El Refectorio del Convento de la iglesia de Santa Maria delle Grazie, conocido como el Cenacolo Vinciano, forma parte de un complejo arquitectónico construido en la ciudad italiana de Milán a partir de 1463 y remodelado a finales del siglo XV de la mano de Bramante.
La decoración exterior combina ladrillos de terracota y marmol que forman la nave tardogótica que Guinitorte Solari diseñó para los monjes dominicos. Sobre esta base Bramante erigió una cúpula de decoración mucho menos recargada, coronada por una arquería. Ya dentro, el claustro se conoce como el Chiostrino delle Rane, por las ranas de bronce de la fuente.
El Convento conserva en sus paredes septentrionales una obra de arte de belleza inigualable, La última Cena, pintada entre los años 1495 y 1497 por Leonardo da Vinci, que marcó una nueva era en la historia del arte.
La escena reproduce el momento en que Jesucristo anuncia que uno de los discípulos lo traicionará. Judas es el cuarto por la izquierda .
El uso de una técnica poco adaptada al paso de tiempo (tempera sobre el yeso de la pared), provocó, que el estado de conservación de la Ultima Cena se fuese degradando. Tras continuas restauraciones en 1999 se volvió a abrir al público recuperando el colorido del Cenacolo original.
Santa Maria delle Grazie y el Cenacolo que pintó Leonardo da Vinci fueron declarados patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1980. La fortuna quiso que en 1943 los bombardeos de los aliados sólo afectasen al claustro, dejando intacta la cúpula y el Cenacolo.
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