lo es, se abre una verdadera caja de Pandora de fuerzas incontrolables, que dañan gravemente las poblaciones inermes, el ambiente cultural e incluso el ambiente biológico.

El Preámbulo y el primer artículo de la Carta de las Naciones Unidas indican los cimientos de la construcción jurídica internacional: la paz, la solución pacífica de las controversias y el desarrollo de relaciones de amistad entre las naciones. Contrasta fuertemente con estas afirmaciones, y las niega en la práctica, la tendencia siempre presente a la proliferación de las armas, especialmente las de destrucción masiva como pueden ser las nucleares. Una ética y un derecho basados en la amenaza de destrucción mutua –y posiblemente de toda la humanidad– son contradictorios y constituyen un fraude a toda la construcción de las Naciones Unidas, que pasarían a ser «Naciones unidas por el miedo y la desconfianza». Hay que empeñarse por un mundo sin armas nucleares, aplicando plenamente el Tratado de no proliferación, en la letra y en el espíritu, hacia una total prohibición de estos instrumentos.

El reciente acuerdo sobre la cuestión nuclear en una región sensible de Asia y Oriente Medio es una prueba de las posibilidades de la buena voluntad política y del derecho, ejercidos con sinceridad, paciencia y constancia. Hago votos para que este acuerdo sea duradero y eficaz y dé los frutos deseados con la colaboración de todas las partes implicadas. En ese sentido, no faltan duras pruebas de las consecuencias negativas de las intervenciones políticas y militares no coordinadas entre los miembros de la comunidad internacional. Por eso, aun deseando no tener la necesidad de hacerlo, no puedo dejar de reiterar mis repetidos llamamientos en relación con la dolorosa situación de todo el Oriente Medio, del norte de África y de otros países africanos, donde los cristianos, junto con otros grupos culturales o étnicos e incluso junto con aquella parte de los miembros de la religión mayoritaria que no quiere dejarse envolver por el odio y la locura, han sido obligados a ser testigos de la destrucción de sus lugares de culto, de su patrimonio cultural y religioso, de sus casas y haberes y han sido puestos en la disyuntiva de huir o de pagar su adhesión al bien y a la paz con la propia vida o con la esclavitud.

Estas realidades deben constituir un serio llamado a un examen de conciencia de los que están a cargo de la conducción de los asuntos internacionales. No solo en los casos de persecución religiosa o cultural, sino en cada situación de conflicto, como en Ucrania, en Siria, en Irak, en Libia, en Sudán del Sur y en la región de los Grandes Lagos, hay rostros concretos antes que intereses de parte, por legítimos que sean. En las guerras y conflictos hay seres humanos singulares, hermanos y hermanas nuestros, hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, niños y niñas, que lloran, sufren y mueren. Seres humanos que se convierten en material de descarte cuando solo la actividad consiste solo en enumerar problemas, estrategias y discusiones.

Como pedía al Secretario General de las Naciones Unidas en mi carta del 9 de agosto de 2014, «la más elemental comprensión de la dignidad humana obliga a la comunidad internacional, en particular a través de las normas y los mecanismos del derecho internacional, a hacer todo lo posible para detener y prevenir ulteriores violencias sistemáticas contra las minorías étnicas y religiosas» y para proteger a las poblaciones inocentes.

En esta misma línea quisiera hacer mención a otro tipo de conflictividad no siempre tan explicitada pero que silenciosamente viene cobrando la muerte de millones de personas. Otra clase de guerra que viven muchas de nuestras sociedades con el fenómeno del narcotráfico. Una guerra «asumida» y pobremente combatida. El narcotráfico por su propia dinámica va acompañado de la trata de personas, del lavado de activos, del tráfico de armas, de la explotación infantil y de otras formas de corrupción. Corrupción que ha penetrado los distintos niveles de la vida social, política, militar, artística y religiosa, generando, en muchos casos, una estructura paralela que pone en riesgo la credibilidad de nuestras instituciones.

Comencé esta intervención recordando las visitas de mis predecesores.

Quisiera ahora que mis palabras fueran especialmente como una continuación de las palabras finales del discurso de Pablo VI, pronunciado hace casi exactamente 50 años, pero de valor perenne, cito: «Ha llegado la hora en que se impone una pausa, un momento de recogimiento, de reflexión, casi de oración: volver a pensar en nuestro común origen, en nuestra historia, en nuestro destino común. Nunca, como hoy, […] ha sido tan necesaria la conciencia moral del hombre, porque el peligro no viene ni del progreso ni de la ciencia, que, bien utilizados, podrán […] resolver muchos de los graves problemas que afligen a la humanidad» (Discurso a los Representantes de los Estados, 4 de octubre de 1965).

Entre otras cosas, sin duda, la genialidad humana, bien aplicada, ayudará a resolver los graves desafíos de la degradación ecológica y de la exclusión. Continúo con Pablo VI: «El verdadero peligro está en el hombre, que dispone de instrumentos cada vez más poderosos, capaces de llevar tanto a la ruina como a las más altas conquistas» (ibíd.). Hasta aquí Pablo VI.

La casa común de todos los hombres debe continuar levantándose sobre una recta comprensión de la fraternidad universal y sobre el respeto de la sacralidad de cada vida humana, de cada hombre y cada mujer; de los pobres, de los ancianos, de los niños, de los enfermos, de los no nacidos, de los desocupados, de los abandonados, de los que se juzgan descartables porque no se los considera más que números de una u otra estadística. La casa común de todos los hombres debe también edificarse sobre la comprensión de una cierta sacralidad de la naturaleza creada.

Tal comprensión y respeto exigen un grado superior de sabiduría, que acepte la trascendencia de uno mismo, que renuncie a la construcción de una elite omnipotente, y comprenda que el sentido pleno de la vida singular y colectiva se da en el servicio abnegado de los demás y en el uso prudente y respetuoso de la creación para el bien común. Repitiendo las palabras de Pablo VI, «el edificio de la civilización moderna debe levantarse sobre principios espirituales, los únicos capaces no sólo de sostenerlo, sino también de iluminarlo» (ibíd.).

El gaucho Martín Fierro, un clásico de la literatura en mi tierra natal, canta: «Los hermanos sean unidos porque esa es la ley primera. Tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos pelean, los devoran los de afuera».

El mundo contemporáneo, aparentemente conexo, experimenta una creciente y sostenida fragmentación social que pone en riesgo «todo fundamento de la vida social» y por lo tanto «termina por enfrentarnos unos con otros para preservar los propios intereses» (Laudato Si‘, 229).

El tiempo presente nos invita a privilegiar acciones que generen dinamismos nuevos en la sociedad hasta que fructifiquen en importantes y positivos acontecimientos históricos (cf. Evangelii gaudium, 223). No podemos permitirnos postergar «algunas agendas» para el futuro. El futuro nos pide decisiones críticas y globales de cara a los conflictos mundiales que aumentan el número de excluidos y necesitados.

La laudable construcción jurídica internacional de la Organización de las Naciones Unidas y de todas sus realizaciones, perfeccionable como cualquier otra obra humana y, al mismo tiempo, necesaria, puede ser prenda de un futuro seguro y feliz para las generaciones futuras. Y lo será si los representantes de los Estados sabrán dejar de lado intereses sectoriales e ideologías, y buscar sinceramente el servicio del bien común. Pido a Dios Todopoderoso que así sea, y les aseguro mi apoyo, mi oración y el apoyo y las oraciones de todos los fieles de la Iglesia Católica, para que esta Institución, todos sus Estados miembros y cada uno de sus funcionarios, rinda siempre un servicio eficaz a la humanidad, un servicio respetuoso de la diversidad y que sepa potenciar, para el bien común, lo mejor de cada pueblo y de cada ciudadano. Que Dios los bendiga a Todos.

Visita del Papa a Cuba: ¿por qué Francisco le regaló a Fidel Castro un libro de Armando Llorente?

Fidel y Francisco intercambian regalosImage copyrightAFP
Image captionFrancisco sostuvo un «encuentro informal» de 30 minutos con Fidel Castro en La Habana.

Armando Llorente fue el jesuita que en 2007 «quiso absolver» a Fidel Castro. Más de 60 años antes, había sido tutor de colegio del líder cubano.

Pero este español tuvo que dejar Cuba en 1961 para exiliarse en Miami después del triunfo de la revolución. Falleció allí en 2010.

Con esos antecedentes, es sorprendente que el papa Francisco, quien visita Cuba, le obsequiara a Fidel Castro un libro y dos discos con las reflexiones y sermones de Llorente.

¿Quién era?

Según Austen Ivereigh, quien escribió la biografía del Papa «El gran reformador», el obsequio del máximo representante de la Santa Sede llevaba un mensaje.

«En otras palabras, el regalo a Fidel del libro de padre Llorente y los CDs puede haber sido para ayudar a ‘El Jefe’ a reconciliarse con su pasado», escribió el autor católico en su cuenta de Twitter.

Ivereigh recordó que Llorente conoció a Fidel Castro en la década del 40, cuando el jesuita fue profesor del joven Castro en el colegio de Belén en La Habana.

Este domingo el papa Francisco se reunió con el líder cubano, de 89 años, durante aproximadamente 30 minutos en la residencia del expresidente.

El vocero del Vaticano, Federico Lombardi, calificó la reunión entre Francisco y el revolucionario como un «encuentro informal».

Francisco se reunió con jóvenes cubanosImage copyrightAFP
Image captionFrancisco se reunió con jóvenes cubanos después de su visita a Fidel Castro.

La conversación con intercambio de regalos contó con la presencia de la familia de Castro.

Lombardi, en conferencia de prensa, no explicó los motivos de Francisco de regalar un libro y audios de Llorente a Castro.

Conoce más del encuentro del Papa con Fidel Castro

En una entrevista con la agencia española EFE en 2007, Llorente dijo que viajaría «inmediatamente» a Cuba si es que el expresidente cubano decidía convocarlo.

«Lo primero que haríamos sería darnos un abrazo tremendo, reírnos recordando las aventuras que tuvimos juntos, que fueron innumerables y muy bonitas», dijo el cura jesuita.

Sin embargo, el religioso aseguró que después de ello hablaría de «la verdad» con Castro.

Llorente dijo entonces que su mayor anhelo espiritual era «absolver» a su exalumno, siempre y cuando éste pida disculpas públicas «porque sus pecados no son sólo personales».

Paradojicamente, Llorente fue durante años acusado por sectores conservadores de ser mentor de Fidel Castro y uno de los responsables de las decisiones que tomó a lo largo de su vida.

Carteles con el rostro de FidelImage copyrightReuters
Image captionCarteles con el rostro de Fidel acompañaron el paso de Francisco por la Habana.

Castro, en su autobiografía «La victoria estratégica», recordó lo que Llorente escribió en su anuario del graduación:

«Se distinguió en todas las asignaturas relacionadas con las letras. Excelencia y congregante, fue un verdadero atleta, defendiendo siempre con valor y orgullo la bandera del colegio. Cursará la carrera de Derecho y no dudamos de que llenará con páginas brillantes el libro de su vida».

Los obsequios

Lombardi detalló que Francisco también entregó a Castro dos libros del sacerdote italiano Alessandro Pronzato: «La boca se nos llenó de risas», de corte humorístico y «Evangelios molestos», que son meditaciones evangélicas.

El Papa obsequió además sus encíclicas «Evangelii Gaudium» y «Laudato Si».

Lee también: Cómo fue crecer en un estado oficialmente ateo

El expresidente de Cuba entregó al máximo representante de la Santa Sede el libro «Fidel y la religión», una entrevista larga que Frei Betto le realizó en 1985.

Betto, teólogo de la liberación brasileño, viajó a Cuba el jueves para presenciar la visita papal.

Papa Francisco y Fidel CastroImage copyrightAP
Image captionEl papa Francisco se reunió con el líder cubano, de 89 años, durante aproximadamente 30 minutos en la residencia del expresidente.

En entrevista con BBC Mundo, recordó que aquel libro «vendió 1,3 millones de ejemplares en Cuba».

Frei Betto añadió que en aquella época fue cuando «Fidel volvió a conversar con obispos cubanos».

El libro que se publicó en La Habana recorre la vida de Castro con énfasis en sus experiencias y relación con el mundo religioso.

Sin embargo, en las más de 300 páginas del libro, no existe ni una mención a su antiguo tutor.

http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/09/150920_libro_llorente_tutor_fidel_bm

¿Por qué para el Papa es más cómodo ir a La Habana que a Washington?

Image copyrightAFP
Image captionEl Papa ha destacado por su estilo desenfadado.

No son demasiadas las ocasiones en que unos ateos reciben mejor a un Papa que un grupo de cristianos.

Pero eso es precisamente lo que va a vivir el papa Francisco en su visita a Cuba, que hasta hace poco era un país oficialmente ateo, y a Estados Unidos, que imprime en cada billete el lema «In God We Trust» (Confiamos en Dios).

Mientras lo más prominente del conservadurismo de EE.UU. debate si Francisco es más peligroso por sus pronunciamientos contra el cambio climático o por sus críticas al capitalismo sin regulación, en Cuba se preparan para «un acontecimiento trascendental», como dijo el canciller cubano, Bruno Rodríguez.

Lea también: Los cambios cosméticos que dejan en Cuba las visitas papales

Este sistema ya no aguanta, no lo aguantan los campesinos, no lo aguantan los trabajadores»

Papa Francisco
Getty

Por supuesto que en EE.UU. lo van a recibir con todas las deferencias del caso. El presidente Barack Obama va a tener un gesto extraordinario en términos de protocolo diplomático: recibirlo al pie del avión en lugar de esperarlo en la Casa Blanca.

Y también, claro, hay en Cuba quien espera de él que no se limite a darse abrazos con Raúl Castro y le plantee el siempre delicado tema de las libertades y la represión a la oposición.

Pero, como nunca antes, el oficialismo en Cuba aparece alineado con el discurso del Papa y en EE.UU. las opiniones están, cuando menos, divididas.

Superestrella

A Cuba llegará Bergoglio el sábado como una superestrella, entre otras cosas, por el crédito que le da haber sido uno de los principales artífices del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana.

Como gesto de buena voluntad, el gobierno ya liberó más de 3.500 presos.

Image copyrightAFP
Image captionSe espera que Obama reciba al Papa al pie del avión.

Al obispo auxiliar de La Habana, Juan de Dios Hernández, le gusta comparar al papa Francisco con el Muro de Berlín.

«Nunca hubiéramos imaginado que de repente un día allí habría un puente», dice Hernández. «El 17 de diciembre, el papa Francisco hizo lo mismo: se convirtió en el puente entre el presidente Obama y Raúl Castro».

Aquel día, Obama y Castro anunciaron el inicio del proceso que llevó al restablecimiento de relaciones diplomáticas, hecho en el que Bergoglio jugó un papel fundamental.

Derechos humanos

Pero por supuesto, en Cuba, está la otra cara de la moneda, los que esperan que el Papa se salga algo del guión para denunciar la situación de los derechos humanos y de las libertades políticas.

Según Hernández, el Papa hablará con total libertad y seguro que no evitará abordar asuntos complicados durante su encuentro privado con Castro.

Image copyrightAP
Image captionUna de las últimas «aparaciones» públicas del Papa fue su reciente visita a una óptica.
Image copyrightGetty
Image captionLas autoridades cubanas preparan una recepción por todo lo alto.

Pero para el activista disidente Antonio Rodiles, que lo haga en privado no resultará suficiente.

«Esperamos que el Papa, desde la propia posición que debe tener la Iglesia y la propia doctrina social de la Iglesia, hable de las libertades y el respeto por la dignidad humana», le dijo Rodiles a BBC Mundo.

«Y creo que eso es fundamental que ocurra en esta visita», agregó.

El activista también se refirió a las palabras del cardenal Jaime Ortega, quien «decía que la Iglesia no está para cambiar gobiernos».

«Mi respuesta fue que eso es cierto, pero tampoco para apuntalar dictaduras», señaló Rodiles.

«Esperamos que esta visita no sirva para apuntalar esta dictadura, sino para que el régimen adquiera el compromiso del respeto a la dignidad humana, con la apertura y el aumento de las libertades de los cubanos».

Image copyrightReuters
Image captionBenedicto XVI también estuvo en Cuba, así como antes Juan Pablo II.

El discurso más esperado

Tras dejar Cuba, el martes el Papa viajará a Estados Unidos, donde seguro recibirá las muestras de cariño de los devotos en las calles de Washington, Nueva York y Filadelfia.

Eso sí, en el país ese fervor no es unánime. Para William Galtson, analista del Brookings Institute, en EE.UU. el Papa se va a encontrar un ambiente político muy polarizado, con gran parte de la población de acuerdo con él y una porción equivalente en contra de sus ideas.

«Su desafío será llegar a la gente que no está de acuerdo con él», le dijo Galtson a BBC Mundo.

Cuando la avidez por el dinero tutela todo el sistema socioeconómico arruina la sociedad, condena al hombre»

Encíclica Laudato si’
AFP

El momento más delicado, lo vivirá probablemente cuando se dirija a los miembros del Congreso estadounidense, donde es mayoría la oposición de derechas.

Enfrascado en una precampaña electoral, en el Partido Republicano no ven con demasiados buenos ojos las posiciones del Papa, siempre crítico con lo que llama «el capitalismo salvaje».

En el Capitolio, hablará el mismo hombre que en su reciente viaje a Bolivia llamó a «un cambio real, un cambio de estructuras».

«Este sistema ya no aguanta, no lo aguantan los campesinos, no lo aguantan los trabajadores, no lo aguantan las comunidades, ni lo aguantan los pueblos. Y tampoco lo aguanta la Tierra, la hermana Madre Tierra», dijo Francisco.

Image copyrightAFP
Image captionEl discurso ante el Capitolio es uno de los momentos más esperados.

Y esa idea, no son ni más ni menos que un ataque a la línea de flotación de las más profundas convicciones de gran parte de la sociedad estadounidense y de sus representantes, ante los que hablará en sede legislativa.

El Papa es previsible que elija bien las palabras a la hora de transmitir su mensaje en el Capitolio.

Porque como señala Galtson, como buen diplomático, tratará de ofrecer su mensaje «teniendo a la audiencia en cuenta».

«El Papa entiende que si ofreces un mensaje a quien puede no estar de acuerdo contigo, va a ser importante hacer un puente desde donde estás tú a donde están ellos», señaló.

La «Encíclica verde»

En el Capitolio, no son pocos los que recibieron con profundo desagrado su«Laudato si'», la llamada «Encíclica verde», el documento en el que el Papa no sólo llamó a combatir el deterioro del medioambiente sino que ligó el asunto de forma fundamental a las desigualdades sociales.

«Cuando la avidez por el dinero tutela todo el sistema socioeconómico arruina la sociedad, condena al hombre, lo convierte en esclavo, destruye la fraternidad interhumana, enfrenta pueblo contra pueblo y, como vemos, incluso pone en riesgo esta nuestra casa común», escribió el Papa.

Image copyrightReuters
Image captionLos republicanos están enfrascados en la precampaña electoral.

Esas palabras le valieron una andanada de críticas de parte de comentaristas conservadores: quienes ya lo tachaban de «marxista» llegaron a calificarlo del «hombre más peligroso del mundo».

Uno de los republicanos que salió a criticar al Papa fue el candidato presidencial Jeb Bush, quien dijo que no considera de recibo que la política económica la marquen ni los obispos, ni los cardenales ni el Papa.

«Me parece que la religión debe ser más sobre hacernos mejores como personas y menos acerca de cuestiones políticas», dijo Bush, convertido al catolicismo.

Pero por supuesto, son las mismas palabras que se reciben con tanto entusiasmo en los círculos castristas.

Hasta tal punto, que por más que fuera en broma, Raúl Castro llegó a decir que volverá a rezar si Francisco sigue así. Claro, los conservadores de EE.UU. piensan exactamente lo contrario.

—http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/09/150916_papa_francisco_visita_cuba_eeuu_az