Las falacias del Big Bang

Una colaboración de Francisco Guanipa

Referencia: ThunderBolts.info .
por Stephen Smith,

Se dice que el Universo comenzó con una superlativa explosión. Este artículo casi podría completarse con la declaración de que una teoría basada sobre suposiciones tan cuestionables nunca debería servir como base de nuevas teorías.

En un reciente comunicado de prensa, los astrónomos declararon que han encontrado “pruebas” de la teoría inflacionaria del Big Bang, basadas en las observaciones del denominado Fondo Cósmico de Microondas (CMB). El CMB se dice que es la señal remanente que aún nos queda del principio del Universo.

Históricamente, en la década de 1960, Arno Penzias y Robert Wilson comenzaron a utilizar la antena satelital Holmdel como herramienta de investigación. La antena fue construida originalmente para detectar las señales rebotadas del más antiguo sistema de comunicación por satélite, conocido como Echo. El satélite Echo era un aluminizado globo Mylar de 30 metros de diámetro. Los haces de señales de radio de la Tierra eran reflejados por el satélite, lo que permitía las transmisiones de ondas de radio transcontinentales, por primera vez y con independencia de lo que rápidamente se convirtió en una red saturada de cables transoceánicos .

El plan original de Penzias y Wilson era utilizar la prominente antena para amplificar las señales de radio de la Vía Láctea y del espacio entre galaxias. Estaban tratando de crear uno de los primeros mapas de radio del espacio profundo, y tuvieron su oportunidad después de que el lanzamiento del satélite Telstar convierta en obsoleto a Echo. Pronto descubrieron que la antena estaba recogiendo un montón de ruido, tanto era así que, les hizo difícil poder llevar adelante sus proyectos.

Probablemente, ahora sea una historia muy conocida por la mayoría. Ellos comprobaron la antena apuntando a la ciudad de Nueva York, para ver si esa era la fuente de las interferencias. Luego comprobaron si podía ser algún tipo de radiación de la galaxia, o tal vez de era alguna prueba nuclear por encima del suelo, o si la distorsión provenía de un nido de palomas que vivía en la antena. Después de todo un año de intentar localizar la fuente de la señal, y de encontrar que era uniforme allá donde apuntaran en el cielo, llegaron a la conclusión de que su procedencia debía ser de algún lugar muy lejano y que en sí misma era fundamental para la estructura general del universo.

En 1964, el Dr. Robert Dicke, de la Universidad de Princeton, a raíz  la teoría en 1948 de George Gamow sobre la creación de elementos pesados, que hoy es conocida como el Big Bang, propuso que debía haber tres Kelvin “irradiantes” que tuvo que quedar del evento ex nihilo [de la nada] de la explosión original. Sin embargo, antes de que pudiera completar su propia antena de radio, Penzias y Wilson anunciaron sus hallazgos, ganando ellos el Premio Nobel.

Robert Dicke siguió muy involucrado con la teoría del Big Bang hasta su muerte en 1997. En 1978, el Dr. Alan Guth asistió a una conferencia a cargo de Dicke, en la cual Dicke explicó los problemas que existían con la teoría del Big Bang en aquel momento. Uno de los problemas que se planteaban era la cuestión de la densidad del Universo. Si el Universo no contiene suficiente masa, continuará expandiéndose (una expansión que ya entonces ganaba en importancia gracias a las mediciones del corrimiento al rojo deEdwin Hubble y otros), hasta que todas las estrellas se apagan y toda la materia pierde su movimiento. Esta idea la llamaron la “muerte térmica“. Si hay una mayor densidad, entonces el Universo retrocederá sobre sí mismo, debido a la fuerza de la gravedad, en lo que se llama el “Big Crunch“.

Guth decidió abordar un problema que empezaba a surgir, dadas otras muchas consideraciones demasiado numerosas para dar aquí una explicación más detallada. El importante debate se fue centrando en por qué el universo parece tan uniforme: Se observa más o menos igual, sin importar dónde apunten los instrumentos. Su solución para la homogeneidad observada del Universo en general, y del CMB, en particular, fue un período de inflación. En agosto de 1980 publicó “El Universo Inflacionario: una posible solución a los problemas del horizonte y la uniformidad”. Hoy día, la inflación es uno de los principios fundacionales de la teoría del Big Bang, ya que “resuelve” la cuestión de la homogeneidad.

Desde que fue publicado el estudio de Guth, los astrofísicos han estado buscando las “ondas” del espacio-tiempo que deberían haber sido generadas por el impulso inflacionario. Tal acontecimiento se cree que lo iniciaron las ondas gravitacionales que se propagan a través del Universo. Tal como informa el último boletín de Nature, el radio astrónomo John Kovac, usando el telescopio Background Imaging of Cosmic Extragalactic Polarization 2 (BICEP2), situado en la Antártida, han descubierto débiles señales que parecen ser las largamente buscadas ondas de gravedad .

Más conocida como la “polarización modo B” del CMB, la señal supuestamente representada se acerca a 10^-37 segundos del Big Bang, y una energía equivalente a 10^16 gigaelectronvoltios: suficiente para causar que la fuerza débil, la fuerza nuclear fuerte y el electromagnetismo sean indistinguibles unas de otras. En otras palabras, parece que confirma otra teoría asociada con el Big Bang, la Gran Teoría Unificada (GUT).

La detección de las ondas de gravedad es otro paso más allá en esa madriguera de conejo que se ha convertido la ciencia moderna. Comenzando con el Big Bang, el corrimiento al rojo, el “tejido” del espacio-tiempo, la inflación, el CMB, y ahora las ondas de gravedad, la ciencia ha recurrido a postulados cada vez más arcanos que mezcla unas ideas fantásticas en una irremediable y confusa ciénaga de prestidigitación matemática. Una y otra vez, respetados científicos y matemáticos, como el difunto Halton Arp,Stephen CrothersEric LernerPierre-Marie RobetailleWal Thornhill, y otros, demasiado numerosos para mencionarlos a todos, han presentado los análisis que revelan que la confusión aumenta sin parar por los pasillos de la academia. Estos enlaces anteriores proporcionarán una gran cantidad de información frente a cada uno de los temas destacados en este documento.

Basta con decir que el espacio no es una sustancia y el tiempo tampoco. El espacio no se puede deformar, doblar u ondular. El “espacio” se define como “ese reino tridimensional ilimitado o incalculablemente grande, o la extensión en la que todos los objetos materiales se hallan y donde se producen todos los eventos”. Es un dominio sin sustancia, ya que es donde existe la sustancia. Y si no es una sustancia, por tanto, no tiene existencia excepto como método para definir la existencia y posición de las cosas. Inferir que el espacio y tiempo son un “tejido” en el que la gravedad puede “ondear” es ridículo. Es equivalente a decir que el espacio existe en sí mismo y es capaz de alteración.

En conclusión, parece que la ciencia se ha dedicado a construir castillos en el aire. Con el tiempo, todos ellos están condenados a caer. En el Universo Eléctrico, las conclusiones nunca se basan en la reificación [cosificación] de las abstracciones. En lugar de eso, las observaciones apuntan a la naturaleza eléctrica del cosmos, sin necesidad de una interminable serie de conceptos ad hoc [*] encaminados a apuntalar teorías fallidas.


[*] Falacia ad hoc: reajustar los criterios de un estudio para que cuadren con una teoría. 
– Artículo original “Guth’s Goof”, por Stephen Smith
– Crédito: Alex Mittelmann – See more at: http://bitnavegante.blogspot.com.es/2014/03/las-falacias-del-big-bang.html?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed:+bitnavegante+(BitNavegantes)&utm_term=Google+Reader#sthash.IY8efAAJ.dpuf

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