Hace varios años que vi este documental, desde entonces mi amor hacia ellos se va expandiendo cada día más. Dejé de comer y cocinar carne para mi familia. A mi hijo le»obligué» a ver este documental. No puedo obligarle a dejar que forme parte de este sistema atroz e innecesario, comiendo la carne y sus energías tan nefastas para la salud de nuestro cuerpo y cerebro, pero le advertí que si quería seguir comiendo carne, estaba fomentando y formando parte de un ritual sangriento y doloroso hacia nuestros compañeros de viaje, incondicionales en amor y gratitud.
Hace varios años que vi este documental, desde entonces mi amor hacia ellos se va expandiendo cada día más. Dejé de comer y cocinar carne para mi familia. A mi hijo le»obligué» a ver este documental. No puedo obligarle a dejar que forme parte de este sistema atroz e innecesario, comiendo la carne y sus energías tan nefastas para la salud de nuestro cuerpo y cerebro, pero le advertí que si quería seguir comiendo carne, estaba fomentando y formando parte de un ritual sangriento y doloroso hacia nuestros compañeros de viaje, incondicionales en amor y gratitud.