Con una escena abrumadora se encontraron funcionarios de la Seremi de Salud de la Región de Aysén. Durante su tiempo libre, mientras practicaban snorkel en el rio Cochrane, encontraron el cadáver de una perra preñada ahogada.
El cadáver no había salido a la superficie pues fue arrojada al caudal con un motor atado a su cuello.
Los funcionarios formularon la denuncia al Ministerio Público el 25 de enero. El fiscal de Cochrane, José Morís Ferrando, ordenó 45 días de investigación para determinar responsabilidades en este nuevo caso de maltrato animal.
“Lamentablemente, ahorcar o ahogar a cachorros y perras preñadas es una práctica habitual en zonas rurales extremas de nuestra región. Práctica que hemos logrado disminuir en las localidades que hemos iniciado planes de esterilización. Esto, porque las personas comienzan a tener soluciones humanitarias y éticas, para lo que ve o entienden como un problema”, explicó a Prensanimalista, la veterinaria Claudia Alvarez, encargada regional del programa de Zoonosis de la SEREMI De Salud de Aysén.
La facultativa lamentó lo ocurrido pues “en Cochrane estamos trabajando todos los temas de Control Canino e Hidiatidosis. Esterilizaciones, registro canino, desparasitaciones cada 45 días, acciones educativas constantes en el jardín infantil, la escuela y el liceo. Además el 1 de enero comenzó a regir la nueva ordenanza sobre mascotas”.
Consultada si cree que esto es un retroceso en el programa que impulsa la Seremi, Claudia Alvarez, manifestó que “por el contrario, esto nos impulsa a seguir trabajando y llegar a las zonas más aisladas. La perrita no estaba chipeada, cuestión que revisamos para poder ubicar a su dueño. Esto nos lleva a pensar que no es de Cochrane ni de los sectores más cercanos, pues el registro abarca a 90 por ciento de la población canina”.