Sólo el Ser es real

Conversaciones con Annamalai Swami

Annamalai Swami

Pregunta: ¿Cuál es la manera más fácil de liberarse del ‘pequeño yo’?

Annamalai Swami: Deja de identificarte con él. Si puedes convencerte de que “Este ‘pequeño yo’ no soy yo”, simplemente desaparecerá.

Pero, ¿cómo hacer esto?

El ‘pequeño yo’ es algo que sólo parece ser real. Si comprendes que no tiene una existencia real desaparecerá, dejando tras de sí la experiencia del único Ser real. Comprende que no tiene existencia real y dejará de molestarte.

La consciencia es universal. No hay en ella ninguna limitación ni ‘pequeño yo’. Es sólo cuando nos identificamos con el cuerpo y la mente y nos auto-limitamos que este falso yo nace. Si, a través de la indagación, vas a la fuente de este ‘pequeño yo’, descubrirás que se disuelve en la nada.

Pero estoy muy acostumbrado a sentir “yo soy este ‘pequeño yo’.” No puedo romper este hábito sólo por pensar “yo no soy este ‘pequeño yo’.”

Este ‘pequeño yo’ sólo dará paso al Ser real si meditas constantemente. No puedes hacerlo desaparecer con unos pocos pensamientos perdidos. Trata de recordar la analogía de la cuerda que se parece a una serpiente en la penumbra. Si ves la cuerda como una serpiente, la verdadera naturaleza de la cuerda se esconde de ti. Si sólo ves la cuerda, la serpiente no está allí. Cuando se tiene esta percepción clara y correcta de que la serpiente en ningún momento existió, la cuestión de cómo matar a la serpiente desaparece. Aplica esta analogía al ‘pequeño yo’ por el que estás preocupando. Si puedes comprender que este ‘pequeño yo’ en ningún momento tuvo existencia fuera de tu imaginación, no estarías preocupando por la manera de deshacerte de él.

Todo está muy bien, pero creo que necesito un poco de ayuda. No estoy seguro de poder llegar a esta comprensión por mí mismo.

El deseo de ayuda es parte de tu problema. No cometas el error de pensar que hay alguna meta que alcanzar o lograr. Si piensas de esta manera iniciarás la búsqueda de métodos para practicar y de personas que te ayuden. Esto sólo perpetúa el problema que estás tratando de zanjar. En su lugar, cultiva la firme conciencia de: “Yo soy el Ser. Yo soy Eso. Yo soy Brahman [la realidad absoluta impersonal]. Yo soy todo”. No necesitas ningún método para deshacerte de las ideas equivocadas que tengas sobre ti mismo. Todo lo que tienes que hacer es dejar de creer en ellas. La mejor manera de hacer esto es reemplazarlas con ideas que reflejen con más precisión el estado real de las cosas. Si piensas y meditas “Yo soy el Ser”, te hará mucho más bien que si piensas: “Yo soy el ‘pequeño yo’. ¿Cómo puedo deshacerme de este ‘pequeño yo’?”

El Ser está siempre alcanzado, está siempre realizado; no es algo que tienes que buscar, alcanzar o descubrir. Tus vasanas [hábitos y tendencias mentales] y todas las ideas equivocadas que tengas sobre ti mismo están bloqueando y ocultando la experiencia del Ser real. Si no te identificas con las ideas equivocadas, tu naturaleza del Ser no estará oculta para ti.

Has dicho que necesitabas ayuda. Si tu deseo de obtener un correcto conocimiento de tu verdadera naturaleza es lo suficientemente intenso, la ayuda vendrá automáticamente. Si quieres generar una conciencia de tu verdadera naturaleza serás ayudado enormemente si tienes contacto con un jñani[ser realizado]. El poder y la gracia que irradia un jñani aquietan la mente y automáticamente eliminan las ideas equivocadas que tienes de ti mismo. Puedes progresar teniendo satsang [asociación] con un Gurú realizado y por la práctica espiritual constante. El Gurú no puede hacerlo en tu lugar. Si deseas renunciar a los hábitos limitadores de muchas vidas, debes practicar constantemente.

La mayoría de la gente toma la apariencia de la serpiente en la cuerda como la realidad. Actuando a través de sus percepciones erróneas piensan en las diferentes maneras de matar a la serpiente. Nunca pueden tener éxito en librarse de la serpiente hasta que abandonen la idea de que ahí hay una serpiente. Las personas que quieren eliminar o controlar la mente tienen el mismo problema: se imaginan que hay una mente que tiene que ser controlada y toman medidas drásticas para dominarla. Si, en cambio, generaran el entendimiento de que no existe una cosa tal como la mente, se acabaría todo el problema. Debes generar la convicción, “Yo soy la consciencia omnipresente en la que todos los cuerpos y mentes de todo el mundo están apareciendo y desapareciendo. Soy esa consciencia que permanece inalterada y no afectada por estas apariciones y desapariciones”. Estabilízate a ti mismo en esa convicción. Eso es todo lo que tienes que hacer.

Bhagavan [Ramana Maharshi] una vez contó una historia sobre un hombre que quería enterrar su propia sombra en una fosa profunda. Cavó la fosa y se puso en una posición tal que su sombra estaba en la parte inferior de la misma. Entonces el hombre trató de enterrarla cubriéndola con tierra. Cada vez que arrojaba un poco de tierra en el agujero la sombra aparecía en la parte superior de la tierra. Por supuesto, nunca logró enterrar la sombra. Muchas personas se comportan así cuando meditan. Toman la mente como algo real, tratan de luchar contra ella y aniquilarla, y siempre fracasan. Estas luchas contra la mente son todas actividades mentales que fortalecen la mente en lugar de debilitarla. Si quieres deshacerte de la mente, todo lo que tienes que hacer es entender que “no soy yo”. Cultiva la conciencia “Yo soy la consciencia inmanente”. Cuando esa comprensión sea firme, la mente inexistente no te molestará.

No creo que repetir “yo no soy la mente, yo soy la consciencia” llegue alguna vez a convencerme de que no soy la mente. Sólo será otro pensamiento que ocurre dentro de la mente. Si yo pudiera experimentar, aunque sea por un momento, lo que se siente al estar fuera de la mente, la convicción vendría automáticamente. Creo que un segundo de experimentar la consciencia como lo que realmente es sería más convincente que varios años de repeticiones mentales.

Cada vez que te vas a dormir tienes la experiencia de estar sin una mente. No puedes negar que no existes mientras estás dormido y no puedes negar que tu mente no está funcionando mientras estás durmiendo sin sueños. Esta experiencia diaria debería convencerte de que es posible continuar tu existencia sin una mente. Por supuesto, no tienes la experiencia completa de la consciencia mientras estás dormido, pero si piensas en lo que sucede durante este estado debes llegar a comprender que tu existencia, la continuidad de tu ser, de ninguna manera depende de tu mente o tu identificación con ella. Cuando la mente vuelve a aparecer cada mañana inmediatamente sacas la conclusión precipitada de “Este es mi verdadero yo”. Si reflexionas sobre este asunto por un tiempo, verás lo absurdo que es. Si lo que realmente eres sólo existe cuando la mente está presente, hay que aceptar que no existías cuando estabas dormido. Nadie aceptará una conclusión tan absurda. Si analizas tus estados alternos descubrirás que es tu experiencia directa que tú existes estando despierto o dormido. También descubrirás que la mente sólo se activa mientras estás despierto o soñando. A partir de estas simples experiencias cotidianas debería ser fácil de comprender que la mente es algo que va y viene. Tu existencia no se extingue cada vez que la mente deja de funcionar. No te estoy diciendo ninguna teoría filosófica; lo que te estoy diciendo es algo que puedes validar mediante la experiencia directa en cualquier período de veinticuatro horas de tu vida.

Toma estos hechos, que puedes descubrirlos si los experimentas directamente, e investígalos un poco más. Cuando la mente aparece cada mañana no saques la conclusión precipitada usual: “Este soy yo; estos pensamientos son míos”. En su lugar, observa estos pensamientos que vienen y van sin identificarte con ellos de ninguna manera. Si puedes resistir el impulso de reclamar todos y cada uno de los pensamiento como tuyos, llegarás a una conclusión sorprendente: descubrirás que tú eres la consciencia en la que los pensamientos aparecen y desaparecen. Permites que corran libremente. Al igual que la serpiente que aparece en la cuerda, descubrirás que la mente es sólo una ilusión que aparece por la ignorancia o el error de percepción.

Quieres alguna experiencia que te convenza de que lo que digo es cierto. Puedes tener esa experiencia si renuncias a tu hábito de toda la vida de inventarte un “yo” que reclama que todos los pensamientos son “suyos”. Sé consciente de ti mismo como la consciencia única, observa todos los pensamientos que van y vienen. Llega a la concusión, por experiencia directa, de que tú eres realmente la consciencia misma, no sus contenidos efímeros.

Las nubes van y vienen en el cielo, pero la aparición y desaparición de las nubes no afecta al cielo. Tu verdadera naturaleza es como el cielo, como el espacio. Permanece simplemente como el cielo y deja que las nubes de pensamiento vengan y se vayan. Si cultivas esta actitud de indiferencia hacia la mente, gradualmente dejarás de identificarte con ella.

Cuando empecé a hacer sadhana [práctica espiritual] todo fue muy bien al principio. Había mucha paz y felicidad y el jnana [conocimiento verdadero] parecía estar muy cerca. Pero hoy en día casi no hay paz, sólo obstáculos mentales e impedimentos.

Cuando vengan obstáculos en el camino, piensa en ellos como “no yo”. Cultiva la actitud de que el verdadero tú está más allá del alcance de todos los problemas y obstáculos. No hay obstáculos para el Ser. Si puedes recordar que tú siempre eres el Ser, los obstáculos no serán de ninguna importancia.

Uno de los Alvar [un grupo de santos vaisnavas] dijo una vez que si uno no está haciendo ninguna práctica espiritual no es consciente de los problemas mentales. Dijo que sólo cuando uno empieza a hacer meditación se da cuenta de las diferentes formas en que la mente nos causa problemas. Esto es muy cierto. Pero uno no debe preocuparse por los obstáculos o temerlos. Uno simplemente debe considerarlos como no yo. Sólo pueden causarte problemas mientras pienses que son tus problemas.

Los obstaculizadores vasanas pueden verse como una gran montaña que obstruye tu progreso. No te dejes intimidar por el tamaño. No es una montaña de roca, es una montaña de alcanfor. Si enciendes una esquina de la misma con la llama de la atención discriminatoria, se consumirá por completo.

Distánciate de la montaña de problemas, niega reconocer que son tuyos, y se disolverán y desaparecerán ante tus ojos.

No te dejes engañar por tus pensamientos y vasanas. Ellos siempre están tratando de engañarte haciéndote creer que eres una persona real, que el mundo es real, y que todos tus problemas son reales. No luches contra ellos; simplemente ignóralos. No aceptes la entrega de todas las ideas erróneas que siguen llegándote. Establécete en la convicción de que eres el Ser y que nada puede adherirse a ti o afectarte. Una vez que tengas esa convicción descubrirás que automáticamente ignoras los hábitos de la mente. Cuando el rechazo de las actividades mentales se vuelve continuo y automático, comenzarás a tener la experiencia del Ser.

Si ves a lo lejos a dos extraños peleando no les prestas mucha atención porque sabes que la disputa no es de tu incumbencia. Trata los contenidos de la mente de la misma manera. En lugar de llenar tu mente con pensamientos y luego organizar peleas entre ellos, no prestes atención a la mente en absoluto. Descansa tranquilamente en la sensación de “yo soy”, que es la consciencia, y cultiva la actitud de que todos los pensamientos, todas las percepciones son “no yo”. Cuando hayas aprendido a considerar la mente como a un extraño lejano, no tendrás que prestar atención alguna a todos los obstáculos que sigue inventando para ti.

Los problemas mentales se alimentan de la atención que les das. Cuanto más te preocupes por ellos, más fuertes se vuelven. Si los ignoras, pierden su poder y finalmente desaparecen.

Siempre estoy pensando y creyendo que sólo existe el Ser pero de alguna manera todavía hay una sensación de que quiero o necesito algo más.

¿Quién es el que quiere? Si puedes encontrar la respuesta a esa pregunta no habrá nadie quien quiera nada.

Los niños nacen sin egos. A medida que comienzan a crecer, ¿cómo surgen sus egos y cubren el Ser?

Puede parecer que los niños pequeños no tienen ego, pero su ego y todos las vasanas latentes que vienen con él están ahí en forma de semilla. Cuando el cuerpo del niño crece, el ego también se hace más grande. El ego es producido por el poder de maya [ilusión], que es uno de los shaktis [poderes] del Ser.

¿Cómo funciona maya? ¿Cómo se originó? Puesto que nada existe excepto el Ser, ¿cómo se las arregla el Ser para ocultar su propia naturaleza de sí mismo?

El Ser, que es poder infinito y la fuente de todo poder, es indivisible. Sin embargo, dentro de este Ser indivisible hay cinco shaktis o poderes, con diferentes funciones, que funcionan simultáneamente. Los cinco shaktis son la creación, la preservación, la destrucción, el ocultamiento [maya shakti] y la gracia. El quinto shakti, la gracia, contrarresta y elimina al cuarto shakti, que es maya.

Cuando maya está totalmente inactiva, es decir, cuando la identidad con el cuerpo y la mente ha sido abandonada, hay una conciencia de la consciencia, de ser. Cuando uno está establecido en ese estado no hay cuerpo, ni mente, ni mundo. Estas tres cosas son sólo ideas que son traídas a una aparente existencia cuando maya está presente y activa.

Cuando maya está activa, la única manera eficaz para disolverla es el sendero mostrado por Bhagavan: hay que hacer auto-indagación y discriminar entre lo que es real y lo que es irreal. Es el poder de maya el que nos hace creer en la realidad de las cosas que no tienen ninguna realidad fuera de nuestra imaginación. Si preguntas, “¿Qué son estas cosas imaginarias?” la respuesta es: “Todo lo que no es el Ser sin forma”. Sólo el Ser es real; todo lo demás es un producto de nuestra imaginación.

No es útil indagar por qué existe maya y cómo funciona. Si estás en un barco que tiene un agujero y se está hundiendo, no pierdes el tiempo preguntando si el agujero fue hecho por un italiano, un francés o un hindú. Sólo tienes que tapar el agujero. No te preocupes de donde viene maya. Pon toda tu energía en escapar de su efecto. Si tratas de investigar el origen de maya con tu mente estás condenado al fracaso porque cualquier respuesta que te venga será una respuesta de maya. Si quieres entender cómo funciona y se origina maya debes establecerte en el Ser, el único lugar donde puedes estar libre de ella, y luego observa cómo te domina cada vez que dejas de mantener ahí tu atención.

Usted dice que maya es uno de los shaktis. ¿Qué es exactamente lo que entiende usted porshakti?

Shakti es energía o poder. Es un nombre para el aspecto dinámico del Ser. Shakti y shanti [paz] son ​​dos aspectos de la misma consciencia. Si de algún modo quiere separarlos, se puede decir queshanti es el aspecto inmanifestado del Ser mientras que shakti es el aspecto manifestado. Pero en realidad no están separados. Una llama tiene dos propiedades: luz y calor. Las dos no pueden estar separadas.

Shanti y shakti son como el mar y sus olas. Shanti, el aspecto inmanifestado, es el vasto cuerpo de agua inmóvil. Las olas que aparecen y se mueven en la superficie son shaktiShanti es inmóvil, vasto y omniabarcante, mientras que las ondas están activas.

Bhagavan solía decir que después de la realización el jivanmukta [liberado] experimenta shanti en su interior y se establece permanentemente en esa shanti. En ese estado de realización él ve que todas las actividades son causadas por shakti. Después de la realización se es consciente de que no hay personas individuales que hagan nada. En cambio, hay una conciencia de que todas las actividades son el shakti del Ser único. El jñani, que está plenamente establecido en la shanti, es siempre consciente de que shakti no está separado de él. En esa conciencia todo es su Ser y todas las acciones son suyas. Por otra parte, es igualmente correcto decir que nunca hace nada. Esta es una de las paradojas del Ser.

El universo es controlado por el shakti único, a veces llamado Parameswara shakti [el poder del Señor Supremo]. Este mueve y ordena todas las cosas. Las leyes naturales, tales como las leyes que mantienen a los planetas en sus órbitas, son todas manifestaciones de este shakti.

Usted dice que todo es el Ser, incluso maya. Si esto es así, ¿por qué no puedo ver claramente el Ser? ¿Por qué se oculta de mí?

Porque estás buscando en la dirección equivocada. Tienes la idea de que el Ser es algo que se ve o experimenta. Esto no es así. El Ser es la conciencia o la consciencia en la que el ver y experimentar tienen lugar.

Incluso si no ves el Ser, el Ser está todavía ahí. Bhagavan a veces comentaba con humor: “La gente simplemente abre un periódico y le echa un vistazo. Entonces dicen: ‘He visto el periódico’. Pero en realidad no han visto el periódico, sólo han visto las letras y fotos que están en él. No podría haber palabras o imágenes sin el papel, pero la gente siempre olvida el papel cuando leen las palabras.”

Bhagavan utilizaba entonces esta analogía para mostrar que las personas ven los nombres y las formas que aparecen en la pantalla de la consciencia, e ignoran la propia pantalla. Con este tipo de visión parcial, es fácil llegar a la conclusión de que todas las formas están desconectadas entre sí y separadas de la persona que las ve. Si la gente fuera consciente de la consciencia en lugar de las formas que aparecen en ella, se darían cuenta de que todas las formas son sólo apariencias que se manifiestan en la única consciencia indivisible.

Esa consciencia es el Ser que estás buscando. Tú puedes ser esa consciencia, pero nunca puedes verla porque no es algo que está separado de ti.

Usted habla mucho de las vasanas. ¿Podría decirme por favor exactamente qué son y cómo funcionan?

Las vasanas son hábitos de la mente. Son las identificaciones erróneas y los patrones de pensamiento recurrentes, que ocurren una y otra vez. Son las vasanas las que cubren la experiencia del Ser. Las vasanas surgen, captan tu atención, y te empujan hacia fuera, hacia el mundo, en lugar de hacia dentro, hacia el Ser. Esto ocurre tan a menudo y de forma tan continuada que la mente nunca tiene la oportunidad de reposar o comprender su verdadera naturaleza.

A los gallos les gusta escarbar en el suelo. Es un hábito perpetuo en ellos. Incluso si están encima de la roca desnuda todavía tratan de escarbar en el suelo.

Las vasanas funcionan de forma muy similar. Son los hábitos y patrones de pensamiento que aparecen una y otra vez, incluso si no se desean. La mayor parte de nuestras ideas y pensamientos son incorrectos. Cuando surgen habitualmente como vasanas nos lavan el cerebro para pensar que son verdaderos. Las vasanas fundamentales tales como “yo soy el cuerpo” o “yo soy la mente” han aparecido en nosotros tantas veces que automáticamente aceptamos que son verdaderas. Incluso nuestro deseo de trascender nuestras vasanas es una vasana. Cuando pensamos “tengo que meditar” o “tengo que hacer un esfuerzo” sólo estamos organizando una pelea entre dos vasanasdiferentes. Sólo puedes escapar de los hábitos de la mente permaneciendo en la consciencia como consciencia. Sé quién eres. Sólo quédate quieto. Ignora todas las vasanas que surgen en la mente y en cambio fija tu atención en el Ser.

Bhagavan decía a menudo a los devotos “Quedaos quietos”. ¿Quería decir “Quedaos mentalmente quietos”?

La instrucción famosa de Bhagavan “summu iru” [quédate quieto] es a menudo mal entendida. No significa que debes quedarte físicamente quieto; sino que significa que siempre debes permanecer en el Ser. Si hay demasiada quietud física, tamoguna [un estado de embotamiento mental] surge y predomina. En ese estado te sentirás muy somnoliento y mentalmente torpe. Rajoguna [un estado de excesiva actividad mental], por otra parte, produce emociones y una mente inquietas. En sattva guna[un estado de quietud mental y claridad] hay quietud y armonía. Si la actividad mental es necesaria mientras uno está en sattva guna entonces tiene lugar. Pero el resto del tiempo es quietud. Cuandotamoguna y rajoguna predominan, el Ser no puede sentirse. Si sattva guna predomina uno experimenta paz, felicidad, claridad y la ausencia de pensamientos errantes. Esa es la quietud que Bhagavan estaba prescribiendo.

Bhagavan, en Conversaciones con Ramana Maharshi, habla de las vasanas bhoga [vasanas que son para el disfrute] y las vasanas bandha [vasanas que producen esclavitud]. Él dice que para eljñani hay vasanas bhoga pero no vasanas bandha. ¿Podría Swamiji por favor aclarar la diferencia?

Nada puede causarle esclavitud al jñani porque su mente está muerta. En ausencia de una mente él se conoce a sí mismo sólo como consciencia. Debido a que la mente está muerta, ya no es capaz de identificarse con el cuerpo. Sin embargo, a pesar de que sabe que él no es el cuerpo, es un hecho que el cuerpo todavía está vivo. Ese cuerpo seguirá viviendo, y el jñani seguirá siendo consciente de él, hasta que su propio karma [acción destinada] esté agotado. Debido a que el jñani es aún consciente del cuerpo, también será consciente de los pensamientos y vasanas que surgen en ese cuerpo. Ninguna de estas vasanas tiene el poder de causarle esclavitud, porque nunca se identifica con ellas, pero sí tienen el poder de hacer que el cuerpo se comporte de cierta manera. El cuerpo deljñani disfruta y experimenta estas vasanas aunque el propio jñani no se ve afectado por ellas. Es por eso que a veces se dice que para el jñani hay vasanas bhoga pero no vasanas bandha.

Las vasanas bhoga difieren de un jñani a otro. Algunos jñanis pueden acumular riquezas, algunos pueden sentarse en silencio; algunos pueden estudiar el shastra [las Escrituras], mientras que otros siguen siendo analfabetos; algunos pueden llegar a casarse y formar una familia, pero otros pueden ser monjes célibes. Son las vasanas bhoga las que determinan el estilo de vida que llevará un jñani. El jñani es consciente de las consecuencias de todas estas vasanas sin identificarse con ellas. Debido a esto nunca vuelve a caer en el samsara [ilusión mundana] de nuevo.

Las vasanas surgen debido a los hábitos y prácticas de vidas anteriores. Por eso se diferencian de un jñani a otro. Cuando las vasanas surgen en personas corrientes que todavía se identifican con el cuerpo y la mente, causan preferencias y aversiones. Algunas vasanas son acogidas con entusiasmo, mientras que otras son rechazadas por indeseables. Estas preferencias y aversiones generan deseos y temores que a su vez producen más karma. Mientras sigas juzgando lo que es bueno y lo que es malo, te estás identificando con la mente, y produciendo nuevo karma. Cuando el nuevo karma se ha creado de esta manera, esto significa que tienes que nacer de nuevo para disfrutarlo.

El cuerpo del jñani lleva a cabo todos los actos que están destinados para ese cuerpo. Pero debido a que el jñani no juzga sobre lo que es bueno o malo, y porque no tiene preferencias y aversiones, no crea ningún nuevo karma para sí mismo. Porque sabe que él no es el cuerpo, y puede ser testigo de todas sus actividades, sin involucrarse en ellas de ninguna manera.

No habrá renacimiento para el jñani porque una vez que la mente ha sido destruida no hay posibilidad de que ningún nuevo karma sea creando.

¿Así que lo que nos sucede en la vida sólo sucede debido a nuestras preferencias y aversiones del pasado?

Si.

¿Cómo se puede aprender a no reaccionar cuando las vasanas surgen en la mente? ¿Hay algo especial que deberíamos tener en cuenta?

Tienes que aprender a reconocerlas cuando se presentan. Esa es la única manera. Si puedes percibirlas con la suficiente antelación y con la suficiente frecuencia no te causarán problemas. Si quieres prestar atención a un área especial de peligro, observa cómo funcionan los cinco sentidos. Es la naturaleza de la mente buscar estimulación a través de los cinco sentidos. La mente se agarra a las impresiones sensoriales y las procesa de tal manera que producen largas cadenas de pensamientos incontrolados. Aprende a observar cómo se comportan tus sentidos. Aprende a observar cómo reacciona la mente a las impresiones sensoriales. Si puedes parar que la mente reaccione a las impresiones sensoriales puedes eliminar una gran cantidad de tus vasanas.

A Bhagavan nunca le gustaba o disgustaba nada. Si tenemos gustos o aversiones, si odiamos o amamos a alguien o algo, cierta esclavitud surgirá en la mente. A los jñanis nunca les gusta o disgusta nada. Es por eso que están libres de toda esclavitud.

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