Una enfermedad en los conejos pone en riesgo la reproducción del felino más amenazado del mundo.
La Junta de Andalucía recurrirá a la alimentación suplementaria
Los cachorros de lince en la zona de Jaén han bajado, algo que se atribuye a diferentes brotes de enfermedades del conejo.
Al lince ibérico (Linx pardinus) se le están acabando las presas. Necesita para sobrevivir al menos un conejo al día, y que el felino más amenazado del mundo se quede sin su principal y casi exclusiva fuente de alimento puede suponer un importante problema en su conservación. Una nueva cepa de la enfermedad hemorrágico vírica del conejo (EHVc), que afecta a toda España, está torpedeando su reproducción en un núcleo tan importante como el parque natural de la Sierra de Andújar (Jaén). Esta zona ya tenía una densidad de conejos tradicionalmente baja, pero es muy rica en hembras de lince reproductoras. El año pasado se contabilizaron 53. En Doñana, el otro principal hábitat de este felino, hay 25 hembras, justo la mitad; pero no sufre tantas carencias de conejos.
La falta de alimento es un problema, porque si el lince no tiene el estómago lleno no se dedica a reproducirse, y entonces los planes de recuperación de la especie, como el programa Life Iberlince, pueden truncarse. El celo empieza justo en diciembre. “Tememos que se nos venga abajo el trabajo de los últimos 10 años”, afirma Ramón Pérez de Ayala, participante de WWF en Life Iberlince.
Gazapos que sobreviven
J. V.
Tratar la nueva cepa de la enfermedad hemorrágico vírica del conejo (EHVc) que está poniendo en peligro la supervivencia del lince resulta difícil porque es todavía una desconocida y no se han delimitado sus pautas de funcionamiento. Se sabe que afecta a los gazapos menores de 30 días, provocándoles ictericia (coloración amarillenta en la piel y mucosas) y epistaxis (hemorragias nasales). “Como los conejos jóvenes, de edad inferior a tres meses, contraen la enfermedad hemorrágica, pero se inmunizan y no la padecen en fase adulta, sería lógico concentrar en esta baza cualquier estrategia de lucha en España”, apunta en uno de sus trabajos Carlos Calvete, investigador de la unidad de sanidad animal del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) y uno de los mayores expertos del país en la epidemiología de esta enfermedad hemorrágica.
La Federación Andaluza de Caza está colaborando con la Junta de Andalucía en la recogida de muestras de conejos encontrados muertos en el campo para que después se analicen en el Programa de Vigilancia Epidemiológica.
Los programas Life, cofinanciados por la UE, han conseguido que la población de estos felinos se triplique en los últimos 10 años. El censo de 2012 contabilizó 305 ejemplares. “Me temo que este año va a bajar considerablemente, sobre todo en la parte de Jaén”, adelanta Miguel Ángel Simón, coordinador del proyecto LifeIberlince, en el que además de Andalucía —que coordina— también participa Portugal y otras comunidades como Murcia, Extremadura y Castilla-La Mancha. El año pasado salieron adelante 44 cachorros de las nuevas camadas. Las cifras de 2013 no se cierran hasta fin de año, por lo que sus responsables prefieren no adelantarlas. Sin embargo, dos fuentes oficiosas coinciden en que este año los cachorros no superan la decena.
Si el lince no encuentra conejos en su entorno también puede comenzar a desplazarse en busca de lugares con más alimento y exponerse a atropellos, motivo por el que mueren el 33% de estos felinos. En lo que va de año 13 de estos animales han muerto arrollados. La Junta de Andalucía prepara medidas de choque. “Vamos a reutilizar cercados construidos en 2002 para repoblar conejos y que no afecte a la alimentación”, detalla Simón. Hasta ahora se había intentado reducir la alimentación suplementaria, para tender hacia una población autosostenible y que las áreas de reintroducción se comunicaran. Los verdaderos efectos de la carencia de alimento no se percibirán hasta marzo de 2014, cuando llegue la temporada de cría.
En los últimos meses, la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha realizado un seguimiento de las poblaciones de conejo que ha confirmado una importante disminución de la densidad de las poblaciones. Varias fuentes coinciden en que se ha detectado la presencia de esta nueva cepa de la enfermedad hemorrágico vírica en 12 de las 13 muestras recogidas en Doñana o la Sierra de Andújar. En 2010 y 2011 dos importantes brotes de la enfermedad vírica del conejo, en su versión tradicional, ya provocaron un importante descenso poblacional de los conejos que se ha mantenido en el tiempo.
La nueva cepa convive con la antigua, que afecta principalmente a conejos adultos. La variante se detectó en 2011 en granjas cunícolas españolas y hace aproximadamente un año en zonas silvestres. El Ministerio de Medio Ambiente va a realizar en enero una reunión conjunta de los comités de fauna y flora y del comité de caza, a la que también se invitará a los responsables de sanidad animal, para abordar las formas de luchar contra esta nueva enfermedad. La Junta de Andalucía también debe de convocar otra reunión en febrero en el marco del proyecto Iberlince. Este programa tiene un presupuesto de 34 millones para el periodo 2011-2016. La Unión Europea financia un 61%, el resto lo aportan los demás socios.