Fue hace pocos años cuando mi amigo Juan Pablo Vitali me invitó a conocer el Museo de Ciencias Naturales, de Ciudad de La Plata, en Argentina.
El lugar es bellísimo, majestuoso, impresionante. No solo en un sentido arquitectónico sino por la gran cantidad de elementos arqueológicos y de arte de pleno interés.
Alli pude fotografiar un antiguo objeto indígena de gran riqueza simbólica y bella confección.
Desde ya, vemos que es en un círculo donde transcurre el mensaje que se quiere enseñar. Tal círculo está cerrado con una especie de cadena. Pero está en movimiento, lo que indica la dirección en que fue trazado. Adentro dos seres humanos; al medio dos serpientes.
El principio de la dualidad (macho-hembra, dos serpientes) queda bien representado. Además la disposición nos recuerda el clásico dibujo de un libro de Eliphas Levi, con los dos señores (bien/mal) del Sello de Salomón, que incluimos más abajo y donde también del Uno proviene lo Dual; pero ello dentro del plano manifestado no del No-Ser. Y donde también hallamos la serpiente, esta vez como Ouroburos.
En el objeto argentino las serpientes que se miran marcan el límite entre los dos planos de realidad, lo cual en el dibujo del libro de Levi es graficado con la línea que separa luz de tinieblas.
¡Qué simbolismo más profundo podemos hallar en el arte de Nuestramérica ancestral!
(El objeto del Museo de Ciencias Naturales de La Plata.
Fotografía de Sergio Fritz Roa)
(El Gran Símbolo o Sello de Salomón, tomado de un libro de Eliphas Levi)