Forman parte del propio pulso de la naturaleza.
Los días y las noches bailan sin parar desde el comienzo de los tiempos.
Las estaciones y todos los fenómenos naturales que de ella derivan, también lo hacen sin descansar.
Todo es cíclico.
Los humanos también lo somos.
Estamos formado en gran parte por agua, elemento que al igual que las mareas, tiende a expandir y contraerse armónicamente sin nuestra consciencia y control.
La mente se sincroniza con la madre naturaleza por encima de nuestra inconsciencia y modula nuestras ideas y estados de ánimo de forma silenciosa e inexplicable para nuestra racionalidad.
Solo asimilamos los resultados de los cambios emocionales.
Aunque pueda discutirse, somos débiles y vulnerables, porque nuestro ego nos lo oculta y en conciencia lo negamos.
Sobre esos ciclos tomamos decisiones que nos hacen avanzar o por el contrario, darnos con los huesos en el suelo inexplicablemente.
Tomar nota de ello nos ayudará a dejar las importantes para su justo momento.
Con exaltación y euforia no debemos asumir compromisos porque quedarán descolgados cuando regresemos a tierra…
Tampoco en su opuesto conseguiremos el mejor resultado.
Como siempre la virtud la encontramos en su justo medio. ¿Y cual pienso?
Aquél que se tiene con reflexión, sin miedos, con valentía, responsabilidad y sin vacilante decisión.
Por ello, asumo que existe ese factor biológico desestabilizante y lo utilizo a mi favor.
Tomo nota del reto, lo incubo alimentándolo con la mejor calidad de información y lo dejo por último reposar en el subconsciente. Despreocupándome de tomar la decisión a corto y presuroso plazo.
Esta debe tomarse en ese estado de ánimo reflexivo, sereno y con la determinación positiva de resolución.
¿Usted me preguntará?¿Y cuando se que estoy en ese preciso momento?
Simple: Usted tiene un piloto natural que le indica cuando está dispuesto. Solo tiene que confiar en si mismo y tener un testigo expiatorio pasivo que le recuerde que lo tiene que abordar en ese instante.
Yo suelo tener la mesa de mi escritorio bastante ordenada. Sin nada que distraiga la mente en tareas acumuladas o pendientes de resolver por costumbre.
Simplemente, dentro de ese orden, coloco una pequeña nota para tenerlo presente y el resto… llega solo.
Cualquier decisión que tome en la que llamo zona neutra de estos ciclos emocionales será sin dudas, infinitamente mas objetiva y beneficiosa en su resolución.
Tomo nota del reto, lo incubo alimentándolo con la mejor calidad de información y lo dejo por último reposar en el subconsciente. Despreocupándome de tomar la decisión a corto y presuroso plazo.
Esta debe tomarse en ese estado de ánimo reflexivo, sereno y con la determinación positiva de resolución.
¿Usted me preguntará?¿Y cuando se que estoy en ese preciso momento?
Simple: Usted tiene un piloto natural que le indica cuando está dispuesto. Solo tiene que confiar en si mismo y tener un testigo expiatorio pasivo que le recuerde que lo tiene que abordar en ese instante.
Yo suelo tener la mesa de mi escritorio bastante ordenada. Sin nada que distraiga la mente en tareas acumuladas o pendientes de resolver por costumbre.
Simplemente, dentro de ese orden, coloco una pequeña nota para tenerlo presente y el resto… llega solo.
Cualquier decisión que tome en la que llamo zona neutra de estos ciclos emocionales será sin dudas, infinitamente mas objetiva y beneficiosa en su resolución.
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