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“Se debería haber hecho mucho más. Es muy tarde”, dice MSF a las agencias de la ONU
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En Yaloké y Bouca, donde la situación es crítica, la ONU no ha intervenido aún”, afirma
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“Las agencias de la ONU deben dar una respuesta a la altura de las necesidades”, añaden
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Más de 500 personas han muerto en la última semana y hay 159.000 desplazados
Las agencias humanitarias de Naciones Unidas decidieron este miércoles movilizar más recursos y medios para responder a la crisis humanitaria en la República Centroafricana (RCA). Sin embargo, para la organización internacional Médicos Sin Fronteras (MSF), esta decisión llega “demasiado tarde”.
En la última semana han muerto más de 500 personas en este país, en una ola de violencia que ha provocado incluso el despliegue de tropas francesas sobre el terreno. El 5 de diciembre, la ONU autorizó el envío de una misión internacional al país, y París ha desplegado ya 1.600 soldados, a los que se unen 3.000 efectivos africanos.
Según MSF, en el aeropuerto de Bangui, la capital, se han refugiado 30.000 personas que huyen de los enfrentamientos armados entre los rebeldes del grupo musulmán Séléka y los grupos de autodefensa cristianos conocidos como ‘antibalaka’.
La ONG les presta asistencia médica y ha alertado en varias ocasiones de esta situación a las agencias de la ONU, pidiendo urgentemente que se envíen alimentos, tiendas de campaña y enseres de higiene personal.
“Las agencias de la ONU tienen que aportar una respuesta adaptada a la gravedad de las necesidades. Y tienen que hacerlo ya”, insta Raquel Ayora, directora de operaciones de MSF.
“En Yaloké y en Bouca, donde la situación es crítica desde hace meses, las agencias de la ONU aún no han intervenido pese a los repetidos llamamientos de MSF”, señala la ONG.
Grave deterioro
“Tras varios meses en los que la situación humanitaria se hadegradado gravemente, a estas alturas se debería haber hecho mucho más. Es una decisión que llega muy tarde. Ahora debe pasarse de las palabras a los hechos y dar un giro radical e inmediato en la manera en la que las agencias humanitarias de Naciones Unidas están respondiendo a esta crisis”, añade Ayora.
En un comunicado enviado este viernes por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), se señalaba que “la crisis humanitaria en RCA empeora, con 159.000 desplazados y más de 600 muertos”.
“En Bangui, los combates y la violencia sectaria de la semana pasada han provocado el desplazamiento de unas 159.000 personas, con 450 personas asesinadas en la capital y 160 en otras partes del país”, reconocía.
En el mismo comunicado, ACNUR daba cuenta de la situación de las 38.000 personas que se refugian en el aeropuerto de la capital: “Actualmente carecen de letrinas o instalaciones para el lavado, y que no cuentan con cobijo para protegerse de las lluvias o el sol”.
La agencia de la ONU señala que ha proporcionado “tiendas de campaña” a MSF, que gestiona una clínica médica en el aeropuerto y a otras agencias humanitarias.
“Las actividades de las agencias de la ONU han sido hasta el momento insuficientes y se han visto interrumpidas en varias ocasiones”, denuncia la organización MSF, que ha enviado una carta abierta a Valérie Amos, secretaria general adjunta de la ONU, encargada de asuntos humanitarios.
Alerta a la comunidad internacional
MSF señala que lleva “meses, incluso años, alertando a la comunidad internacional de que la situación humanitaria que vive la RCA es catastrófica”.
Ayer, la Comisión Europea anunció que enviará este sábado 37 toneladas de ayuda médica de urgencia a la RCA y que se añade alpuente humanitario aéreo asegurado por la UE entre Bangui y Duala (Camerún) en el que participan las ONG Médicos del Mundo y las secciones francesa y holandesa de Médicos Sin Fronteras. Acción contra el Hambre es otra de las ONG que también realiza labores de ayuda humanitaria en RCA.
“Una catástrofe humanitaria se está desarrollando ante nuestros ojos en República Centroafricana”, señaló Kristalina Georgieva, comisaria de Ayuda Humanitaria.
Ante esto, MSF pide una “respuesta sólida y concreta que esté a la altura de las necesidades” de la población de RCA y que la comunidad internacional preste una “respuesta concreta” y trabaje para mejorar las condiciones humanitarias de los civiles a pesar de las difíciles condiciones de seguridad en el país. Es decir: menos palabras y más acción.