El sobreseimiento del príncipe saudí, Bandar bin Sultán, como encargado de la misión de Arabia Saudí en el manejo de la crisis siria se debe precisamente a su fracaso y falta de pericia en este respecto, informa este domingo el diario británico The Independent.
Según el informe, el reemplazo del titular saudí, junto con el fracaso de las conversaciones de Ginebra II sobre Siria, se consideran como los dos acontecimientos más importantes del año en Oriente Medio.
El diario británico especifica que el Ejército sirio controla los centros más poblados y carreteras principales del país, hecho que muestra un cambio de dirección en los vientos políticos de la región.
La designación del ministro saudí del Interior, Mohamad bin Nayef, para dirigir las políticas antisirias de Riad, es una clara muestra, pues el nuevo encargado es conocido por sus tendencias afines con EE.UU. y hostiles hacia Al-Qaeda.
En el informe se destaca la posición del Gobierno de Damasco en su lucha contra grupos terroristas, a tal punto que el Ejército sirio ha llevado a esos grupos a cesar la violencia o treguas locales en varias zonas cercanas a Homs (oeste) y Damasco (la capital).
En los últimos años, el príncipe Bandar bin Sultán presidía las operaciones de Arabia Saudí contra Damasco, mediante su cooperación con servicios de Inteligencia contrarios al Gobierno de Al-Asad y la financiación de la lucha contra este, pero sus errores en su misión pusieron en peligro los intereses de Riad.
El sobreseimiento del príncipe saudí, Bandar bin Sultán, como encargado de la misión de Arabia Saudí en el manejo de la crisis siria se debe precisamente a su fracaso y falta de pericia en este respecto, informa este domingo el diario británico The Independent.
Según el informe, el reemplazo del titular saudí, junto con el fracaso de las conversaciones de Ginebra II sobre Siria, se consideran como los dos acontecimientos más importantes del año en Oriente Medio.
El diario británico especifica que el Ejército sirio controla los centros más poblados y carreteras principales del país, hecho que muestra un cambio de dirección en los vientos políticos de la región.
La designación del ministro saudí del Interior, Mohamad bin Nayef, para dirigir las políticas antisirias de Riad, es una clara muestra, pues el nuevo encargado es conocido por sus tendencias afines con EE.UU. y hostiles hacia Al-Qaeda.
En el informe se destaca la posición del Gobierno de Damasco en su lucha contra grupos terroristas, a tal punto que el Ejército sirio ha llevado a esos grupos a cesar la violencia o treguas locales en varias zonas cercanas a Homs (oeste) y Damasco (la capital).
En los últimos años, el príncipe Bandar bin Sultán presidía las operaciones de Arabia Saudí contra Damasco, mediante su cooperación con servicios de Inteligencia contrarios al Gobierno de Al-Asad y la financiación de la lucha contra este, pero sus errores en su misión pusieron en peligro los intereses de Riad.