domi América como cuna de razas

Durante la última glaciación, la concentración de hielo en los continentes hizo descender el nivel de los océanos en unos 120 metros. Este descenso hizo que en varios puntos del planeta se crearan conexiones terrestres, como por ejemplo Australia-Tasmania con Nueva Guinea; Filipinas e Indonesia; Japón y Corea e Siberia y Alasca con el estrecho de Bering.

Debido a que el estrecho de Bering, que separa Asia de América, tiene una profundidad de entre 30 y 50 metros, el descenso de las aguas dejó al descubierto un amplio territorio que alcanzó 1500 kilómetros de ancho, uniendo las tierras de Siberia y Alaska, hace aproximadamente 40 000 años. Esas ocasiones fueron una oportunidad propicia para que tribus de Siberia cruzaran hacia América. Después, al final de la glaciación, se inundaron los territorios y se separó definitivamente Asia de América en lo que hoy es el estrecho de Bering.

Al terminar la última glaciación hace 10000 años, como respuesta a la crisis climática se produce una transformación radical de la forma de vida para la humanidad, que pasa de ser nómada a sedentaria y de economía depredadora (caza, pesca y recolección) a productora (agricultura y ganadería) con la domesticación de animales o plantas autóctonas.

En primer lugar afecta a la zona conocida como creciente fértil del Medio Oriente, una amplia zona que comprende desde el noreste de África (Valle del Nilo, en Egipto) hasta el oeste de Asia (zona de Mesopotamia entre los ríos Tigris y Éufrates). Algo más tarde se produjeron cambios similares en la India (ríos Indo y Ganges) y en el Extremo Oriente (ríos Huang Ho y Yangtze en China). La difusión por el resto del Viejo Mundo (Europa, Asia y África) se produce por difusión de estos primeros focos. En América estos cambios se producen de forma autónoma, con los focos mesoamericano y andino.

Los cambios ligados a este impacto climático significaron un enorme progreso en el desarrollo de la Humanidad, la cual comenzó a crecer con mucho mayor rapidez al comenzar a cosechar alimentos que podían conservarse durante bastante tiempo. La necesidad de conservar los alimentos generó el desarrollo de nuevas técnicas y artesanías como la cerámica, la cestería y muchas otras. La aparición de excedentes permitió la especialización y división del trabajo, la aparición del comercio, la acentuación de las diferencias sociales, y con el tiempo, el origen de la Historia.

Era la época cuando aparecen los primeros poblados estables y numerosas culturas que viven de la agricultura y de la explotación intensiva de recursos del mar. Animales domésticos han sido encontrados en Mesoamérica y Suramérica con dataciones de hasta hace 10 mil años. En la Amazonia la domesticación de especies vegetales comenzó hace unos 5000 años y se basó inicialmente en la mandioca amarga. Las primeras ciudades en América se presentaron casi a la par con la fundación de las más antiguas ciudades del mundo en Medio Oriente y China. Importantes civilizaciones florecerán en los valles de México y Guatemala, y en el centro-norte de los Andes (las dos zonas nucleares fundamentales de América).

El periodo prehispánica de América

El periodo prehispánica comenzó con el renacimiento humano hace 10 000 años(8000 a. C.), y llegará a su fin cuando los navegantes españoles inicien la conquista y de esta forma incorporan América a la Historia Universal.

Concretamente en los Andes se identifico el foco civilizatorio más antiguo de América, la cultura de Caral (Perú), con una fecha inicial superior al 3000 AC. Esta región andino ha sido considerado como uno de los focos civilizatorios a nivel mundial, al lado de Egipto, Mesopotamia, China, y India. Cuando se construía en Egipto las pirámides de Keops y florecían las ciudades sumerias de Mesopotámia, hacia los 2550 años antes de Cristo, en Perú se edificaba el centro urbano monumental de Caral, la ciudad más antigua del continente. En Mesoamérica se dio la formación de sociedades más complejas a partir de 1500 AC., donde aparecen las primeras formas de escritura y las grandes civilizaciones clásicas como la de los Olmecas, Mayas o los Moche.

La cultura de Caral

Caral, una vibrante ciudad de monumentales pirámides y organizaciones sociales complejas, se encuentra situada en el Valle de Supe, 200 kilómetros al norte de Lima, tiene aproximado 5000 años de antigüedad y antecede por lo menos mil años a las sociedades de similar nivel en Mesoamérica.

Se le ha llamado también ciudad sagrada, ya que es una época en que por primera vez las sociedades peruanas tuvieron un gobierno central, se establece el estado y utiliza la religión como medio de afirmación.

La centralidad de Caral fue ejercida de una forma completamente pacífica durante un periodo que podría ser de 1000 años. Caral no dejó restos de fabricación de armas, testimonios o evidencias de haber organizado un ejército o liderado una guerra.

La cultura Chavín

La Cultura Chavín se extendió desde el occidente del Perú hasta Ecuador, entre el litoral y la ceja de selva, y se desarrolló entre el 1500 a. C. y el 500 a. C.; es decir, que durante un milenio, prevaleció su hegemonía en todo el quehacer andino de la región o área de influencia.

La sociedad Chavín fue teocrática y el tirano rey sacerdote era el representante de la casta gobernante, posiblemente elegido entre los campeones de las casas gobernantes o panacas, tal como lo hicieran luego los incas. Esta casta gobernante formó el primer Estado del Ande y su casta sacerdotal eran especialistas y grandes técnicos agrícolas hidráulicos, los cuales dominaban por el miedo a sus semejantes. Chavín representa la época que da inicio al uso de los metales. La producción metalúrgica comienza con el oro y casi simultáneamente con el cobre nativo. La evidencia más antigua de objetos de oro en los Andes centrales se remonta 1500 años AC.

La cultura Mochica

Moche es una cultura arqueológica del Antiguo Perú que se desarrolló entre los 100 a. C. y los 800 d. C. alrededor de los valles de la costa norte del actual Perú. Las sociedades Moche desarrollaron una compleja tecnología de canales de riego, evidenciando amplios conocimientos en ingeniería hidráulica y ampliando la frontera agrícola. Además, hicieron uso intensivo del cobre en la fabricación de armas, herramientas y objetos ornamentales.

Los dioses mochicas muestran clara influencia de la cultura chavín, que fueron anteriores a ellos (los moches). Los sacrificios humanos eran practicados por los mochicas con fines religiosos.

Fueron considerados los mejores ceramistas del Perú antiguo gracias al fino y elaborado trabajo que realizaron en sus cerámicos. En ellos representaron a divinidades, hombres, animales y escenas significativas referidas a temas ceremoniales y mitos que reflejaban su concepción del mundo, destacándose la asombrosa expresividad, perfección y realismo con que los dotaban.

En la navegación y la pesca destacó el uso de los caballitos de totora, pequeñas y ágiles embarcaciones que aún hoy en día se fabrican y utilizan. Poseían también naves guerreras que eran tripuladas por más de tres o cuatro personas y que transportaban a grupos militares o a los prisioneros vencidos en las guerras.En la arquitectura destacan los templos, palacios y murallas de Chan Chan, la ciudad de adobe más grande de América.

Políticamente, las sociedades Moche —de fuerte segmentación en clases sociales— se organizaban en señoríos comandados por autoridades religioso-militares.

Las Muiscas

Los Muiscas o Chibchas son un pueblo indígena que habitó en la Cordillera Oriental de Colombia desde el siglo VI a. C. No tenían una organización política tan compleja al modo imperial como los Aztecas o los Incas, ni trabajaron la piedra para dejar monumentos de gran dimensión como los mismos, pero la importancia política de la Confederación Muisca es que fue la más grande y la más organizada confederación de tribus de Suramérica y por su parte dejó un gran legado cultural en su orfebrería, textil, organización administrativo-política, sistema uniforme de caminos, lengua, impuestos, religión y leyes. Cada comunidad estaba regida por su jefe o cacique, tenía su autonomía y se sentían parte de su confederación.

Los muiscas no trataron de agregar a esas confederaciones a otras etnias, sino que sus jefes se batían entre ellos para unirse entorno al vencedor.La confederación, además de ser entre tribus hermanas, de la misma cultura e idioma, garantizaba el trueque y la defensa común ante enemigos externos. Por esta razón el ejército dependía directamente del máximo jefe de la confederación (Zipa o Zaque) conformado por los güechas, los tradicionales guerreros muiscas.

La confederación muisca era la unidad político-administrativa conformada en el momento de la llegada de los conquistadores, en 1537. El último Zipa de la confederación fue muerto por los conquistadores en 1539 y con él se dio fin a los Estados Muiscas.

Las Olmecas

La cultura olmeca fue la primera civilización en Mesoamérica y muchos logros mesoamericanos tuvieron lugar por primera vez en el seno de su cultura. Entre otras cosas, se acredita a los olmecas el desarrollo del calendario, la escritura y la epigrafía. En las primeras sociedades Olmecas se dio inicio a algunas prácticas culturales que se integraron plenamente a la cultura mesoamericana, como el uso de un patrón urbano de asentamiento, el establecimiento de una sociedad teocrática, entre otras.

Los indicios más antiguos de la cultura Olmeca son de alrededor de 1200 a. C., y los más recientes son aproximadamente del año 500 a. C.  La cultura olmeca aparece como un conjunto multiétnico y plurilingüístico que se extiende sobre la mayor parte de Mesoamérica con presencia en México (costa del Golfo, costa del Pacífico y altiplano central). Más allá de las fronteras mexicanas, vestigios de una presencia olmeca se encuentran en Guatemala (Takalik Abaj), Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica.

El centro de su religión es el culto al jaguar, y hay muchos animales considerados dioses, como el caimán, sapos, reptiles, todos animales de la zona. Sus dioses estarían relacionados directamente con los gobernantes, con los señores de los centros ceremoniales, gobernantes con poderes sobrenaturales, descendientes directos de las divinidades. Es una religión compleja, que pudo tener toda una doctrina aceptada por el pueblo, para justificar, explicar y legitimar a los linajes gobernantes, las desigualdades sociales, las fuerzas sobrenaturales y establecer vínculos entre éstas y los gobernantes. La religión estaría institucionalizada, con un cuerpo doctrinal y su panteón. De esta forma también los líderes gubernamentales utilizaban un símbolo de una figura de animal para identificarse.

Los olmecas parece influenciaron sobre los mayas antiguos. En toda Mesoamérica surgieron tradiciones culturales regionales, que fueron construidas sobre la base del legado olmeca. Los mayas tomaron de ese pueblo la escritura, el sistema de numeración y la Cuenta Larga, y muchas otras cosas.

Las Incas

El Imperio incaico fue un estado de América del Sur gobernado por los incas (emperadores), que se extendió por la zona occidental (andina) del subcontinente por un breve periodo entre 1438 y 1532.

Fue la época en que la civilización incaica logró su máximo nivel organizativo y su territorio, conocido como Tahuantinsuyo abarcó cerca de 2 millones de km² entre el océano Pacífico y la selva amazónica. El Tahuantinsuyo corresponde actualmente a territorios relativos al sur de Colombia, pasando por Ecuador, principalmente por Perú y Bolivia, la mitad norte de Chile y el noroeste de Argentina. La capital del Imperio fue la ciudad de Cuzco, en el Perú.

El Tahuantinsuyo fue el dominio más extenso que tuvo cualquier estado de la América precolombina.

El imperio comenzó a formarse a partir de la victoria de los cuzqueños frente a la confederación de estados chancas en el año 1438. Luego de esta victoria, el Imperio incaico iniciara una etapa de continua expansión que siguió hasta el undécimo inca Huayna Cápac quien consolidaría los territorios. En esta etapa la civilización incaica logró el máximo desarrollo de su cultura, tecnología y ciencia, desarrollando los conocimientos propios y los de la región andina, así como asimilando los de otros estados conquistados.

Luego de este periodo de apogeo el imperio entraría en declive por diversos problemas, siendo el principal la confrontación por el trono entre los hijos de Huayna Cápac: los hermanos Huáscar y Atahualpa, que derivó incluso en una guerra civil. Finalmente Atahualpa vencería en 1532, sin embargo su ascenso al poder coincidiría con el arribo de las tropas españolas al mando de Francisco Pizarro, que capturarían al Inca y luego lo ejecutarían. Con la muerte de Atahualpa en 1533 culminó el Imperio incaico, sin embargo, varios incas rebeldes continuarían la lucha contra los españoles hasta 1572 cuando fue capturado y decapitado el último de ellos: Túpac Amaru.

Las Mayas

En 292 comienza el esplendor de la Cultura Maya en el territorio del sureste de México, y en América Central, en los territorios actuales de Belice, Guatemala, Honduras y El Salvador. En ese territorio se hablaron cientos de dialectos que generan hoy cerca de 44 lenguas mayas diferentes. Tikal, Palenque y Copán figuran entre los principales centros Maya que eran ciudades-estado.

Los monumentos más notables son las pirámides que construyeron en sus centros religiosos, junto a los palacios de sus gobernantes y los palacios, lugares de gobierno y residencia de los nobles, siendo el mayor encontrado hasta ahora el de Cancuén, en el sur del Petén, muchas de cuyas estructuras estaban decoradas con pinturas murales y adornos de estuco. Otros restos arqueológicos importantes incluyen las losas de piedra tallada usualmente llamadas estelas (los mayas las llamaban Tetún, o “tres piedras”), que describen a los gobernantes junto a textos logográficos que describen sus genealogías, victorias militares, y otros logros. La cerámica maya está catalogada como de las más variadas, finas y elaboradas del mundo antiguo. Los mayas participaban en el comercio a larga distancia en Mesoamérica, y posiblemente más allá. Entre los bienes de comercio estaban el jade, el cacao, el maíz, la sal y la obsidiana.

La cultura maya, no surgió sino hasta el primer siglo de la era cristiana, más o menos contemporánea al desarrollo de Teotihuacan. Es importante resaltar la relación tan estrecha y duradera que había entre la región maya y el Centro de México, especialmente con Teotihuacan, de los siglos V a VII. La actividad bélica entre teotihuacanos y mayas demuestra el poder que los guerreros sustentaban en este periodo. Teotihuacan controló los centros mayas de este periodo a través de la guerra y del dominio político, pero sobre todo mediante las influencias culturales y el acceso a una serie de recursos naturales, como el cacao, que eran mercancías básicas dentro de las redes comerciales.

La civilización maya, tuvo centros como Palenque, enclavado en la selva de Chiapas, que llegó a su máximo esplendor entre los años 695 y 799 dC. Es en esta región donde se encontraron representaciones que hablan de guerreros, batallas e incursiones para capturar prisioneros, como los primeros indicios de la existencia de guerra entre los mayas. La desintegración de los centros ceremoniales mayas estuvo íntimamente ligada a la creciente decadencia en la sociedad teocrática de los mayas y sus contradicciones internas. En ellas el poder y la autoridad estaban en manos de un grupo de nobles y sacerdotes que imponían al pueblo cada vez mas fuertes cargas tributarias en trabajo y especie.

La decadencia de la clase dominante conjunto con la caída de Tehotihuacanla impulsaron la desaparición de los centros mayas teocráticos, cuyo orden se resquebrajó entre los años 750 y 900.  a.C. Teotihuacan, saqueada y reducida a cenizas por fuerzas desconocidas entre 700 y 750 dejó de mostrar su influencia en el área maya.  Su prosperidad económica y cultural se detuvo bruscamente para dar paso a los toltecas. Cien años después de la destrucción de Teotihuacan, los centros mayas en el territorio de México y Centroamérica entraron en crisis, se despoblaron, y sus ciudades fueron invadidas por la selva.

En 987 el tolteca Quetzalcoátl se unió a las Mayas (sureste del Actual México) y fundó la liga de Mayapán.  Con ayuda de los Mayas conquistó y construyo gran parte de la ciudad de Chichen Itzá donde fue conocido bajo el nombre de Kukulkán (pluma y serpiente) y reconocido como un gran jefe guerrero. En esta época los toltecas tuvieron una gran influencia entre los mayas en la arquitectura y utilizaron su excelente arte para representar en sus pirámides el sacrificio humano. Los toltecas fueron la etnia dominante de un estado cuya influencia se extendía en la península de Yucatán donde fundan nuevas ciudades-estado y donde aún florecía la cultura Maya.

La supremacía de Mayapán llegó a su fin hacia 1441. Las crónicas mayas establecen claramente que ellos conservaron su poder sobre la región durante el periodo de la dominación de Mayapán. Después de la caída de Mayapán, la península de Yucatán se dividió en 16 pequeños estados, cacicazgos o provincias, cada uno con su propio gobernante. Entre estos cacicazgos existían rivalidades y guerras constantes, herencia de las luchas sin tregua. Esa era la situación reinante a la llegada de los primeros españoles. En el 1697 DC, después de varios intentos fallidos, incluyendo uno de Hernán Cortés en 1542, las últimas ciudades mayas fueron conquistadas.

Las Toltecas

Los Toltecas fueron la máxima expresión de la época clásica de las culturas pre-hispánicas. Tuvieron una importancia enorme e influyeron las vidas de los indígenas en una proporción igual a la de los Olmecas, la cultura madre. Los mismos Aztecas, quienes los consideraban como los impulsores de todas las culturas, tomaron una de las principales aportaciones Toltecas a la religión mesoamericana como suya, el rito a Quetzalcóatl.

Después de la caída de Teotihuacan hacia el año 700, hubo en Mesoamérica varios siglos de tinieblas y concusión, cambió el índole de su civilización, las ciudades sin fortificaciones y gobernadas por sabios sacerdotes se desmoronaron y dieron lugar a ciudades guerreras y a religiones más belicosas. Una de estas ciudades surge hacia el año 950 Tula, la capital de los Toltecas.

Tula fué una ciudad fortificado, su templo y sus zonas residenciales coronaban una cima fácilmente defendible. Después de todo hay que considerar que se construyó en la frontera Chichimeca y debe haber estado continuamente amenazada por ataques bárbaros. La sociedad Tolteca era una sociedad militarizada, gobernada por los jefes militares y sostenida por la reanudación de riqueza de las poblaciones conquistadas, como centro del primer estado Mesoamericano que impuso tributos claramente definidos, sentó la pauta gubernamental económica y religiosa que había de seguir el resto de Mesoamerica hasta la conquista Española.

Una generación después de fundada Tula, los ejércitos toltecas, probablemente una amalgama de muchas razas y tribus se había esparcido por la mayor parte de México. Dominaron ambas costas y llegaron hasta Guatemala, en el sur y al interior del país se adentraron en las tierras de sus antepasados Chichimecas hacia el norte. Hacia el año 1000 hicieron su más espectacular avance y llegaron hasta Yucatán, donde aún florecía la cultura Maya.

Los Toltecas destruyeron muchas ciudades Mayas, pero también participaron en la construcción de otras, con ayuda de los Mayas construyeron gran parte de Chichen itza y utilizaron su excelente arte para representar en sus pirámides el sacrificio humano.

En Chichen Itza se conoció un nuevo estilo de sacrificio desconocido en Tula, al norte de la constricción más importante de la ciudad (El castillo) está el famoso Cenote Sagrado, el cual es un profundo pozo abierto en la roca. Cuando no llovía o los sacerdotes veían algún otro signo de desagrado divino consagraban algunas doncellas elegidas por su belleza y las arrojaban al Senote junto con grandes joyas y objetos de gran valor.

Como toda cultura mesoamericana los Toltecas le rendían culto a muchos dioses, los mas destacados entre ellos eran Tezcatlipoca y Quetzalcóatl, dos de los dioses mas enigmáticos de la época pre-hispánica. El hecho de que se les rendía tributo a estos dos dioses, por naturaleza antagónicos, ocasionó la caída del imperio Tolteca (Tula en 1168 y Chichen Itzá en 1194).

Las Aztecas

Los Aztecas eran los señores de Mesoamérica, una mescla entre diferentes pueblos que convivieron en la etapa final del desarrollo mesoamericano, que comprendió los siglos VIII a XIV. En este tiempo la entidad política de mayor complejidad fue México-Tenochtitlan, cuyo origen histórico se remonta a una coalición militar conocida como la Triple Alianza, que vinculó a tres estados emergentes: los mexicas, cuya ciudad capital fue México-Tenochtitlan, famosa urbe de su época; los Acolhua con Texcoco como ciudad primordial, considerada el centro cultural por excelencia; y Tlacopan, que reunió a los sobrevivientes del antiguo señorío que alguna vez dominó el valle de México.

El estado Azteca fue una teocracia encabezada por el huey-tlatoani, gobernante máximo electo por un consejo integrado por representantes de los veinte grupos de personas emparentadas o clanes en que se dividía la sociedad. Cuando el tlatoani, debía tomar decisiones fundamentales, por ejemplo la declaración de la guerra, deliberaba con algunos asesores. El más importante fue el cihuacóatl, quien colaboraba con él en el gobierno y lo reemplazaba en caso de ausencias. En los niveles inferiores había muchos funcionarios; entre ellos, los jueces encargados de vigilar el cumplimiento de las normas y los guardianes de los depósitos de armas.

Los Aztecas impusieron con astucia su jerarquía sobre sus aliados, y extendieron su dominio hasta las costas del Océano Pacífico y del Golfo de México. La expansión del dominio mexicano fue resultado de su organización militar y del valor de sus soldados en las batallas y a la habilidad de sus gobernantes, quienes inicialmente se apoyaron en la Triple Alianza. Aprovecharon las divisiones que existían entre sus adversarios y convencían de forma coercitiva a muchos altépetl (señoríos) que les convenía más ser vasallos de Tenochtitlan que enfrentarse a los riesgos terribles de una guerra. Por lo general, la mayoría de altepetl circundantes a México-Tenochtitlan aceptaron pagar tributo a los mexicas y conservaron la administración a cargo de la nobleza local, que debía rendir cuentas ante los gobernantes de la capital. Solo algunas regiones conflictivas fueron gobernadas directamente por funcionarios nombrados en Tenochtitlan con atribuciones políticas y militares.

Adquirieron riqueza y poder a partir de la imposición de un estricto sistema de tributación. Los tributos llegaban a Tenochtitlán de todas las regiones del imperio: alimentos, tejidos, artículos preciosos, y también seres humanos cautivos destinados al sacrificio. A la llegada de los españoles en los inicios del siglo XVI, su capital era considerada la urbe más importante y magnificente de su época.

El fin del régimen de dominio de los mexicas y sus aliados en Mesoamérica concluyó con la Conquista española de México-Tenochtitlan. En este suceso, que se suele tomar como punto final del desarrollo independiente de la civilización indígena mesoamericana, participaron no sólo los expedicionarios espanioles, sino, decisivamente, sus aliados indígenas provenientes de numerosas naciones tributarias de la Triple Alianza que vieron en los recién llegados una oportunidad de poner fin al dominio azteca.

La “Audiencia de México

Cuando llego Cortés a México Moctezuma pensó que era el regreso de Quetzalcóatl como lo decía la leyenda. Los españoles usaban barba (como Quetzalcóatl) y llegaron en ” pequeñas nubes que flotan sobre el agua” (a Quetzlacóatl, en esos entonces, se le había atribuido dios del viento) lo cual facilitó la conquista de Tenochtitlan y de México.

Se acuerda como final de la era precolombina el 13 de diciembre de 1527, año en cual los españoles crean la llamada “Audiencia de México”, poniendo fin al Imperio azteca después de someter México-Tenochtitlan, una de las ciudades más grandes e importantes de ese tiempo, y entrar por primera vez en el continente bajo el dominio de culturas ajenas a América.

Las culturas prehistóricas y las civilizaciones precolombinos de América se desarrollaron de manera aislada al resto del planeta. Los contactos con otras culturas no pasaron de esporádicos, sin ningún impacto determinante, hasta llego la conquista espaniola, cual cambie la religión y el idioma en casi todo el continente y por la mutua atracción que tenían las indígenas del sexo femenino hacia los europeos, surge el mestizo como el nuevo habitante americano.

Pero la caída de sus sistemas políticos y su sujeción a gobiernos europeos, no significó la extinción de los pueblos americanos. Si bien muchos murieron durante las guerras de conquista, las epidemias generadas por una población humana foránea al continente y los rápidos procesos de mestizaje (los aborígenes americanos de raza mongoloide se mezclaron por primera vez con tipos humanos caucásicos y negroides), sobreviven los descendientes de esos americanos que vivieron por milenios aislados del resto del planeta y que supieron adaptarse a las nuevas circunstancias.

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