domi Cómo ser productivo cuando el estado de ánimo no acompaña

Cuando estás de buen ánimo eres más productivo. Si, por el contrario, andas tristón o enfadado, te cuesta más ser diligente y la probabilidad de procrastinar se multiplica.

reparar

¿Cómo “reparas” tu estado de ánimo para que tu productividad no se resienta?

Aquí tenemos tres consejos recopilados de Lifehacker.

(1) Empieza a trabajar

Cuesta más empezar cuando estás de mal humor, pero la satisfacción de estar haciendo lo que debes (pese a las interferencias) no tarda en alcanzarte.

Suerte la mía. Acabo de vivir una situación que es el ejemplo perfecto para el caso. Si no te interesa, salta el fragmento coloreado.

Una persona muy cercana de mi familia me dijo esta mañana, justo antes de que comenzara a escribir por aquí, que esto que yo hago es una “M”. 

Como comprenderás, que te diga algo así alguien que se supone que te aprecia, toca más la moral que si lo dice un extraño.

Que piense que lo que hago es una basura, no importa. Su intención de herirme fue lo que me sacudió y, en ese instante, no pude evitar que mis ánimos se vinieran al suelo.

¿Qué hice? Esto que estás viendo: Escribir. Comencé a hacerlo bastante dolorida, pero voy sintiéndome mejor por momentos. Porque lo que me dijo este individuo no evitó que yo hiciera lo que tenía que hacer.

(2) Proyéctate al futuro

Como las emociones del momento presente no ayudan a ponerse a trabajar, la idea es desconectar de ahí.

Esto ya lo hace quien procrastina, sustituyendo la tarea que no le apetece por otra, con el fin de aliviar lo mal que se siente.

Pero tú, en lugar de cambiar de actividad, cambias de “tiempo”. Sigues con la obligación, pero centrándote en las emociones de culminar la tarea (no en las que experimentas ahora).

Qué satisfacción. Qué tranquilidad da terminar lo pendiente… Piensa en eso y… ¡pa’lante! ;)

(3) Añade una pizca de comprensión

Según los estudios realizados, la culpa y la vergüenza que se sienten por haber procrastinado (o perdido el tiempo) en ocasiones anteriores, no sirven para hacerlo mejor la próxima vez.

Por el contrario, perdonarnos a nosotros mismos (por haber hecho un poquito el vago o por no habernos organizado bien) ayuda a que procrastinemos menos en lo sucesivo.

Genial. ¿Lo vas a probar?

Es interesante este bricolaje en el estado de ánimo. A ver qué más cosas aprendemos…

http://tusbuenosmomentos.com/2014/01/productividad-estado-animo/

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