Amaral participa en la concentración en memoria de José Couso, asesinado en Bagdag en 2003. J.J. GUILLÉN
Al acto acudieron también los grupos Amaral y Vetusta Morla para apoyar la causa y mostrar el apoyo a la familia. A pesar de algunos problemas técnicos que impidieron que el sonido fuera el deseado, los músicos y los familiares pudieron dar sus mensajes gracias a un megáfono que cedieron los trabajadores de Coca-Cola, también presentes en la concentración.
“Son ya once años desde que el 8 de abril de 2003 se cometió no solo el asesinato de José Couso –afirmó Enrique Santiago, abogado de la familia-, sino probablemente el mayor crimen de guerra contra periodistas que se haya cometido en los últimos tiempos”. El abogado ha criticado la actuación de los distintos gobiernos en el poder durante estos once años que han tratado de frenar la causa, un proceso que ha avanzado “a duras penas”. “En dos ocasiones la sala de lo penal de la Audiencia Nacional archivó la causa y en dos ocasiones el Tribunal Supremo tuvo que ordenar su reapertura dando la razón a las acusaciones”, sentenció Santiago.
La indignación de esta familia solo ha ido a más durante el paso de los años al conocerse a través de las filtraciones de Wikileaks que “la actuación de la fiscalía era una actitud servil ante las autoridades estadounidenses que intervinieron y presionaron para que se cerrara la causa”, añadió el abogado.
Además de sus hermanos, Javier y David Couso, su madre, Maribel Permuy, intervino al final del acto para reclamar la investigación y la justicia universal que son necesarias para cerrar el caso y lograr que los culpables del atentado -el teniente coronel Philip de Camp, el capitán Philip Wolford y el sargento Thomas Gibson, a quienes el juez Pedraz imputó en varias ocasiones al considerar que eran conocedores de lo que aconteció-, no continúen en libertad. “Es un verdadero escándalo –declaró Maribel Permuy- lo que nuestro Gobierno ha hecho para acabar con la justicia universal”. La madre de Couso ha criticado la posición del Ejecutivo en este crimen afirmando que si a su “hijo lo hubiera asesinado un terrorista” seguramente estarían a su lado.”Mi hijo fue asesinado por terroristas vestidos de soldados norteamericanos”, añadió.
“Todos somos Couso”
En la concentración de este aniversario Amaral y Vetusta Morla se sumaron a la causa para reivindicar también la continuidad de la investigación. “Es una manera de estar con la familia de Couso, con sus compañeros periodistas y sus amigos”, declaró Juan Aguirre, guitarrista de Amaral. “Estuvimos en la primera concentración que se hizo y ahora es más necesario si cabe habida cuenta de las iniciativas legislativas que se están llevado a cabo”. El grupo espera que concentraciones como esta ayuden a extender esta lucha y que “seamos conscientes de que el problema de esta familia es un problema de todos”.