El Cisma de Dositeo
Dositeo fue un Heresiarca Samaritano que se dividió de la Corriente legítima Nazarena, encabezada por Yeshu, después de la muerte de Juan. La literatura Clementina habla de este Dositeo como el maestro de Simón Mago. En los Reconocimientos de Clemente leemos:
“Porque después de eso, Juan el Bautista fue asesinado, como ustedes mismos también saben, cuando Dositeo había emprendido su herejía, con otros treinta discípulos importantes, y una mujer, que era llamada Luna – de donde, también estos treinta parecen haber sido designados con referencia al número de los días, de acuerdo al curso de la luna – este Simón ambicioso de malvada gloria, como hemos dicho, fue a Dositeo, y fingiendo amistad, le suplicó, que si cualesquiera de aquellos treinta moría, él inmediatamente debería substituirlo, y quedarse en lugar del muerto: porque era contrario a su regla exceder el número fijado, o admitir a alguien desconocido, o no probado; de donde también el resto, deseando hacerse dignos del lugar y número, están impacientes por complacer de cualquier modo, de acuerdo a las instituciones de su secta cada uno de los que aspiran después de entrar en el número, esperando que él pueda ser considerado digno de ser puesto en el lugar del difunto, cuando, como hemos dicho, alguno muere. Por lo tanto Dositeo, siendo enormemente impulsado por este hombre, introdujo a Simón cuando una vacante ocurrió entre el número. Mientras tanto, desde el principio, en cuanto él fue contado entre los treinta discípulos de Dositeo, comenzó a depreciar a Dositeo él mismo, diciendo que no enseñaba pura o perfectamente, y que era el resultado no de la mala intención, sino de ignorancia. Pero Dositeo, cuando él percibió que Simón lo depreciaba, temiendo que su reputación entre los hombres no pudiera ser obscurecida (ya que él mismo, como se suponía, era El que está de Pie), se acercó con rabia, cuando ellos se encontraron como siempre en la escuela, agarró una barra, y comenzó a golpear a Simón; pero de repente la barra pareció pasar a través de su cuerpo, como si este hubiera sido humo. Sobre lo cual Dositeo, estando asombrado, le dice, ‘Decidme si vos sois El que está de Pie, para que pueda adoraos.’ Y cuando Simón contestó que él era, entonces Dositeo, percibiendo que él mismo no era El que está de Pie, cayó y lo adoró, y dejó su propio lugar como jefe a Simón, ordenando a todo el rango de treinta hombres que lo obedecieran; él mismo tomando el lugar inferior que Simón anteriormente ocupó. No mucho después de esto, él murió.[1]
Orígenes declara que: “Dositeo el Samaritano, después del tiempo de Jesús, deseó convencer a los Samaritanos que él mismo era el Mesías profetizado por Moisés.” [2]
En un deseo por ser el líder de su propia secta, Dositeo rechazó a Yeshu después de la muerte de Yohanna y estableció su propia escuela, de donde provino Simón Mago y los más tardíos Mandeos quienes fueron conocidos como Dositeos por ciertos historiadores árabes, varios siglos más tarde. Esto explica por qué los Mandeos del tiempo de Mohammed redactaron los textos Nazarenos más viejos e interpolaron en ellos ciertas críticas acerca de Yeshu y Mohammed, como su fundador Dositeo lo había hecho.
Epifanio nos dice que los Dositeos eran una secta que comenzaron en el tiempo de los Macabeos y llamaban a Dios sólo Elohim, no Yehovah o Señor. Ellos rechazaban las fechas normales de las festividades, insistían en que cada mes tenía treinta días y que los miembros deberían bañarse cada día. Escribió que los Dositeos finalmente se retiraban a una cueva y allí practicaban tal ascetismo hasta llevar su vida a un final voluntario. Existió de verdad un Dositeo en los tiempos de los Macabeos, pero este era alguien distinto del discípulo de Yuhana. Una fuente árabe del decimocuarto siglo confirma a Epifanio, pero agrega que esta secta vivía cerca de Jerusalén y fue procesada por el Sumo sacerdote.
Eco de Simón-Helena
Yeshu y Miryai ascendieron al liderazgo sobre la rama legítima de los Nazarenos, y su ejemplo inspiró a otras Ordenes duplicadas a emularlos. Simón a menudo es acreditado como el primero de los herejes, pero esto no es exacto. Sin embargo, Simón fue el sucesor de Dositeo. Justino nos dice que este Simón viajó junto con una mujer llamada Helena, quien él declaró ser la “Primera Inteligencia,” él mismo clamando ser la primera manifestación del poder oculto de Dios.[3] Él se llama a sí mismo, el poder manifestado de la gran Deidad oculta (“Hel Kisai”, o “Elkasai” [4]) y “el que existirá para siempre” [5]. Su esposa Helena (Selene, “la Luna”) es la madre Sabiduría, una con la Deidad altísima, quien bajó hasta la tierra con ese nombre.[6] Estas desde luego, son ideas Nazarenas cumplidas en Yeshu, Miriam y Miryai.
Se dice que Helena originalmente había sido una prostituta, lo cual se añade a las semejanzas entre ella y María:
“Enseñando en la ciudad Fenicia de Tiro, el divino Simón contempló a una cortesana sobre la azotea de un burdel. Su nombre era Helena, y él la reconoció inmediatamente como la actual encarnación de Ennoia, Su Primer Pensamiento, la Espíritu Santa, la Madre de Todo. Ella era la Oveja Perdida, forzada por su progenie, los ángeles, a vagar durante siglos de navío en navío (incluyendo al de Helena de Troya), hasta que ella terminara en el burdel, en Tiro. Él la compró a su amo y se volvió su compañera constante durante sus viajes y enseñanzas. Su reunión representaba el principio de la redención del mundo, y era el modelo del proceso de salvación para los seguidores de Simón.”
Un fragmento de Simón ha sido conservado, “El Gran Anuncio”, en el que habla de “El que está de Pie” quien clamó ser: “Este es Él que ha estado de pie, está y estará de pie, un poder masculino-femenino, después de la semejanza del preexistente Poder Ilimitado, que no tiene principio, ni final, pero existe en la unidad. Fue de este Poder Ilimitado que Pensamiento, que antes había estado oculto en la unidad…” [7]
Pedro, en las enseñanzas Clementinas condena estas enseñanzas de Simón y rotundamente declara que Simón no es “El que está de Pie”:
“Porque si pertenece al Hijo, quien arregló el cielo y la tierra, revelar a Su Padre irrevelado a quien Él desea, tú estás, como dije, actuando más impíamente en revelarlo a Él a aquellos a quien Él no Lo ha revelado. “
“Y Simón dijo: “Pero Él mismo desea que yo lo revele.” Y Pedro dijo: “No entiendes lo que quiero decir, Simón. Sino escucha y entiende. Cuando se dice que el Hijo Lo revelará a quien Él desea, significa que el que debe aprender de Él no es por la instrucción, sino sólo por la revelación. Porque es la revelación, cuando ésta que yace en secreto velado en todos los corazones de los hombres, la que es develada por la propia voluntad de Dios sin palabra alguna. Y de esta forma, el conocimiento viene a uno, no porque él haya sido instruido, sino porque él ha entendido. Y aún así, la persona que lo entiende no puede demostrárselo a otro, ya que él no lo recibió por la instrucción; tampoco él puede revelarlo, ya que él mismo no es el Hijo, a no ser que él mantenga que él es el Hijo. Pero tú no eres el Hijo que está de Pie. Porque si fueras el Hijo, sin duda conocerías a los que son dignos de tal revelación. Pero no los conoces. Porque si los conocieras harías lo que ellos, quienes conocen. [8]
El que está de Pie, o la Columna, es un concepto antiguo de Nazirutha que implica a un ser perfecto que lleva almas hacia arriba, al cielo. El concepto es hablado aún por Efrén el Sirio:
“El bautismo sin la comprensión – es un tesoro lleno pero vacío; – ya que el que lo recibe es pobre en ello, – porque él no entiende – que tan grande son sus riquezas, en las cuales, él entra y mora. – Porque grande es el regalo dentro de éste, – aunque el hombre malvado no perciba – que él es exaltado aún como éste. ¡Abran amplias sus mentes y miren, mis hermanos, – la columna secreta en el aire, cuya base es fijada en el medio del agua – a la puerta del Altísimo Lugar, como la escalera que Jacob vio. – ¡Miren! por ello bajó la luz al Bautismo, – y por ello el alma va al Cielo, – para que en un amor podamos ser mezclados. ” [9]
De Dositeo a Zazai
Zazai d-Gawazta, hijo de Hawa, prosperó en el 272 AD: Esta es la fecha asociada con el más famoso de los copistas más tempranos Mandeos, aunque una mujer llamada Lama, hija de Qidra, es el copista nombrado más temprano en el Mandeísmo. Ella vivió antes que Zazai d-Gawazta. Estos escribanos antiguos son los fundadores verdaderos del Mandeísmo moderno, siendo el eslabón principal entre ellos y los anteriores Dositeos quienes fueron resultado de una división de la rama del Nazarenismo durante el primer siglo AD. Estos Dositeos son mencionados en varias escrituras Bahai bajo el nombre de Sabeos (bautistas):
“…cuando después del martirio del hijo de Zacarías algunos de sus seguidores no regresaron a la Manifestación del Todo-Misericordioso, que es Jesús, y se apartaron del camino de la Unidad de Dios. Ellos todavía habitan en la tierra y son conocidos por algunos como los Sabeos.” [10]
Lama, hija de Qidra, es la copista nombrada más temprana del Ginza Izquierdo. Zazai es el copista más temprano de: Las Mil y Doce Preguntas, Alma Risaia Zuta, Diwan Masbuta d-Hibil Ziwa, Qolasta y es mencionado en el Abahatan Qadmaiia. La lengua de estos trabajos representa un idioma Babilonio-Arameo totalmente desarrollado y una habilidad poética que nunca ha sido emparejada o sobrepasada en cualquier literatura Mandea más tardía. El período clásico se termina con la redacción del Ginza en el primer siglo Musulmán.
Después de Zazai vino el copista Ramuai, hijo de Qaimat, originario de Tib que parece haber redactado muchas escrituras más tempranas y posiblemente interpolado los comentarios negativos acerca de Cristo. Este período es conocido como el Mandeo Pos-Clásico. Existen pruebas de que todavía el Mandeo clásico sigue siendo hablado, pero ya la literatura escrita muestra la introducción de palabras árabes e influencias Islámicas después del 639 AD. El Ginza fue redactado otra vez durante este tiempo. Mahammed Ben Is’haq en-Nedim, en su “Fihrist”, escrito en 987-988 AD, nos dice que los Mogtasilah, o Bautistas, eran entonces muy numerosos en los distritos pantanosos entre el Desierto de Arabia y el Tigris y Éufrates. Su líder, él dice, era llamado el’Hasai’h (Elcasai), y él fue el fundador original de su confesión. Este el’Hasai’h tenía un discípulo llamado Schimun. Los Mandeos por lo tanto deben ser, si los historiadores Islámicos son correctos, una mezcla de los Dositeos y los Elcasaitas. Esto representa sus numerosos rollos que contienen las enseñanzas dadas de manera anónima por Yeshu que habrían llegado hasta ellos del lado de su linaje Elcasaita.