En Rio se prendieron las alarmas debido a la muerte de un bailarín quien fue asesinado por delincuentes, el incidente abre muchas preguntas en torno a la inseguridad del país que en tan solo 50 días será anfitrión del mundial de fútbol.
El asesinato de Douglas Rafael da Silva Pereira en la ciudad de Rio de Janeiro desencadenó violentas manifestaciones de personas que afirman estar cansadas por el aumento de la violencia y la aparente falta de atención por parte del Gobierno del Brasil.
Copacabana fue testigo de un crimen que es solo uno entre tantos otros que ocurren en Brasil, esa zona céntrica y turística de una de las ciudades más grandes e importantes del mundo, tuvo como protagonistas a sus habitantes, quienes luego del asesinato de un bailarín se lanzaron a las calles a manifestarse, todo terminó en más violencia y a razón de esto varios heridos y lo que es peor, otra persona muerta.
La versión que se maneja en el país por el momento es que mientras las personas volvían del entierro de da Silva hubo un altercado con agentes policiales, quienes lanzaron bombas lacrimógenas sobre las personas que estaban aparentemente protestando luego de regresar del entierro el día jueves, en el hecho murió una persona, acusan a la policía de ser responsable.
Autoridades de Brasil han prometido esclarecer todo lo que pasó en el crimen de Pereira, para dar con el paradero de los homicidas y de igual manera prometieron una investigación sobre la muerte de la persona que volvía del entierro.
El país ha enfrentado grandes olas de violencia, sumadas a las presentadas por carácter social en las protestas de ciudadanos en contra del Gobierno y sobre todo de la realización de la Copa Mundial de la FIFA.