Hemos legalizado el pecado. Hemos quitado a Dios de nuestras vidas. En los Estados Unidos la oración ha sido excluída de las escuelas. El aborto es legal. Algunas drogas son legales. El alcohol, que una vez fuera prohibido, está ahora al alcance de todos. La Creación ha sido menospreciada por la evolución, una teoría que ya se ha comprobado que es lógicamente imposible. La pornografía es legal. En algunos estados la prostitución es legal. Las personas de oficina y negocio roban a los pobres. El Presidente norteamericano comete perjurio y se sale con la suya.
Cuando las naciones abiertamente prefieren sus pecados más que a Dios, Él no tiene otra salida más que retirar Su favor. Usted no puede bendecir a alguien que abiertamente se rebela contra usted.
Actualmente las personas están heridas y desilusionadas porque hay niños matando niños. Y nos preguntamos, “¿en qué fallamos? ¿Acaso fueron los violentos juegos electrónicos? ¿Mala enseñanza de los padres? ¿Malas escuelas? ¿No muy buenos amigos? ¿Armas disponibles? ¿Problemas emocionales?
Los adultos, los adolescentes y los niños gritan por ayuda. Hemos ido por nuestro propio camino pero nos sentimos miserables.
C.S. Lewis dice que “la pregunta de la vida no es si tenga una filosofía o no; la pregunta de la vida es si la que ya tiene es buena o no”.
¿Cuál es su filosofía? ¿Está usted basado en razonamiento incorrecto, o en el fundamento de este mundo? ¿O está basado en la Roca, Jesucristo? Jesús es su fundamento seguro.