Y no es de extrañar, pues Hua Chi ha estado orando hasta 1.000 veces al día durante 20 años.
Él ha logrado algo que sólo unos pocos son capaces de hacer, ha dejado una huella en este mundo, literalmente.
Sus huellas están perfectamente marcadas en el suelo de madera en el monasterio de la ciudad de Tongren, en la provincia de Qinghai.
Su rutina diaria consiste en llegar a los escalones del templo todos los días antes de la salida del sol, colocar sus pies en las huellas y postrarse miles de veces en la oración.
Las huellas tienen 3 cm. de profundidad y son una muestra de la devoción de Hua Chi. Para los más jóvenes es todo un modelo a seguir.
Y si 1.000 oraciones se te hacen muchas, Hua Chi impresionó aún más cuando comentó quecuando era más joven se postraba de 2.000 a 3.000 veces al día.
http://www.planetacurioso.com/2014/06/01/monje-devoto-deja-sus-huellas-marcada-en-la-madera/#more-35470