domi Testimonios de una “no existencia”: Plinio, Tácito y Suetonio

Siguiendo con el hilo anterior, en el cual ya mostré lo fiable que era lo que el cristianismo denomina como “testimonio flaviano”, le toca el turno a otras de las denominadas por los cristianos como “fuentes” de la existencia de ese personaje: Plinio el “Joven”, Cornelio Tácito y Gayo Suetonio Tranquilo.

Podría acabar con el articulo en este mismo párrafo explicándoos que, de estos tres, los dos primeros solo hacen mención sobre los cristianos y, el último, que habla de los judíos, ni si quiera menciona a Jesús (alias el Cristo). Pero como muchos religiosos, irónicamente, desconfiarían de mi único testimonio si no aporto evidencias (¿será que no tienen más fe en mi que en unos autores de finales del siglo I?), iremos a ellas…

Plinio el “Joven”

Para comenzar con esta listas de “fuentes” que el cristiano no duda en usar como prueba evidente de la existencia de dicho personaje, deberíamos aclarar primero que, al igual que los propios evangelistas, ninguno de ellos fue testigo directo de dicha persona.

Estos historiadores, además, aportan sus “fuentes” a partir del año 100 d.e.c. (a lo largo del siglo II) y esto es importante dado que, para cuando estos empezaron a escribir sobre ello, el cristianismo ya había aparecido décadas antes. Por lo que estos ya contaban con sus propias historias.

 

Plinio el Joven

De la lista de fuentes que mencionan supuestamente a Jesús, nos encontramos a este escritor y abogado nacido en la Italia del año 61 d.e.c., quien, a pesar de ser usado continuamente como evidencia de la existencia de un Jesús histórico real, solo menciona 3 veces a un mesías (cristo) en 3 párrafos refiriéndose a él tal y como lo haríamos en la actualidad cuando hablamos de lo que hacen y como lo ven los creyentes de esta religión.

¿por qué no sirve como fuente para demostrar la existencia de dicha persona?

1º.- Plinio no habla de un Jesús sino de un christo. Esto a simple vista puede parecer carente de sentido, pero si miramos la carta en su idioma original podemos ver que la traducción se refiere a un christo (ungido). Este es simplemente el titulo que esta secta utiliza para referirse a su mesías ( māšîaḥ ) y Plinio tan solo lo refleja en su opinión.

2º.- Con relación a lo anterior, Plinio simplemente menciona a Cristo debido a que estos cristianos hacen referencia a él cuando Plinio les pregunta durante el interrogatorio a quien adoran. Estos no hacen una mención muy distinta a la que hacen actualmente los seguidores de esta secta. La fuente de Plinio son estos cristianos.

3º.- Plinio también habla de los cristianos de la misma forma, y se encuentra con los mismos tipos con los que nos encontraríamos hoy día. Un grupo de personas que, bajo torturas y amenazas, algunos confiesan no ser de esa secta, otros que lo dejaron y otros, que afirman que los “verdaderos cristianos” son quienes mueren por defender las creencias religiosas que les han inculcado.

Nota: Ni apruebo las torturas realizadas a estas personas por tener una serie de creencias, ni el fanatismo de preferir sufrir y morir por defender unas simples creencias. Ambas posturas me parecen igual de absurdas.

4º.- Todo esto tiene sentido si se observa que la fecha en la que Plinio escribe esto entre el 100 y el 112 d.e.c. ¿Una persona, a comienzos del siglo II, hablando de una secta (que comienza a formarse a mediados del siglo I) alegando que estos afirman adorar a un mesías como si de un dios se tratase es una evidencia?

EPISTULAE XCVI. C. PLINIUS TRAIANO IMPERATORI

1.Sollemne est mihi, domine, omnia de quibus dubito ad te referre. Quis enim potest melius velcunctationem meam regere vel ignorantiam instruere? Cognitionibus de Christianis interfui numquam: ideo nescio quid et quatenus aut puniri soleat aut quaeri.

2.Nec mediocriter haesitavi, sitne aliquod discrimen aetatum, an quamlibet teneri nihil a robustioribusdifferant; detur paenitentiae venia, an ei, qui omnino Christianus fuit, desisse non prosit; nomen ipsum, si flagitiis careat, an flagitia cohaerentia nomini puniantur. Interim, <in> iis qui ad me tamquamChristiani deferebantur, hunc sum secutus modum.

3.Interrogavi ipsos an essent Christiani. Confitentes iterum ac tertio interrogavi supplicium minatus;perseverantes duci iussi. Neque enim dubitabam, qualecumque esset quod faterentur, pertinaciam certeet inflexibilem obstinationem debere puniri.

4.Fuerunt alii similis amentiae, quos, quia cives Romani erant, adnotavi in urbem remittendos. Moxipso tractatu, ut fieri solet, diffundente se crimine plures species inciderunt.

5. Propositus est libellus sine auctore multorum nomina continens. Qui negabant esse se Christianosaut fuisse, cum praeeunte me deos appellarent et imagini tuae, quam propter hoc iusseram cumsimulacris numinum afferri, ture ac vino supplicarent, praeterea male dicerent Christo, quorum nihilcogi posse dicuntur qui sunt re vera Christiani, dimittendos putavi.

6. Alii ab indice nominati esse se Christianos dixerunt et mox negaverunt; fuisse quidem sed desisse, quidam ante triennium, quidam ante plures annos, non nemo etiam ante viginti. <Hi> quoque omnes etimaginem tuam deorumque simulacra venerati sunt et Christo male dixerunt.

7. Affirmabant autem hanc fuisse summam vel culpae suae vel erroris, quod essent soliti stato die antelucem convenire, carmenque Christo quasi deo dicere secum invicem seque sacramento non in scelusaliquod obstringere, sed ne furta ne latrocinia ne adulteria committerent, ne fidem fallerent, nedepositum appellati abnegarent. Quibus peractis morem sibi discedendi fuisse rursusque coeundi adcapiendum cibum, promiscuum tamen et innoxium; quod ipsum facere desisse post edictum meum, quo secundum mandata tua hetaerias esse vetueram.

8.Quo magis necessarium credidi ex duabus ancillis, quae ministrae dicebantur, quid esset veri, et pertormenta quaerere. Nihil aliud inveni quam superstitionem pravam et immodicam.

9.Ideo dilata cognitione ad consulendum te decucurri. Visa est enim mihi res digna consultatione,maxime propter periclitantium numerum. Multi enim omnis aetatis, omnis ordinis, utriusque sexusetiam vocantur in periculum et vocabuntur. Neque civitates tantum, sed vicos etiam atque agrossuperstitionis istius contagio pervagata est; quae videtur sisti et corrigi posse.

10. Certe satis constat prope iam desolata templa coepisse celebrari, et sacra sollemnia diu intermissarepeti passimque venire <carnem> victimarum, cuius adhuc rarissimus emptor inveniebatur. Ex quofacile est opinari, quae turba hominum emendari possit, si sit paenitentiae locus.

TRADUCCIÓN

1. Señor, es regla mía someter a tu arbitrio todas las cuestiones en las que tengo alguna duda. ¿Quién mejor para encauzar mi inseguridad o para instruir mi ignorancia? Nunca he llevado a cabo investigaciones sobre los cristianos: no sé, por tanto, qué hechos ni en qué medida deban ser castigados o perseguidos.

2. Y harto confuso me he preguntado si no se debería hacer diferencias a causa de su edad, o si la tierna edad ha de ser tratada del mismo modo que la adulta; si se debe perdonar a quien se arrepiente, o bien si a quien haya sido cristiano le vale de algo el abjurar; si se ha de castigar por el mero nombre (de cristiano), aun cuando no hayan hecho actos delictivos, o los delitos van unidos a dicho nombre. Entre tanto, así es como he actuado con quienes me han sido denunciados como cristianos.

3. Les preguntaba a ellos mismos si eran cristianos. A los que respondían afirmativamente, les repetía dos o tres veces la pregunta, amenazando con suplicio; a quienes perseveraban, les hacia matar. Nunca he dudado, de hecho, fuera lo que fuese lo que confesaban, que tal contumacia y obstinación inflexible merece castigo al menos.

4. A otros, convictos de la misma locura, he hecho trámites para enviarlos a Roma, puesto que eran ciudadanos romanos. Y muy pronto, como siempre sucede en estos casos, propagándose el crimen al igual que la indagación, se presentaron numerosos casos distintos.

5. Me fue enviada una denuncia anónima que contenía el nombre de muchas personas. Quienes negaban haber sido cristianos, si invocaban a los dioses conforme a la fórmula que les impuse, y si hacían sacrificios con incienso y vino a tu imagen, que a tal efecto hice instalar, y maldecían además de Cristo –cosas todas ellas que, según me dicen, es imposible conseguir de quienes son verdaderamente cristianos– consideré que debían ser puestos en libertad.

6. Otros, cuyo nombre me había sido denunciado, dijeron ser cristianos pero poco después lo negaron; lo habían sido, pero después habían dejado de serlo, algunos al pasar tres años, otros más, otros incluso tras veinte años.También todos estos han adorado tu imagen y las estatuas de nuestros dioses y han maldecido a Cristo.

7. Por otro lado, ellos afirmaban que toda su culpa o error había consistido en la costumbre de reunirse un día fijo antes de salir el sol y cantar a coros sucesivos un himno a Cristo como a un dios, y en comprometerse bajo juramento no ya a perpetuar cualquier delito, sino a no cometer hurtos, fechorías o adulterios, a no faltar a nada prometido, ni a negarse, a hacer un préstamo del depósito. Terminados esos ritos, tienen por costumbre separarse y volverse a reunir para tomar alimento, por lo demás común e inocente. E incluso de estas prácticas habían desistido a causa de mi decreto por el que prohibí las asociaciones, siguiendo tus órdenes.

8. He considerado necesario arrancar la verdad, incluso con torturas, a dos esclavas que se llamaban servidoras. Pero no conseguí descubrir más que una superstición irracional y desmesurada. Por eso, tras suspender las indagaciones, acudo a ti en busca de consejo.

9. El asunto me ha parecido digno de consultar, sobre todo por el número de denunciados: Son, muchos, de hecho de toda edad, de toda clase social, de ambos sexos, los que están o estarán en peligro. Y no es sólo en las ciudades, también en las aldeas y en los campos donde se ha difundido el contagio de esta superstición. Por eso me parece necesario contenerla y hacerla acallar.

10. Me consta, de hecho, que los templos, que habían quedado casi desiertos, comienzan de nuevo a ser frecuentados, y que las ceremonias rituales que hace tiempo habían sido interrumpidas, se retoman, y que se vende en todas partes la carne de las victimas que hasta la fecha tenían escasos compradores. De donde puede deducir qué gran cantidad de hombres podría enmendarse si se aceptase su arrepentimiento.

¿Plinio como evidencia o prueba de la existencia de Jesús? Más bien como evidencia de la existencia del mismo tipo de religiosos de siempre. En este caso una secta centralizada, como todas, en la figura de un ídolo mesiánico.

Plinio no aporta ningún dato histórico sobre Jesús sino sobre quienes afirmaban en esa época seguir a su mesías. Lo mismo que ocurre en la actualidad.

La mención más descontextualizada y usada por los religiosos con respecto a Plinio se encuentra en el 7º párrafo. Nos podemos encontrar, por ejemplo, como en Catholic.netcambian el sentido de la frase y escriben:

“los cristianos se reúnen un día determinado antes de romper el alba y entonan un himno a Cristo como a un dios” (Catholic.net)

Una sutil diferencia que cambia el sentido original, donde Plinio comenta que los cristianos hacen rituales y cantan himnos a su mesías (Christo) como a un dios (refiriéndose a los dioses grecorromanos que él conoce – en sentido figurativo), por uno en el que se define a los cristianos como personas que adoraban a una persona real.

“ellos afirmaban que toda su culpa o error había consistido en la costumbre de reunirse un día fijo antes de salir el sol y cantar a coros sucesivos un himno a Cristo como a un dios” (Epístola a Trajano)

Pero es que incluso descontextualizada y sin explicar lo anterior, que unos cristianos adoren a su mesías como a un dios no significa lo que estos religiosos de catholic.net y los religiosos pro-historicidad pretenden: hacer creer que Plinio menciona que los cristianos adoran a Jesús como a un dios y usar esto como evidencia de que este: 1º existía y 2º lo era.

Fuentes:

Epistulae Plinius Traiano imperatori (Latín)

Epistulae Plinius Traiano imperatori (traducción)

Tácito

 

Un par de años más tarde de remitirse la carta de Plinio aparece la obra de este cónsul e historiador romano. En el 117 Cornelius Tacitus, uno de los críticos de Nerón (junto conSuetonio, quien además le dio la fama de estar tocando la lira mientras Roma ardía), escribe en su Annalium ab excessu divi Augusti libri (Annales) la historia desde la muerte de Augusto hasta la muerte de este.

¿Y donde está la mención “histórica” a Jesús?

Por ninguna parte. Tácito habla de los cristianos refiriéndose a ellos como a unas personas que adoraban a un tal “christo” que fue ajusticiado por Poncio Pilato.

Aquí el creyente diría: “pero si que está hablando históricamente de Jesús”…  Con Tácito, al igual que con Plinio, se puede observar que:

1º.- Este escribe sobre los cristianos. De ese tal “christo” solo hace la mención correspondiente para identificar a estos cristianos como un grupo que adora a un “ungido.”

2º.- Para cuando este escribe sobre los cristianos, estos ya llevaban décadas creyendo en las historias que, a finales del primer siglo (pasado el año 70 d.e.c), ya les habían vendido los “evangelistas”. Un grupo de personas anónimas que jamás conocieron personalmente a ese personaje del que hablan y que ya habían inventado su historia principal.

3º.- Se piensa además que Tácito, quien no menciona sus fuentes, se inspira en Plinio o en las confesiones de los propios cristianos de la época.

Nota: Decir que se piensa que evangelios hubo más de 200 y todos ellos con versiones distintas sobre ese personaje. Diferencias incluso más exageradas de las que podemos observar en los 4 escogidos por la ICAR y sus variantes producidas gracias a sus diferencias (ortodoxas y orientales). Estas iglesias denominan a estos libros como Apócrifos.

ANNALIUM AB EXCESSU DIVI AUGUSTI LIBRI 15:44:2-3

Ergo abolendo rumori Nero subdidit reos et quaesitissimis poenis adfecit, quos per flagitia invisos vulgus Chrestianos appellabat. Auctor nominis eius Christus Tibero imperitante per procuratorem Pontium Pilatum supplicio adfectus erat; repressaque in praesens exitiabilis superstitio rursum erumpebat, non modo per Iudaeam, oríginem eius mali, sed per urbem etiam, quo cuncta mundique atrocia aut pudenda confluunt celebranturque.

TRADUCCIÓN

Por lo tanto, aboliendo los rumores, Nerón subyugó a los reos y los sometió a penas e investigaciones; por sus ofensas, el pueblo, que los odiaba, los llamaba “cristianos”, nombre que toman de un tal Cristo, que en época de Tiberio fue ajusticiado por Poncio Pilato; reprimida por el momento, la fatal superstición irrumpió de nuevo, no sólo en Judea, de donde proviene el mal, sino también en la metrópoli [Roma], donde todas las atrocidades y vergüenzas del mundo confluyen y se celebran.

Además de todo lo anterior, en esta obra, se muestra como en esta obra, a medida que retrocede en el tiempo, Tácito descuida detalles y muestra errores históricos.

Fuentes:

Annalium (Latin)

Annalium (traducción)

 

Suetonio

Incluir a Gayo Suetonio Tranquilo si que tiene delito. Este historiador romano ni si quiera menciona al ungido (christo). Suetonio, en Vida de los doce césares, escrita entre el 119 y 122 d.e.c, en las únicas dos menciones que el cristianismo considera como evidencia histórica de Jesús, en la primera ya no es que no mencione a Jesús, es que ni si quiera menciona a Cristo:

DE VITA CAESARUM, CLAUDIUS. XXV. 4

Iudaeos impulsore Chresto assidue tumultuantis expulit Roma. Germanorum legatis en la orquesta de sedere permisit, simplicitate eorum et fiducia commotus, quod en popularia deducti, cum et animadvertissent Parthos Armenios sedentis en senatu, ad eadem ubicación sponte transierant, nihilo deteriorem virtutem aut condicionem suam praedicantes.

TRADUCCION

A los judíos, instigados por Chrestus, los expulsó de Roma por sus continuas revueltas

El problema, para los cristianos, con esta reside en que Chrestus es un nombre romano bastante común, no tiene relación alguna con el christo griego que hace referencia al ungido (mesías) para los cristianos.De hecho este nombre puede verse en las lápidas de ese siglo, como esta(ver enlace), situada en el mausoleo de Caecilia Metella.

 

DE VITA CAESARUM, NERO, XVI.2

Multa sub eo et animadversa severa et coercita NEC menos Instituta: adhibitus sumptibus modus; publicae Cenae ad sportulas redactae; interdictum ne quid de popinis cocti praeter legumina aut holera veniret, cum Antea nullum no obsonii género proponeretur; afflicti suppliciis Christiani, género hominum superstitionis novas ca maleficae; vetiti quadrigariorum lusus, quibus inveterata licentia passim vagantibus Fallère ac furari por iocum ius erat; pantomimorum factiones cum ipsis relegatae simultánea.

TRADUCCION

Bajo éste [su reinado] se reprimieron y castigaron muchos abusos, dictándose reglamentos muy severos …
Nerón infligió suplicios a los cristianos, un género de hombres de una superstición nueva y maligna.

En la segunda, este, al igual que Plinio y Tácito, solo hace mención a los cristianos.

La mayoría de estudiosos están de acuerdo en que Suetonio era un historiador bastante metódico y detallista, por lo que afirmar que este cometió un fallo o una errata es bastante absurdo, tan solo para ajustar las creencias de uno a la realidad.

Nota: este detallismo no hizo que este, al igual que muchos historiadores de la época, se tomara ciertas licencias a la hora de criticar a un emperador. Algo bastante habitual en aquella época. Un ejemplo es la atribución del incendio de Roma a Nerón cuando este ni si quiera estaba en la ciudad y no sabia de este hecho. Según Tácito, Nerón se encontraba en Actium y nada más enterarse acudió rápidamente a la ciudad. Y, según Tácito, fueron los cristianos quienes confesaron ser los culpables (Tácito Anales XV.44)

Algunos apologistasintentan afirmar que este Chrestus es el Cristo judeocristiano haciendo ver que su ídolo mesiánico habría sido el causante de estas revueltas,

¿Problema con esto? Uno y muy gordo: La primera revuelta judía contra el imperio romano se inicia en el año 66 d.e.c. (819 ab urbe condita) en Cesárea (Antigüedades judíasXV.331ff; Guerra judíaI.408ff). Un poco desfasado si se quiere admitir que el Cristo del judeocristianismo es el de las epístolas paulinas, las cuales se escribieron en el 55 d.e.c. y en ellas, su personaje principal habría muerto ya hacia bastante tiempo.

Otros simplemente afirman que este Chrestus era un apóstol y lo hacen intentando cuadrar el texto de Suetonio con 1 Corintios 1:12, donde no se menciona a ningún Chrestus y donde lo único que se muestra supuestamente es a Cristo hablando a sus seguidores sobre las diferencias surgidas entre estos y pidiéndoles que no se produzcan (nada que ver con contiendas contra el imperio romano):

10 Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.

11 Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas.

12 Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos;y yo de Cefas; y yo de Cristo.

13 ¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?

14 Doy gracias a Dios de que a ninguno de vosotros he bautizado, sino a Crispoy a Gayo,

15 para que ninguno diga que fuisteis bautizados en mi nombre.

16 También bauticé a la familia de Estéfanas;de los demás, no sé si he bautizado a algún otro.

17 Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo.

Nota: Digo supuestamente ya que Pablo jamás llega a conocer personalmente a Jesús. Todos sus relatos se basan en su afirmación de que este se le aparece mágicamente en una visión ( Hechos 9:1-9 , 1Corintios 15:8-9) – algo muy fiable, por supuesto.

Fuente:

De vita Caesarum (Latin)

De vita Caesarum (Traducción)

 

Conclusión

Al igual que lo que escribí en algunos comentarios, el resumen de esto es el mismo que incluí en ellos:

– Plinio el Joven, en una carta escrita hacia el año 112 d.e.c. quien tampoco menciona a Jesús sino a los cristianos, quienes debían maldecir al “ungido” al que adoraba esta secta para evitar ser castigados.
– Tacito, quien escribe Anales hacia el año 116 d.e.c. y del que además se piensa, que se inspiró como fuente de Plinio o del testimonio de los propios cristianos. Tampoco menciona a un Jesús sino a un grupo sectario que toma como nombre a un Christós.
– Suetonio, quién escribe en el 119 d.e.c., en “Vida de los doce cesares“, que sobre el año 50 d.e.c. (no el 30, cuando se supone que vivió el Jesús neotestamentario) el emperador Claudio echó a un grupo e judíos que estaba siendo instigados por un tal Chrestos. ¿El problema? que Chrestos no es Christós sino un nombre romano bastante común.

¿Estas son las evidencias que nos quieren mostrar? Lo único que evidencian es la existencia de cristianos a finales del siglo I y comienzos del II que adoran a un mesías.

 

Fuentes:

Epistularum liber X (Gaius Plinius Caecilius Secundus)

http://www.textexcavation.com/suetoniustestimonium.html

El resto de fuentes se incluyen dentro del artículo. En él además he incluido enlaces hacia webs donde se muestran los textos. Por si alguien duda de la credibilidad de estas fuentes, toda la información puede ser consultada en libros de historia, enciclopedias y museos.

http://www.ateoyagnostico.com/2012/06/12/testimonios-de-una-no-existencia-plinio-tcito-y-suetonio/

 

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