Médicos y psicólogos afirman que producen estrés, falta de concentración y pérdida del buen ánimo.
Agua “bendita”. Un grupo de jóvenes se refresca con una manguera sobre la avenida San Juan, para aliviar los 34,9 de térmica de ayer. TELAM
Se están sufriendo más de 14 días seguidos de calor sofocante. Hay cortes largos de luz y agua en los hogares y en los trabajos, y se han desechado alimentos que estaban conservados en las heladeras.
Durante las noches, la temperatura alta no cede y complica el sueño, un trastorno que repercute en el rendimiento al día siguiente y en el humor.
A todo se le suma una situación de angustia de fin de año , por la cual en algunas personas pueden surgir o actualizarse estados depresivos y activarse procesos de duelo, ya sea por la pérdida de seres queridos o por no haber alcanzado ideales profesionales, familiares o de pareja.
Es que la ola de calor que invadió la Capital y alrededores trastocó el servicio de distribución de electricidad y agua en casi todos los barrios y alteró la vida cotidiana. Esta situación puede tener impacto tanto sobre la salud mental y física de las personas.
“La combinación de ola de calor, cortes de luz, y fin de año pueden generar una experiencia traumática ”, afirmó el médico psiquiatra Gustavo Corra, que es miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina y consultor de la Asociación Argentina de Médicos por el Ambiente.
El combo calor-sin luz en fin de año puede desencadenar síntomas como “la pérdida del sueño, la incomodidad, las reacciones violentas y los arrebatos agresivos”, señaló Corra.
“Generalmente, la época de las Fiestas de diciembre nos generan expectativas de bienestar, tranquilidad y alegría. Pero este año la falta de electricidad, el calor, las heladeras en las que la comida se echa a perder y los ascensores que no funcionan,nos exponen a todo lo contrario a lo esperado ”.
Y agregó: “Este momento puede generar vivencias regresivas que convocan escenas de nuestra infancia ligadas al abandono. Que los responsables del cuidado y la provisión de energía nos abandonen invocan situaciones infantiles de abandono imposibles de tramitar por su intensidad.
Si las empresas no informan sobre los cortes nos llevan a vivencias regresivas relacionadas con el engaño y lo peor es que no se sabe cuándo vuelve la luz”. Así, la falta de información sobre el desarrollo y la solución del problema de luz puede ser una de las vivencias más traumáticas.
El momento del dormir es uno de los más trastocados. Daniel Pérez Chada, jefe del servicio de neumonología del Hospital Austral, explicó a Clarín que “los seres humanos pierden durante el sueño temperatura corporal. Para eso, debe haber una diferencia de temperatura entre el entorno y el cuerpo.
Al no poder transferir ese calor al ambiente, no se puede conciliar un sueño reparador”. Generalmente, se afecta la etapa del sueño profundo.
“El insomnio durante la noche se traduce al día siguiente en somnolencia o en malestar psicológico o social”, resaltó Daniel Vigo, investigador en medicina del sueño del Conicet y docente de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Católica Argentina (UCA).
“Por el insomnio, la persona siente incomodidad durante el día, reduce la capacidad de concentración y pierde el buen ánimo ”.
Frente a la situación traumática de este fin de año, hay mucho para hacer y prevenirse. “La ola de calor y la falta de luz y agua son estresores para las personas. Se los vive como una amenaza”, expresó el licenciado en psicología Martín Reynoso, del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO) y a cargo del entrenamiento en meditación “mindfullness” (mente plena).
El especialista resaltó una particularidad del momento: “Hay también una exacerbación de todo lo que está pasando. Si bien hay una realidad estresante, le agregamos fichas en nuestra cabeza y se arma un combo nocivo.
Quedamos en un nivel de alerta muy intenso, pero podemos hacer algo para no vivirlo de esa manera. Hay experiencias que generan dolor, pero podemos manejar qué hacemos frente a él.
Hay que aceptar que hay un calor en exceso y que no lo podemos cambiar.
Y cuidarse. Los que practican algún tipo de meditación tienen una herramienta de ayuda para aceptar la situación”.