Una travesía de frases y reflexiones que hicieron época
Don Alberto Einstein decía que: “La mente es como un paracaídas… solo funciona si la tenemos abierta”.
Y decía que había llegado a esta conclusión: “Dos cosas he visto que son infinitas: el universo y la estupidez humana… y del universo no estoy muy seguro”.
Agregando que: “Solo una vida vivida para los demás, merece la pena ser vivida”.
Pese a que decían que tenía un fino sentido del humor, siempre repetía una frase más bien simplona… e = mc2… que no tiene ningún chiste.
Stephen Hawking -quien por desgracia no puede hacer otra cosa más que pensar- dice que: “Preguntarle que había antes del Big-Bang, sería como si le preguntaran… que hay al norte del Polo Norte”.
Pese a las limitaciones físicas que aquejan a este hombre, después de lanzarse en un cohete a la estratósfera para sentir la falta de gravedad, afirma que “La vida sería trágica si no fuera graciosa”.
Un miembro de Les Lutiers agregaba con cordura: “Yo no sufro de locura… la disfruto a cada momento”.
Y reflexionando expresaba: “El ave es nada porque vuela, y el pez es todo… porque nada”.
Nos dejó además una guía práctica para la vida con estas palabras con las que asegura que… se nos abrirán muchas puertas en nuestra vida: “Jale y Empuje”.
El incomparable Mark Twain agregándole romance al asunto afirmaba que: “Para Adán el paraíso era… donde estaba Eva”.
Y la pícara Mae West gozaba diciendo que: “Pecar es humano… pero se siente divino”.
Hablando de si misma agregaba: “Cuando soy buena, soy muy buena, pero cuando soy mala… soy mucho mejor”.
Mark Twain, a su vez confesaba: “El cielo lo prefiero por su clima, y el infierno… por la compañía”.
A lo que Mae West, terciando en el tema aseguraba que: “Las chicas buenas van al cielo, y las malas… a todas partes”.
Otro galán anónimo decía: “Me gustan todas. Las bonitas por bonitas, y las feas por extrañitas”.
El célebre Oscar Wilde sostenía que “La mejor manera de librarse de una tentación… era caer en ella”.
Además agregaba con sinceridad: “Lo único que no puedo resistir… son las tentaciones”.
Y confesaba que: “Cuando le daba por pensar de noche en sus defectos… se quedaba dormido inmediatamente”.
Les Luthiers decían que : “Tener la conciencia limpia es síntoma… de mala memoria”.
Mark Twain aseguraba categórico “Cuando era más joven podía recordar todo… hubiese sucedido o no”.
Y agregaba que “La raza humana tiene un arma verdaderamente eficaz… La risa”.
Y decía que “Es mejor tener la boca cerrada, y nunca cometer la estupidez de que… al abrirla se confirme la sospecha”.
Wilde agregaba: “Cuando la gente está de acuerdo conmigo… siento que debo estar equivocado”.
Célebre fue cuando una mujer, interrumpiendo a Churchill le dijo: “Si usted fuera mi esposo, le daría veneno en el té; a lo que sin inmutarse le contestó: si yo fuera su marido… con gusto lo bebería”.
Genial fue también su respuesta a Bernard Shaw cuando éste, queriéndose pasar de sarcástico le mandó una invitación para el estreno de su comedia Pigmalión con una nota que decía: “Le mando dos boletos; uno para usted, y otro para algún amigo… si es que lo tiene”. A lo que Sir Winston le contestó: “No podré ir a esta primera función, pero iré a la segunda… si es que la hay”.
Y como el mismo Churchill decía que “Había que agotar el tema… y no a los interlocutores” .
Nosotros, como dijo Don Quijote: “Ya vámonos de aquí Sancho… que con tanta cordura me estoy volviendo loco”.
Allan Poe así mismo aseguraba que “Cuando un loco parece completamente sensato… es hora de ponerle la camisa de fuerza”.
Y yo, al igual que Poe “Me he vuelto loco… con largos intervalos de horrible cordura”.