Tascha lleva seis años visitando a Dylan Gerzmehlem, un niño alemán de 10 años que está en estado vegetativo desde que nació. El animal, de una raza considerada peligrosa en el estado alemán de Brandeburgo, mordió al perro de un vecino en una pelea. Por este motivo, las autoridades quieren separar a Tascha de Dylan. Los padres del niño se reunirán con el alcalde de su localidad. Si consiguen demostrar que es un ‘perro de terapia’, evitarán la separación.