Pitagoras de Samo.
La búsqueda filosófica no contempló en el pasado el escisión propio de la cultura occidental a cuyo hemos señalado primera. En efecto, Jamblico afirmó, en “sobre vida de Pitagoras “(cap, XII, 58-59, se dice que Pitagoras haya sido lo primero a llamarle mismo filósofo, no limitándose a introducir este nuevo nombre, pero explicando de ello el efectivo sentido… La Sabiduría es un real saber alrededor de lo Bonito, al Primo y a lo Divino siempre idénticos a el mismos, de que las otras cosas participan. La filosofía es en cambio deseo de semejante contemplación especulativa. Bonito es por tanto también este esfuerzo interior de formación espiritual, que contribuye a la purificación de los hombres” por Pitagora.
No al azar, Pitagoras, como otro griegos, estuvo en India y aprendió importantes conocimientos.
Schopenhauer escribe (cfr.www.estovest.org/tradizione/shopenhauer) “Segundo Apuleyo, Pitagoras sería hasta empalme hasta en India, y habría sido instruido por los mismos brahmani. Por consiguiente, yo creo que la filosofía y el conocimiento de Pitagoras, cierto sumamente apreciables, no he consistido mucho en lo que él ha pensado, cuánto en lo que él ha aprendido.” (Fragmentos sobre la historia de la filosofía en Parerga y paralipomena. Schopenhauer todavía escribirá, a propósito de los viajes a India de los filósofos sus contemporáneos “Vosotros fuerais cola como maestros y volvierais como discípulos del ascoso sentido. Allá cayeron por vosotros los velos” (Sobre la ética, en Parerga y paralipomena, VIII, 115)
La búsqueda filosófica no fue un saber académico, pero búsqueda iniciática destinada pero no a todo. Este limitado destino no se recondujo a un carácter orgulloso o aristócrata del saber iniciático pero a la diferente receptividad de las personas debida al mucho grado evolutivo, en cuanto diferentes son las experiencias individuales libremente experimentadas en el ciclo de las reencarnaciones. En razón de eso, S. Pablo en dirigirles a sus discípulos para explicar que algunas cosas no pudieran ser reveláis, utilizó la famosa metáfora sobre las comidas líquidas destinadas a los niños y sobre las comidas sólidas les destinadas a los adultos.
Todavía “tengo que muchas cosas decirvos, pero no podéis soportarlas por ora”(Evangelio de Juan VI,12).
“Cuando estuvo solo, los que estaban alrededor de él junto con los doce le preguntaban en cuanto a las Parábolas. Y él les Decía: «A vosotros se os ha dado el misterio del reino de Dios; pero para los que Están fuera, todas las cosas Están en Parábolas, para que viendo vean y no perciban, y oyendo oigan y no entiendan; de modo que no se conviertan y les sea perdonado.» “(Evangelio de Marcos 4-10,11,12).
“Con muchas Parábolas semejantes les hablaba la palabra, conforme a lo que Podían Oír. 34 No les hablaba sin Parábolas, pero en privado les explicaba todo a sus Discípulos. ” (Evangelio de Marcos 4-34).
“No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen y después se vuelvan contra vosotros y os despedacen”.(Mateo 7, 6).
Sobre este argumento tenemos que muchas cosas decir, difíciles de explicar porque os habéis puesto lentos a entender. En efecto, vosotros que deberíais ser ya maestros por razones de tiempo, necesitáis nueva que alguien os enseña los primeros elementos de los oráculos de Dios y os habéis puesto necesitados de leche y no de comida sólida. Ahora, quién todavía se alimenta de leche es ignorante de la doctrina de la justicia, porque todavía es un niño. En cambio el nutrimento sólido es para los hombres hechos, los que tienen las facultades ejercitadas a distinguir lo bueno del malo (S.Pablo, Cartas a los Judíos).
“Entre los perfectos hablamos, sí, de sabiduría, pero de una sabiduría que no es de este mundo, ni de los dominadores de este mundo que son reducidos al nada; hablamos de una sabiduría divina, misteriosa, que ha quedado escondida, y que Dios ha predispuesto antes de los siglos por nuestra gloria. Nadie de los dominadores de este mundo ha podido conocerla; si la hubieran conocido, no hubieran crucificado al Dios de la gloria (S. Pablo Cartas a los Corintios 2-6).
Platón habló de filosofía transmitida por los dei, de tradición antigua, de doctrina antigua siempre hace falta creer en estas santas y antiguas doctrinas “. Esta doctrina es distinguida por la filosofía destinada a los iniciados (Teeteto 155) y, a los hijos de la Tierra” (Sofista 247) los que sustentan tercamente que todo lo que que no estoy capaz de apretar entre las manos en hasta de las cuentas no existe absolutamente.” En cambio, la filosofía transmitida por los dei se dirige a los iniciados, a los Amigos de las Ideas, a pocas personas (Político, 297; República IV 428). Un Dios en persona haciéndonos este regalo también ha hecho nuestra salvación” (Epínomis 977).
Afirma Heráclito ”A ellos es dirigido la enseñanza del Efesio, no a los otros hombres, que no son animados por el deseo de conocer la verdad, de que no comprenden el valor y el sentido, indiferentes e inconscientes, casi durmientes. A los otros hombres evitan las cosas que hacen cuando están despiertos, como no saben cuánto cumplen durmientes.”
En la Teología Mística, Diogenes Areopagita escribe “Cuida a que nadie de las iniciadas escuchas: me refiero a los que quedan prisionero de las realidades, que piensan que nada exista encima de modo esencial de los seres, que creen de conocer con su ciencia el que ha hecho tiniebla su escondite” [Salmos 17,12]. ¿Si las divinas iniciaciones van más allá de las capacidades de ésos, qué debería decir a propósito de los que todavía soy menos iniciados, que definen también la causa transcendente de todo a través de los seres más bajos, y que dicen que ella no es para nada superior a las impías y variadas representaciones forjaran por ellos? “
Alguna filosofía religiosa nació admirablemente concorde entre los persas y con Hermes entre los Egipcios; se nutrió enseguida luego con Orfeo y Aglaofemo cerca de los tracios por crecimiento con Pitagoras entre los griegos y los Itálicos y llegar por fin a cumplimiento en Atenas con Platón. Fue costumbre de los antiguos teólogos esconder los divinos misterios bajo fórmulas matemáticas y metáforas poéticas, porque no le fueran difundidos al vulgo (Ficino en la introducción a los Enéadas de Plotino).
Hay por tanto una doctrina antigua, un saber antiguo que no tiene nunca abandonato el hombre ya desde los orígenes que ha empapado con manifestaciones diferentes todos los pueblos y todas las religiones. A éste saber originario saca la filosofía iniciática, y también la enseñanza de los Evangelios, y a este mismo saberse reconduce la enseñanza de Peter Deunov y O.M.Aivanhov.
También S.Agustin reconoce la existencia de este antiguo saber. Él afirma en las Confesiones (cap.13.3): También he dicho: “Éste es, a nuestros tiempos, la religión cristiana conociendo y siguiéndola que se consigue la salvación con lo máximo de seguridad y de certeza”. Me he expresado así, haciendo referencia al nombre y no a la realidad que él propone. Efectivamente aquel qué hora toma el nombre de religión cristiana, ya existió en antiguo y fue consiente ni siquiera al origen del género humano, hasta que vino Cristo en la carne. Fue entonces que la verdadera religión, que existió ya, empezó a ser llamada cristiana. Cuando, después de la resurrección y la ascensión en cielo, los Apóstoles empezaron a predicar el Cristo y muchísimo creyente se volvieron, estuvo a Antioquía que por la primera vez, como es escrito, sus discípulos fueron llamados “Cristianos.” Por éste he dicho: Éstos es a nuestros tiempos la religión cristiana, no porque un tiempo no existiera, pero porque más tarde tomas este nombre.
El guarda de éste saber divino, de este áncora de salvación para el hombre, es el orden de Melquisedec manifestación del Espíritu del Cristo, cuyo papel es evidenciado en los Evangelios, en el Génesis y en las cartas de S.Pablo, y en el apocalipsis, además de, bajo diferente nombre, en otras grandes religiones. Él es el garante de la continuidad de éste Saber, de esta filosofía divina en todos los tiempos y puede desarrollar este papel en cuanto, como San Pablo subraya, él está sin padre, sin madre, sin genealogía, sin principio de días ni fin de vida, hecho parecido al Hijo de Dios y queda para siempre” sacerdote. Por tales razones es el Maestro de todos los Maestros. A su Orden en efecto el mismo Jesús perteneció.