La maternidad prolongada es una de las características más destacadas del comportamiento y desarrollo de los grandes simios. A diferencia de otras especies de mamíferos, en este grupo privilegiado de primates al que pertenecemos los humanos, las relaciones con nuestra madre continúan después del destete y pueden llegar a durar hasta la muerte. Estos años de aprendizaje social en manos de adultos emparentados, representan una oportunidad única para que aprendamos información e incorporemos formas culturales a nuestro repertorio de comportamientos en un entorno de seguridad, que más adelante resultarán vitales en nuestra supervivencia.