La oposición marroquí calificó este sábado de farsa la nueva constitución, aprobada por más del 98 por ciento del electorado en un referendo celebrado este viernes.

Los adversarios políticos del rey Mohamed VI rechazan la carta magna al asegurar que fue redactada por el propio monarca en lugar de una asamblea constituyente.

El Movimiento 20 de Febrero, promotor de protestas a favor de la democracia y de libertades políticas, cuestionó el resultado de la consulta y dijo que continuará con las manifestaciones de descontento.

Desde antes los opositores alertaron de que “los resultados están preparados, por lo que no van a sorprender a nadie. El proceso no es transparente y tampoco es diferente de la forma antidemocrática en la que se ha elaborado”.

Los críticos del referendo de la nueva carta magna argumentan, entre otras incoherencias, que los marroquíes tuvieron solo 10 días para conocer el documento, cuya campaña oficial comenzó el 21 de junio y se limitó a defender el “sí”.

En ese texto “hay que leer entre líneas, hay mucho maquillaje y pocas reformas”, según el dirigente del Partido Socialista Unificado (PSU) de Marruecos, Mehdi Lahlou.

Entre las reformas a la Constitución de 1996 se faculta al Parlamento para nombrar al primer ministro, con poder para disolver la Cámara de Representantes, hasta ahora facultades del rey.

También prevé la creación de un Consejo Superior del Poder Judicial presidido por el monarca quien conserva el mando en asuntos relacionados con defensa y religión.

Con la reforma el soberano, pasa a considerarse de “sagrado” a “inviolable”, y refuerza su autoridad sobre las fuerzas armadas marroquíes.

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