Se afirma que el el frontón del antiguo templo de Delfos, al pie del Parnaso, existía una inscripción griega, “gnothi seauton”,… Conócete a ti Mismo. Y conocer quiere decir averiguar por el ejercicio de las facultades intelectuales, la naturaleza, cualidades y relaciones de las cosas, percibir el objeto como distinto de todo que no es él.
…Para conocerse a sí mismo, un hombre debe antes encontrarse, reconocerse como es, y no como se ilusiona que es. Por tanto, debe prepararse para confesarse con sinceridad de como es ahora y aquí, sin evasiones, sin temor.
Tan pronto lo intente, surgirán las comparaciones, los prejuicios, las preferencias, las opiniones. La mente quiere verse distinta, Tal y cual se ve se rechaza, Es ahí donde debe actuar la voluntad. Mírese al espejo. Es horrible, ¿no? Es la pura imagen del retrato de Dorian Gray. Presuntuso, egoísta, vanidoso, cruel, cobarde, soberbio. Eso es lo que somos, sin cortapisas.
Y si exteriormente somos desproporcionados y repugnantes, interiormente la deformidad es mayor. Somos abominables. Aceptémoslo. Sólo así podemos aspirar a la mutación psicológica. Mire, aunque llore de remordimiento y de horror ante su propia imagen, no hay otra alternativa. Usted que se cree tan bello, es un adefesio moral. Sin embargo, nadie lo acepta. No se aceptan a sí mismos.
… Después que logre aceptarse tal cual es, viene el próximo paso, el más importante, Cambiar a lo que es. ¡Qué extraordinario! Le estoy pidiendo que sea usted mismo. Aquí y ahora. El tiempo no existe, aniquílelo. El tiempo no es otra cosa que la distancia entre la idea y el hecho. Es decir, una creación arbitraria de la mente. No hay que esperar a mañana. La acción es hoy.
Precisamente ese es el mensaje de Krishnamurti. Nadie debe esperar al futuro para actuar. Es una cuestión de decisión ahora.
… Los principales obstáculos en la vida son el temor y la presunción que nos rigen. No tenga miedo de lanzarse a cruzar hasta la otra orilla, para que sea, según Krishnamurti, como el pájaro en el claro azul, sin cargas, independiente, libre, exiático en esa libertad. Sea receptivo. Entre en el silencio de la comunión y la comprensión. La comunión es sencillez integral, captación de lo real y lo natural. Es vivencia de lo que es. No es tan difícil. Es que usted quiere recibir la verdad de otros, cuando ha de encontrarla por sí mismo.
Al andar, uno se convierte en el camino. La comprensión es el instrumento mágico. Lo único que usted debe hacer es ponerse ligero para el viaje, con una sola alforja – el entusiasmo – líbrese de supersticiones y temores, de prejuicios, preferencias, opiniones, dogmas y creencias, de toda esa carga de ideas acumuladas en el pasado. El cambio debe ocurrir en este instante. Olvídese de las palabras y penetre a las aguas profundas de los hechos. Entonces, comprenda, actúe. Que surja el estallido silencioso de la comunión y la comprensión integral.
Usted debe descondicionarse, debe separarse de la identidad con su cuerpo y sus emociones. Debe conscientemente pasar del reino de la emoción al imperio de la razón. Debe librarse de esa mente rellena de opiniones falsas y de emociones. La verdad es UNA, vívala minuto a minuto, sin acumular problemas. Resuélvalos a medida que aparecen. Compréndalos y verá como se disipan.
Si se acepta y se comprende humildemente, el cambio sobrevendrá enseguida. Se alcanzará la mutación, esa experiencia trascendente a un orden superior. De inmediato quedará libre de influencias y dependencias de toda clase. Ese cambio es inevitable. Llegará tarde o temprano. Esa es la gran transformación necesaria para superar el límite alcanzado en la evolución biológica hasta ahora.
Pero esa transmutación debe ser voluntaria, su alma debe ser recreada interiormente. Así quedará demostrado que el problema del mundo es el problema individual y entonces vendrá la revolución auténtica, la revolución pacífica del pensamiento. Y así todo será renovado, todo pasará menos su palabra que es sonido esencial. Ese es el verdadero ENCUENTRO DEL HOMBRE consigo mismo: captación de lo que es y cambio a una nueva consciencia. Quien lo comprenda, en un segundo será inmortal.
Gabriel Cruz Martínez