Existe una gran diferencia entre el estereotipo del “jihadismo” y la idea tradicional islámica de la jihad. La profunda caballerosidad de los guerreros musulmanes que deriva de los preceptos del Corán y de la práctica del Profeta Muhammad está sintetizada en este comentario de Shah-Kazemi:
“El verdadero guerrero del Islam golpea el cuello de su propia ira con la espada de la paciencia; el falso guerrero golpea el cuello de su enemigo con la espada de su ego desenfrenado. Para el primero, el espíritu del Islam determina a la jihad; para el segundo, la ira implacable, haciéndose pasar por jihad, determina el Islam. El contraste entre ambos no podría se más claro.”