UN PUNZÓN DE COBRE DOCUMENTADO EN UN ENTERRAMIENTO REVELA NUEVOS DATOS SOBRE EL ORIGEN DE LA METALURGIA. 
El origen de la metalurgia en el Próximo Oriente está bien documentado en el Levante sur. Sin embargo, muchas importantes cuestiones sobre la metalurgia del Calcolítico permanecen sin respuesta, como de dónde proceden los materiales empleados en el proceso, dónde se producían los objetos finales, y cuáles eran los procesos de producción.

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El origen de la metalurgia en el Próximo Oriente está bien documentado en el Levante sur, con ricos conjuntos de objetos de cobre de la cueva de NAhal Mishmar y los singulares anillos de oro de la cueva de Nahal Quanah, confirmando esta zona como el centro principal durante la segunda mitad del quinto milenio Cal a.C.. Sin embargo, muchas importantes cuestiones sobre la metalurgia del Calcolítico en el Levante sur permanecen sin respuesta, como de dónde proceden los materiales empleados en el proceso, dónde se producían los objetos finales, y cuáles eran los procesos de producción. Nuevas preguntas continúan surgiendo al mismo tiempo que los nuevos hallazgos obligan a reconsiderar las interpretaciones previas.

El Calcolítico Medio
Tel Tsaf es un yacimiento arqueológico al sudeste de Beit She’an, y en 2007 un gran proyecto de excavación fue dirigido por Yosef Garfinkel de la Universidad Hebrea de Jerusalén. Tel Tsaf está datado en torno a 5.100-4.600 Cal a.C., lo que se denomina Calcolítico Medio, un periodo poco conocido en la arqueología del Levante mediterráneo, entre la fase Wadi Rabah y el Calcolítico Ghassuliense.
El complejo arquitectónico de adobe incluye construcciones con patios combinando estancias rectilíneas y redondeadas con silos para el grano, además de un gran número de dependencias para cocinar. Se han documentado cuatro enterramientos, dos de ellos al interior de sendos silos. Los silos excavados en los patios alcanzan una capacidad estimada de 15-30 toneladas de grano, muy por encima de las necesidades reales de una familia. Una indicación clara de la acumulación de excedentes a una escala desconocida hasta entonces en el Oriente Próximo.
Tel Tsaf contenía un rico conjunto de más de 2.500 cuentas hechas de cáscara de huevo de avestruz, objetos de obsidiana procedentes de Anatolia o Armenia, cuatro vasijas de cerámica de Ubaid importadas del norte de Siria o de Mesopotamia y una concha del Nilo procedente de Egipto. Estos hallazgos muestran relaciones de un alcance y diversidad inesperados.

Un pequeño hallazgo con grandes implicaciones
Uno de los enterramientos incluía un pequeño punzón de cobre, del que se ha estudiado su composición química y se ha revisado su contexto por primera vez.
El objeto fue hallado en la tumba de un esqueleto de una mujer adulta que tenía aproximada ¡mente 40 años. Se trata de una aguja alargada hecha de cobre batido, con una sección redondeada. Mide 41 milímetros con un diámetro máximo de 5 milímetros. Su extremo más fino muestra señales de movimiento rotacional y los restos de un mango de madera fueron documentados en el extremo opuesto, sugiriendo su uso como un punzón. El artefacto presenta un alto grado de corrosión, por lo que no se ha podido documentar la estructura del metal ni la técnica de producción. Su composición se ha podido obtener mediante análisis de fluorescencia de rayos X.

Familia comerciante de estatus elevado
Los resultados indican que fue realizado con cobre estañado natural, traído de un lugar lejano, probablemente del Cáucaso, y transportado por el valle del Jordán a través de redes comerciales de largo alcance, por las que también llegaba obsidiana, útiles de piedra y otros productos de Armenia, Anatolia y Siria a través del corredor de Levante. Esto indica el alto estatus de los ocupantes de la construcción, una familia o grupo selecto de la comunidad que probablemente controlaba el cultivo local y el almacenamiento de grano así como el comercio de larga distancia.

http://arqueologia-paleoramaenred.blogspot.com.es/2014/05/nuevos-datos-sobre-los-origenes-de-la.html