domi Una higuera sin hojas

En el norte de España, en pleno corazón de Aragón: casas en ruina, calles desdibujadas entre los escombros… Son los restos del pueblo viejo de Belchite que fue teatro, durante la guerra civil, de violentos combates.

A unos cuantos metros de ahí, nos encontramos con un pueblo “nuevo”, construido durante los años 50 bajo orden de Franco.

Los dos pueblos viven al lado, coexisten, pero a simple vista nada parece unirlos…

La memoria de los habitantes del pueblo nuevo de Belchite se borra poco a poco, al mismo tiempo que se erosionan las ruinas del pueblo viejo.

El documental muestra como la historia no se puede explicar bajo un solo punto punto de vista, bajo una sola mirada, y como la memoria de unos se opone a la memoria de otros.

“Un figuier sans feuilles” no pretende ser un film histórico y político. Quiere privilegiar, por encima de todo, la complejidad de una memoria íntima e individual que, por supuesto, acaba abarcando una dimensión universal.

Acercándonos a una realidad local concreta, el documental habla de un fenómeno común en todos los países de Europa: el de una memoria que se pierde, de generación en generación, sin llegar a contarla ni a transmitirla.

La narración del documental evoluciona, por una parte, gracias a las inquietudes, preguntas y descubrimientos del narrador. Por otra parte, nos encontramos con los relatos y reacciones de los personajes.

El narrador es un viajero un tanto ingenuo, que no sabe nada del sitio que está visitando, que descubre las cosas por primera vez y quiere comprender qué ha pasado en Belchite, cómo y por qué.

“Gracias a la ayuda para la escritura del Centro Nacional de la Cinematografía y otra del Consejo Regional de Borgoña (Francia), pude ir a Belchite en varias ocasiones para localizar y orientar mi documental.

Siempre acompañando de un traductor intérprete, Carlos Antoniassi. Primero trabajamos con Jaime Cinca Yago, un historiador local que trabaja desde hace años sobre la historia del pueblo y de la región. Sus consejos siempre han sido muy apreciados y necesarios, sobretodo para ordenar y contrastar ideas, ya que en Belchite se suele oír una cosa y su contrario.

Establecimos contacto con varios habitantes del pueblo, de todas las generaciones y de todos los horizontes políticos. Las cosas transcurrieron de manera simple y natural. En general, la gente se ha abierto sin ningún problema. Han depositado su confianza en mí, seguramente porque no tenían la impresión de “ser juzgados”. Mi estatus de extranjero les permitía sentirse en terreno “neutro”.

Poco a poco, algunos belchitanos se presentaron de manera espontánea porque querían contarme su historia, “la suya”. Grabé en audio todo lo dicho. Visité las localizaciones del pueblo nuevo y del viejo, y poco a poco aprendí a conocerlos.”

“La utilización del sonido sin cámara, permite aproximarse a la persona entrevistada ya que ésta olvida rápidamente la presencia del micrófono. Crea un clima de confianza, de complicidad, que permite acceder a ciertas cosas que la gente afirma nunca haber contado.

Una vez establecida la confianza, los personajes también han sido grabados en su cotidiano, en su intimidad”

A cada día su aventura, simple y banal.”

http://www.kisskissbankbank.com/fr/projects/un-figuier-sans-feuilles-una-higuera-sin-hojas

 

 

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