Samuel Liddell MacGregor Mathers
La reputación de la Golden Dawn sufrió un duro revés, cuando saltó a la luz pública que su líder Mathers, se contactaba con unos seres, que afirmaban pertenecer a una categoría distinta a la del hombre y que más tarde fueron conocidos como los jefes secretos del Tercer Orden o Superhombres. De la noche a la mañana la Orden pasó de ser considerada como una mera Sociedad de Hermetistas, a ser vista como una Sociedad de Brujos, con un coqueteo no admitido de la Magia Negra. ¿Pero había razón para alarmarse?. Prestar atención a las palabras de Mathers: “...Ni siquiera conozco sus nombres, y en raras ocasiones los he visto en cuerpos físicos… Mis encuentros con ellos me han mostrado lo difícil que es para un mortal, por muy avanzado que esté, soportar su presencia … No quiero decir que durante mis pocos encuentros con ellos haya experimentado los mismos sentimientos de intensa depresión física que acompaña a la pérdida de magnetismo; al contrario, la sensación era la de estar en contacto con una fuerza tan terrible que solo puedo comparar con lo que usualmente experimenta una persona a la que un relámpago cae muy de cerca durante una violenta tormenta; esto unido a una dificultad respiratoria parecido al efecto estrangulador del éter. Debido a mi práctica en el trabajo ocultista, no puedo concebir que un iniciado mucho menos avanzado sea capaz de soportar una tensión de tal magnitud, ni aún durante unos minutos, sin que le sobrevenga la muerte…, la postración nerviosa después de cada encuentro es terrible y va acompañada de sudores fríos y hemorragias de la nariz, la boca y los oídos…”