La desaparición de dos policías al oeste del país conduce a las autoridades a los cadáveres. Al menos dos son mujeres
Los cuerpos mutilados de al menos 18 personas han sido hallados este viernes en una fosa clandestina en los límites entre los estados de Jalisco y Michoacán, al oeste de México. Las autoridades han dicho que se trata de 15 hombres y dos mujeres. Un cuerpo permanece sin identificar.
Las investigaciones por la desaparición de dos policías el pasado 3 de noviembre en Michoacán, uno de los Estados más violentos del país, llevó a las autoridades al hallazgo. Las fuerzas federales detuvieron la semana pasada a una veintena de policías municipales, que según información oficial confesaron que habían abandonado los cuerpos de los agentes en esa zona. Al hacer los rastreos encontraron no dos, sino 18 cadáveres. Atados, amordazados, mutilados y algunos de ellos en avanzado estado de putrefacción. Las excavaciones continuarán este fin de semana porque se teme que aún haya más cuerpos. La Procuraduría General de la República (la Fiscalía mexicana) ha dicho, no obstante, que entre los restos hallados no están los desaparecidos.
La Barca, el municipio donde se encontró la fosa, formalmente está en Jalisco, pero se sitúa a solo unos kilómetros de uno de los epicentros de la violencia del narcotráfico en México: Michoacán. Se trata de una región estratégica para el trasiego de droga, además de un campo fértil para la siembra de marihuana. También se ha convertido en uno de los principales puntos de tránsito de la metanfetamina. Los pueblos aledaños han sufrido desde hace por lo menos seis años la violencia de los carteles del narcotráfico, especialmente de Los Caballeros Templarios, sucesores de la sangrienta Familia Michoacana, famosa por abandonar cinco cabezas en un bar hace ocho años. Otro cartel, aparentemente originario de Jalisco (Nueva Generación) les disputa el territorio.
La violencia en Michoacán ha arreciado en lo que va de este año. El goteo de muertos no ha parado. En Michoacán aparecieron en febrero los grupos de autodefensa, civiles armados enfrascados en una batalla con el narco de pueblo por pueblo, alcaldía por alcaldía. En Michoacán fue asesinado un vicealmirante de la Marina mexicana en julio pasado, el militar de más alto rango caído en la lucha contra el narcotráfico. En Michoacán los autodefensas intentaron hacer una manifestación en Apatzingán, una de las alcaldías más importantes de la zona, contra el narco. Fueron recibidos a tiros y con granadas. Y en Michoacán el Ejército tomó el control de Lázaro Cárdenas, el principal puerto de carga del país.
A los cadáveres hallados este viernes se suman otros seis, cinco hombres y una mujer, encontrados en Acapulco, Guerrero. La ofensiva contra el narcotráfico iniciada por el expresidente Felipe Calderón en diciembre de 2006 ha dejado por lo menos 70.000 muertos y 30.000 desaparecidos.