Dios Ptah, esposo de Sekhmet
Los egipcios tenían claro lo absurdo de idolatrar (reverenciar un objeto sin vida). Por eso hacían hincapié en el poder de la energía, que a veces inunda un objeto material llenándolo de vida. De ahí que tuvieran un ritual deAnimación de ciertas estatuas. Por ejemplo varias de la diosa leona, Sekhmet. Digo esto por la curiosa abundancia de testimonios sensoriales, en la actualidad, a partir del contacto con algunas de las conservadas en el Museo Británico de Londres, pero sobre todo con la estatua ubicada en un pequeño recinto, del santuario del dios Ptah (perteneciente al reinado del faraón Tutmosis III, hacia el año 1475 a.C.), cercano al templo de Amón en Karnak (y al contrario que este último, apenas visitado por turistas). Curiosos efectos subjetivos, muy personales (lo que entraría de lleno en el campo de su energía) que recorren toda una gama psíquica o física: sueños, mareos, visiones, audición de respiraciones, subidas energéticas, sobrecogimiento…
El significado de su nombre es “La Poderosa”, y se la representa como una mujer con cabeza de leona, coronada por un disco solar y una cobra. El símbolo del sol es ancestral en multitud de culturas, y es equivalente al león, al águila, (sin ir más lejos entre los indios sioux). Diferentes aspectos para una misma manifestación de dos caras. Lo solar contiene el aspecto benéfico de lo curativo, lo fértil, lo cálido. Y el aspecto de lo hiriente, lo árido, lo que quema… El origen de la vida estaría implícito en el aspecto femenino de su cuerpo. En la mitología egipcia es la madre del dios Nefertum, el loto azul primigenio del que se eleva el sol en la creación. Por otro lado la serpiente presente en su corona solar simboliza la resurrección, el cambio de piel sustituyendo la vieja por la nueva.
Esta simbología podría resumirse, simplificada, en su capacidad de crear enfermedades (las epidemias suelen crecer y propagarse con el calor y la falta de agua-limpieza) y de curarlas. Por eso solía considerársela una diosa sanadora, “patrona” de los médicos. Y esto pone de relieve otro aspecto mágico de varios niveles: lo que provocó la enfermedad es lo que también lo cura (principio aplicable no sólo en la medicina más convencional en el tema de las vacunas, sino en la homeopatía). Aunque la aplicación más fascinante está en el terreno psicológico y espiritual.
En sus “aventuras” mitológicas aparece como una diosa tan pronto sedienta de sangre, como sanadora. Pero estas aparentes contradicciones (presentes también en otros muchos dioses-sas de diferentes culturas), a mi modo de ver remiten al necesario equilibrio universal, a la necesaria fusión de contrarios, de dualidades, que conforman una realidad más profunda y misteriosa por la neutralidad a la que apunta. Depende de cómo se viva algo neutro para que se convierta en algo positivo o negativo.
Era fundamentalmente adorada en la zona de Menfis y el delta del Nilo. Por algunos asociada a la diosa gata Bastet (que sería su lado más “amable”). Esposa del dios Ptah. Es decir, el lado femenino de este dios, considerado el demiurgo, el creador y como tal el que gira el huevo cósmico y el protector de las artes, la deidad más antigua de Egipto.
[Tesa Vigal]
http://www.twakan.com/numero28/Mitos.htm