Decidió seguir en la dirección en que se precipitaron aquellos dos ojos brillantes y tras barrer el margen del camino en un radio de 10 metros se quedó pálido. Delante suyo, a escasos metros y un poco a su derecha, tenía a una especie de ser aparentemente desnudo, sin pelo ni bello, de aproximadamente un metro de altura, que lo miraba con un rostro sin nada más que dos ojos muy grandes de color azulado intenso, y aparentemente sin pupilas. El ser, que se encontraba apoyado a un arbol, emitió un sonido que según Jaime “era como el de las interferencias de la radio”. Acto seguido, hizo amago de acercarse al testigo y alargo uno de sus brazos finos y largos hacia el, Jaime huyó despavorido. “En los 14 años que llevo como guarda de este bosque, como mucho me habré topado con jabalís de mas de 200 quilos, pero lo que vi aquella noche estoy seguro que no es auctoctono de aquí, ¡es que eso por ser no era ni un mono!, a menos, a mi enteder”. ¿Que fué lo que vió Jaime aquella impactante noche?, el juró que al estar de servició no bebió nada que le hiciese tener tal “alucinación” (la pregunta era protocolaria), a mas a mas, dijó que habia sido una noche mas tranquila que de costumbre, apenas se oian los típicos ruidos de las alimañas de la noche. “Aquello era como un un niño pequeño, como un bebe, ¡como un “minyó” como dicen aquí!, pero ese minyó media como un metro de altura, eso fue lo que mas me chocó”.
El pasado día 20 Dani y yo fuimos a entrevistarnos con Jaime Garrido. Debido a que la entrevista está grabada en MP3, aun tenemos que transcribirla. La colgaremos cuanto antes. Eso si, abajo podéis ver un boceto del ser que vio Jaime Garrido, asi como una foto suya indicándonos el sitió donde viopor primera vez a “lo minyó”.