domi La personalidad en los atletas de deportes de alto riesgo

A la memoria de Alvaro Bulto 

y Darío Barrio

Introducción  

Allport afirmaba que lo que parece ser una gran cantidad de posibles unidades para el análisis de la personalidad de un individuo puede reducirse a varias unidades básicas de análisis, llamadas rasgos de la personalidad (Allport, 1937, in Johnson, 1997). El término rasgo de la personalidad debe, por tanto, ser de crucial importancia para comprender el fenómeno de la personalidad y puede definirse como “un patrón consistente del pensamiento, sentimiento, y acción, que varía entre los individuos” (Johnson, 1997). Esta definición incluye también algunas características importantes de los rasgos de la personalidad que pueden usarse para comparar sujetos porque contienen una unidad básica descriptiva y contribuyen a explicar patrones humanos conductuales invariables (Hanson, 1958, en Johnson, 1997). Existen 2 tipos de rasgos (Allport, 1937, en Johnson, 1997): externos, que pueden observarse directamente (conductuales o fenotípicos), e internos (emocionales y cognitivos) que pueden describirse como genotípicos.

Uno de los sucesos más importantes en el estudio de la personalidad es la incidencia del modelo de personalidad Big Five, el cual puede usarse como modelo general para la descripción de la estructura de la personalidad. Este modelo se derivó de los trabajos de Catell, cuya obra constituye un pilar fundamental para el análisis moderno de la personalidad (Hall, 1997). Aunque  el mismo no ha sido completamente reconocido, complementa de forma eficaz el enfoque genético con orientación biológica que constituye la segunda tendencia dominante en el campo de la investigación contemporánea de la personalidad. El modelo Big Five apareció en el trabajo de Allport y Odbert, quienes trataron de identificar las diferencias interpersonales sobre las bases del enfoque lexicográfico ––primero extrayendo del diccionario las palabras referentes a la personalidad individual y luego combinándolas en grupos léxicos. Por otra parte, Eysenck empleó el método de análisis factorial y basó sus hallazgos en su propia teoría (Caprara el al., 1997).

El primer autor en extraer 5 factores replicables basándose en los estudios de Catell fue Donald Fiske. Tupes y Christal reanalizaron sus resultados a partir de 8 muestras diferentes y obtuvieron 5 factores sólidos y recurrentes, a los que nombraron surgencia (locuacidad y asertividad)agradabilidaddependenciaestabilidad emocional, y cultura ––primer grupo de dimensiones de la personalidad que se denominó Big Five (Goldberg, 1981, en Hall, 1997). Norman confirmó este modelo y renombró el tercer factor conciencia.

Otro programa investigativo emprendido por McCrae y Costa identificó un modelo Big Five fundándose en preguntas sobre la personalidad y no en palabras aisladas; nombraron sus factores neuroticismo, extraversion, agradabilidad, responsabilidad, y apertura a la experiencia. De esta forma se presentan 2 modelos Big Five ––uno basado en el enfoque lexicográfico y el otro en el método de análisis factorial de los cuestionarios sobre la personalidad. Una de las características del trabajo de Costa y MacCrae es la existencia de 6 rasgos de la personalidad contenidos en cada uno de los factores (Costa, MacCrae, & Dye, 1991). Por ejemplo, algunos de los rasgos en extraversión son afectosociabilidadasertividadbúsqueda de emociones, y afectos positivos. En la versión publicada de su cuestionario, Costa y MacCrae diseñaron preguntas para medir tanto los rasgos individuales como los factores de primer orden (Costa & MacCrae, 1992b, en Hall, 1997).

Los investigadores interesados en la búsqueda de sensaciones en el deporte lidiaron fundamentalmente con esta necesidad en los atletas vinculados a los llamados deportes de alto riesgo o deportes extremos.

La mayoría de los estudiosos, al igual que nosotros, se refiere a estos como deportes de alto riesgo (Breivik, 1995; Campbell, Tyrrell, & Zingaro, 1993; Chirivella & Martinez, 1994; Cogan & Brown, 1999; Cronin, 1991; Goma i Freixanet, 1991; Jack & Ronan, 1998; Kerr, 1991; Rossi & Cereatti, 1993; Wagner & Houlihan, 1994; y Zarevski at al., 1998), pero expresiones como deportes “extremos” o de “adrenalina” también se emplean (Žiberna, 2000) para describir prácticas como el alpinismo, el kayak de aguas blancas, el buceo, el salto de altura, entre otros (Burnik & Tušak, 1999). Breivik los define como “cualquier deporte donde el practicante acepta la posibilidad de un trauma severo o la muerte como una parte inherente a la actividad” (Breivik, 1995). Podemos entonces añadir los siguientes deportes a la lista anterior: esquí de montaña, paracaidismo, espeleología, snowboarding de estilo libre, motocross, carrera de carros, carrera de botes de velocidad, carrera en trineos, y probablemente otros más modernos.

Los deportes de alto riesgo se estudiaron científicamente en Eslovenia, fundamentalmente el alpinismo. Markič (1990, en Burnik & Tušak, 1999) descubrió que los alpinistas eran más introvertidos, independientes, individualistas y emprendedores que el resto de la población,  propensos a rechazar las normas tradicionales y a establecer sus propios patrones de valores morales, recluidos, socialmente tímidos, serios y calmados. Markič utilizó el modelo 16 BF de Catell y, en comparación con los escaladores ––quienes también parecieron poseer sus propios códigos de valores morales–– los alpinistas se mostraron introvertidos y con baja autoestima. Los hallazgos de Burnik y Tušak (1999) diferían entre sí. Ambos emplearon el inventario de personalidad de Freiburg y los alpinistas resultaron ser menos neuróticos, más extravertidos, abiertos a la experiencia y sociables que la población en general; no obstante, se reflejaron bajos niveles de sinceridad en ese grupo. Tušak y Bednarik (2001) descubrieron que los saltadores con esquí eslovacos eran más sociables, viriles, y sinceros que el resto de la población, con tendencia hacia la extraversión, la dominación, y la estabilidad emocional. Tušak, Burnik y Robič (2001) revelaron que los buzos eran más extravertidos y calmados que los atletas de deportes de recreación.

Breivik (1999a) realizó varios estudios sobre los deportes de alto riesgo, centrándose fundamentalmente en la personalidad, la búsqueda de sensaciones, y algunos indicadores psicológicos. Adopta la idea del llamado sistema de filtro para evaluar la personalidad y aboga porque cada área se investigue utilizando los mejores sujetos en esa actividad específica. Es por esto que escogió los atletas de élite para sus experimentos ––el sistema de filtro debía excluir a aquellos que eran psicológica y/o fisiológicamente deficientes o incompatibles con las características de la actividad (Breivik, Johnsen & Augestad, 1994). Breivik empleó este sistema en su otro estudio (Breivik, 1999c) donde comparó a alpinistas de élite con alpinistas convencionales y descubrió que los primeros eran menos preocupados o ansiosos y más estables que el otro grupo. Este mismo estudio reveló la evidencia de la existencia de un filtro en el hecho de que las diferencias entre los alpinistas convencionales y los no atletas se manifestaron en la misma dirección. Describe también 2 tipos de alpinistas: el primero ––por estudios ingleses e italianos (Jackson 1976, en Breivik, 1999c; Magni et al., 1985, en Breivik, 1999c)–– introvertido, sensible, con un grado notable de tensión y ansiedad; el segundo (investigadores checos y eslovacos) independiente, con menos sentido de culpa y ansiedad ––los alpinistas noruegos se incluyeron en este grupo (Vanek & Hosek, 1997, en Breivik, 1999c). Otro descubrimiento de Breivik fue que los alpinistas no eran extremadamente extravertidos (Breivik, 1999c).

Al comparar alpinistas, estudiantes y reclutas militares (Breivik, 1999d) con paracaidistas, Breivik demostró que los últimos manifestaban mayor grado de extraversión y psicoticismo, siendo los alpinistas los más introvertidos; a su vez, encontró diferencias entre ambos, fundamentalmente en cuanto a la neurosis y la extraversión que se incluyó dentro de las características de los deportes extremos ––en especial, en el caso del salto en formación–– porque estos requieren de gran cooperación. Basándose en esta evidencia, Breivik concluyó que cada deporte de alto riesgo debe investigarse de forma independiente (Breivik, 1999d).

Goma i Freixanet (1991) llevó a cabo un estudio exhaustivo en el cual comparó los rasgos de la personalidad de los alpinistas, escaladores de montaña, escaladores, esquiadores extremos, atletas de otros deportes de alto riesgo (AAR) ––buceo, esquí acuático, carrera de botes a motor, kayak de aguas blancas, vuelo caída libre, paracaidismo, parapente, vuelo aerostático o ballooning, carrera de motos, deporte de aventura–– y los no atletas (NA). En el mismo detectó que los alpinistas no diferían del otro grupo (escaladores de montaña, esquiadores, escaladores). Todos estos grupos alcanzaron puntuaciones notablemente superiores a las del grupo de control. Goma i Freixanet, fundándose en sus resultados, sostiene que todos los deportes de alto riesgo pueden investigarse y estudiarse como un solo grupo. Los AAR obtuvieron las puntuaciones más bajas en cuanto a neuroticismo (los alpinistas mostraron los niveles más bajos); no obstante, no hubo grandes diferencias. Los hallazgos de Goma i Freixanet coinciden con los de los estudios de Eysenck, Nias y Cox (1982) quienes revelaron que los AAR eran más extravertidos y psicóticos, pero menos neuróticos que los NA.

El objetivo específico de esta investigación fue analizar las diferencias en la estructura de la personalidad de los AAR, los ADC ––atletas de deportes convencionales––, y los NA para buscar diferencias en las dimensiones de la personalidad reflejadas en el método Big Five Observer Scale (BFO-S). De acuerdo con investigaciones anteriores, los autores han establecido 5 hipótesis:

H1: Los AAR serán más estables emocionalmente que los ADC y los NA.

H2: Los AAR serán más responsables que los ADC y ambos alcanzarán mayores puntuaciones en esta dimensión que los NA.

H3: Los AAR serán más extravertidos que los ADC y ambos, a su vez, que los NA.

H4: Los AAR obtendrán puntuaciones superiores a los ADC en agradabilidad y los NA alcanzarán las mínimas calificaciones.

H5: No esperamos diferencias en apertura a la experiencia entre los AAR y los ADC, pero sí esperamos que las puntuaciones de ambos grupos superen las de los NA.

Métodos

La muestra se conformó por 3 subgrupos:

  • 38 atletas masculinos de deportes de alto riesgo de alto nivel (alpinismo, paracaidismo, parapente, kayak de aguas blancas, ciclismo de montaña, carreras de motoc ross , esquí de montaña, salto de altura). El Comité Olímpico de Eslovenia ––SOC–– (Olimpijski komite Slovenije, octubre 1990) y sus respectivas asociaciones definieron alto nivelcomo de clase mundial e internacional (edad M= 24.82; desviación estándar: Sd = 4.53).
  • 38 atletas masculinos de deportes convencionales de igual edad y nivel educacional que los de deportes de alto riesgo (natación, eventos de pista, eslalom, eslalom gigante, kayak de aguas tranquilas, remo, navegación, esquí nórdico, escalada deportiva, karate, badminton), también categorizados como atletas de élite por el SOC y sus respectivas asociaciones (edad M= 23.55; Sd= 4.00).
  • 76 no atletas masculinos igualados 2 a 1 en edad e instrucción a los atletas de deportes de alto riesgo que nunca practicaron de forma activa (competitivamente) y que no se recreaban más de 2 veces por semana (edad M= 24.82; Sd= 4.30).

Las diferencias etarias entre los grupos fueron irrelevantes (F= 1.231; p= 0.295).

En el estudio se utilizó el instrumento Big Five Observer Scale (BFO-S) ––Caparara et al., 1997. El cuestionario consta de 40 pares de adjetivos bipolares, cada par requiere la evaluación de un sujeto en una escala de puntuación del 1 al 7, donde la figura 1 representa un polo de un rasgo de la personalidad y la figura 7 su opuesto. La escala mide 5 dimensiones:

ENERGIA

Se refiere a las actividades enérgicas y dinámicas, la locuacidad y las emociones, la habilidad de imponer la voluntad, de ser líder e influir en otras personas. También se le denomina extraversión (McCrae & Costa, 1994). Aquellos que alcanzan puntuaciones altas en esta dimensión son personas dominantes, líderes, parecen ser valientes, enérgicas, extravertidas, sociables, comunicativas y relajadas; mientras los que obtienen bajas calificaciones parecen ser sometidos, tímidos, temerosos, solitarios, tranquilos y torpes.

AGRADABILIDAD

Se refiere a los aspectos de la personalidad que están relacionados con la habilidad de la comprensión y la necesidad de ayudar a otros, de involucrarse en una cooperación efectiva, de aceptación, confianza y apertura a la experiencia. También se define como cordialidad (McCrae & Costa, 1987). Las personas con altos puntajes parecen estar abiertas a la disposición de los otros, no ser egoístas, ser tolerantes, leales, afectivas y amigables; mientras los que obtienen bajos puntajes parecen ser egoístas, desconfiados, intolerantes, fríos, hostiles y antipáticos.

RESPONSABILIDAD

Se refiere a la confiabilidad, la exactitud, el orden, la persistencia, la resistencia, y la laboriosidad. Teniendo en cuenta estos rasgos, las personas con altas calificaciones son metódicas, meticulosas, confiables, fieles, serviciales, y responsables.  Por otra parte, los que alcanzan bajos puntuaciones son descuidados, parecen no tener hábitos de trabajo, no son confiables, son holgazanes, se cansan con facilidad, y muestran falta de voluntad y de entusiasmo.

ESTABILIDAD EMOCIONAL

Se refiere a la capacidad de controlar las emociones permaneciendo calmado y equilibrado. Generalmente evidencia la ausencia de estados emocionales negativos y preocupaciones. Aquellos con altas puntuaciones son estables, pacientes, relajados, satisfechos, alegres, capaces de convivir con el estrés. Por el contrario, los que obtienen bajas puntuaciones parecen ser inestables, impacientes, tensos, ansiosos, nerviosos, inquietos, y se estresan con facilidad.

APERTURA

Se refiere a la creatividad, la originalidad, curiosidad, cultura, inteligencia y la apertura a lo novedoso. Las personas con altas calificaciones son originales, innovadoras, creativas, sensibles, inteligentes y geniales; mientras los otros parecen ser convencionales, desinformados, tradicionales, poco creativos, poco inteligentes e insensibles.

Características de medición del BFO-S: la muestra de estandarización eslovaca de 982 participantes de ambos géneros reveló los siguientes coeficientes α: energía α = 0.85; agradabilidad α = 0.67; responsabilidad α = 0.83; estabilidad emocional α = 0.83; y apertura α = 0.81 (Caprara et al., 1997).

 

Procedimiento: Los sujetos se examinaron de forma individual en sus hogares y en la Facultad de Deportes de la Universidad de Ljubljana, Eslovenia, durante los años 2001 y 2002. Parte de la información se obtuvo de la investigación “Personalidad y Motivación en Atletas de Élite”, realizado por miembros de la Facultad de Deportes. Los datos se procesaron y evaluaron por medio del paquete estadístico SPSS 8.0. Se emplearon los métodos de estadística descriptiva y análisis de varianza unilateral, así como los tests post-hoc para los análisis de varianza.

Resultados

Fig. 1 Comparación de medias en las dimensiones de la personalidad para todos los grupos.

Leyenda: ––♦–– deportes de alto riesgo

––▪––   deportes convencionales

––▲––  no atletas

La figura 1 muestra las medias de las dimensiones de la personalidad según aparecen en grupos específicos. El orden de los grupos (descendente) es el mismo para las siguientes dimensiones: energía, agradabilidad, responsabilidad, y estabilidad emocional. Las puntuaciones más altas las obtuvieron los AAR, seguidos de los ADC, y finalmente, los NA. Estos últimos también alcanzaron los puntajes más bajos en apertura; pero las calificaciones superiores en esta dimensión las logró el segundo grupo. En el caso de agradabilidad, las diferencias fueron menores. En general, los desacuerdos entre el primer y segundo grupo parecen ser menores que los existentes entre cualquiera de estos y los NA.

La tabla 1 representa las diferencias entre los AAR, los ADC y los NA; varias de estas con significación estadística. Cuatro de cada cinco dimensiones de la personalidad confirmaron presentar las diferencias anteriores en los grupos analizados:energía, responsabilidad, estabilidad emocional y apertura; mientras que en agradabilidad fueron irrelevantes.

El análisis post-hoc de varianza muestra una perspectiva general de los resultados un poco más detallada en la que pueden apreciarse diferencias importantes en la dimensión energía entre los AAR y los NA. Estas diferencias se manifestaron igualmente en responsabilidad y estabilidad emocional. También se mostraron marcados contrastes entre los ADC y los NA en cuanto a la responsabilidad. La apertura, a su vez, indicó discordancias trascendentales entre los ADC y los NA. Con laestabilidad emocional,  siendo las varianzas de los grupos no homogéneas, utilizamos los tests post hoc para las muestras no homogéneas para esta dimensión, específicamente el test Dunnett T3. El test Tukey HSD se empleó para las restantes dimensiones.

Tabla 1. Resultados colectivos del análisis unilateral de varianza

Dimensión  

SS

df

MS

F

p

Energía Entre grupos

En los grupos

Total

389.29

8165.52

8554.82

2

149

151

94.64

54.80

3.55

0.03*

Agradabilidad Entre grupos

En los grupos

Total

37.65

4568.45

4606.10

2

149

151

18.83

30.66

0.61

0.54

Responsabilidad Entre grupos

En los grupos

Total

571.16

5342.10

5913.26

2

149

151

285.58

35.85

7.96

0.00***

Estabilidad emocional Entre grupos

En los grupos

Total

515.91

8554.97

9070.89

2

149

151

257.96

57.42

4.49

0.01**

Apertura Entre grupos

En los grupos

Total

219.00

4757.21

4976.21

2

149

151

109.50

31.93

3.43

0.03**

 Leyenda: SS ––suma de cuadrados, df ––grados de libertad, MS ––cuadrado de la media,

* – diferencias significativas (p< 0.05), ** – diferencias significativas (p< 0.01),

*** – diferencias significativas (p< 0.001).

 

Tabla 2. Resultados del análisis post-hoc de varianza entre grupos.

Dimensión

Par

p

Energía alto riesgo-convencional

alto riesgo-no atletas

convencional-no atletas

0.66

0.03*

0.27

Agradabilidad alto riesgo-convencional

alto riesgo-no atletas

convencional-no atletas

0.99

0.59

0.70

Responsabilidad alto riesgo-convencional

alto riesgo-no atletas

convencional-no atletas

0.68

0.00***

0.02*

Estabilidad emocional alto riesgo-convencional

alto riesgo-no atletas

convencional-no atletas

0.99

0.04*

0.02*

Apertura alto riesgo-convencional

alto riesgo-no atletas

convencional-no atletas

0.77

0.22

0.04*

 Leyenda: * – diferencias significativas (p< 0.05), ** – diferencias significativas (p< 0.01),

*** – diferencias significativas (p< 0.001).

 

Discusión y Conclusiones

Los resultados del presente estudio muestran un mayor grado de estabilidad emocional en los AAR, le siguen los ADC, y, en menor grado, los NA. Los tests post hoc revelaron que existen diferencias importantes en esta dimensión entre los AAR y los NA, al igual que entre los ADC y los NA. Los resultados muestran a los atletas del primer grupo emocionalmente más estables que los del segundo, quienes, a su vez, son más estables que los del tercero. Otros autores coinciden con estos hallazgos (Burnik & Tušak, 1999; Ogilvie & Tutko, 1966; Tušak & Bednarik, 2001; Breivik, 1999a, Goma i Freixanet, 1991). Entonces podemos aceptar la primera hipótesis y afirmar que los AAR son emocionalmente más estables que los ADC y que los NA. Esto implica que los primeros son capaces de controlar sus emociones y permanecer calmados en situaciones riesgosas y ante cambios repentinos; son estables, pacientes, relajados; parecen estar tranquilos y satisfechos; y pueden lidiar positivamente con el estrés. Todas esas características son esenciales por la labor que realizan, de lo contrario, no alcanzarían los más altos niveles. Este efecto puede tomarse como evidencia para la estabilidad emocional al formar parte de un filtro sugerido por Breivik, Johnsen y Augestad (1994). Es difícil imaginarse un/una alpinista que pierda el control de sus emociones cuando el tiempo cambia súbitamente, o un buzo que se inquiete al encontrarse con un pez peligroso. La dimensión estabilidad emocional en los ADC es notable en menor grado, aunque superior que en los NA ––los deportes de élite requieren un gran control emocional, en especial en los períodos competitivos y durante entrenamientos rigurosos. Esto hace que los pequeños contrastes entre ambos grupos no sean realmente importantes. Al comparar los NA con los otros grupos se comprobó que estos tenían menor control emocional; se les puede describir como inestables, impacientes, con frecuencia tensos e insatisfechos, nerviosos, ansiosos, inquietos, y más fácilmente estresados que los otros. Al comparar estos resultados ––obtenidos de la muestra de estandarización eslovaca–– (Caprara et al., 1997) con la población en general los NA alcanzaron puntajes T entre 45 y 49, lo que les confiere a los que participaron en nuestro estudio un nivel promedio de estabilidad emocional.

Una situación similar ocurre con la responsabilidad. Las mayores puntuaciones las obtuvieron los AAR, luego los ADC, y por último los NA. El estudio mostró marcadas diferencias a través del análisis post hoc: ambos grupos de atletas indicaron ser notablemente más responsables que los no atletas. Goma i Freixanet (1991) también reveló que los AAR se ajustan a códigos sociales. Bruner (1969, en Tušak & Tušak, 2001) percibió, al igual que nosotros, que los atletas manifiestan un mayor grado de responsabilidad que los NA, lo que coincide con la segunda hipótesis ––la cual asumimos y declaramos que los AAR son más responsables que los ADC, y lo mismo sucede con ambos grupos con respecto a los NA.

Los AAR son capaces de mantener un control adecuado de las conductas socialmente incorrectas. Según Freud, podríamos decir que su super ego está altamente desarrollado (Hogan & Ones, 1997). Estos atletas pueden tratar a sus colegas y mantener buenas relaciones, son responsables y confiables ––elementos claves de la responsabilidad––, y pueden convivir exitosamente en un grupo que por lo tanto se caracteriza por la unidad. Este último factor puede ser vital en un colectivo donde la vida de sus miembros depende de la confianza mutua. Un alpinista necesita confiar en su compañero (a) y esto solo es posible cuando este (a) sabe que su acompañante es confiable, responsable y espera lo mismo de él/ella. El caso de un motorista de montaña y su asistente es análogo al anterior, el/la primero (a) tiene que confiar en el/la otro (a) para poder recorrer laderas peligrosas sin temer un desperfecto en su vehículo. Las personas responsables son ordenadas, persistentes, laboriosas, decididas, e incansables en el desempeño de su trabajo. Estas características son igualmente útiles para los ADC porque los ayudan a progresar en el entrenamiento y los resultados. En los NA estos rasgos son menos acentuados, por lo que con frecuencia son desordenados, descuidados, y perezosos. La responsabilidad es necesaria para tener éxito en cualquier empresa, suponemos que también es perceptible en altos directivos, artistas, científicos, etc. Los AAR son más extravertidos que los ADC y ambos a su vez que los NA. Es por esto que admitimos la tercera hipótesis.

Nuestra presunción se basa en las puntuaciones obtenidas en la dimensión energía ––superiores en los AAR, los ADC y los NA respectivamente. Se descubrieron diferencias importantes entre estos grupos, en especial entre los AAR y los NA. Los primeros mostraron ser dinámicos y enérgicos, con frecuencia emocionados con los eventos, fuertes, dominantes, valientes,  sociables, comunicativos, e influyentes. Podemos explicar que estas conductas se deben a la gran concentración, sosiego, y serenidad que requiere la práctica de los deportes extremos. Estos atletas con frecuencia se cohíben de la comunicación y el contacto social, privación que tratan de compensar y expresar en su coexistencia diaria. Esta energía y sociabilidad también se manifiesta en menor medida en los ADC; no siendo así con los NA, quienes parecer ser reprimidos, tímidos, introvertidos, tranquilos, recluidos y torpes. Eysenck (1982, en Tušak & Tušak, 2001); O’Sullivan, Zuckerman y Kraft (1998); Burnik & Tušak (1999); Tušak, Burnik & Robič (2001); Breivik (1999b); Goma i Freixanet (1991) y Eysenck, Nias & Cox (1982). Markič (1990, en Tušak & Burnik 1999), Jackson (1976, en Breivik 1999c) y Magni y asociados (1985, en Breivik 1999c) obtuvieron otros resultados sobre la extraversión en los AAR en los cuales los alpinistas se mostraron más introvertidos que la población en general ––lo mismo sucedió en este estudio con la apertura. En la dimensión agradabilidad, los grupos mantuvieron el orden de calificaciones anterior ––AAR, ADC, NA; sin embargo, las diferencias no fueron significativas por lo que debe rechazarse la cuarta hipótesis. Es por esto que no podemos confirmar que los AAR son bondadosos, confiables, afectuosos y amables. Todas estas características deben ser menos obvias en el grupo de los ADC y esperábamos que los NA fueran más estrictos, fríos, poco confiables y antipáticos. No podemos afirmar que los AAR pueden catalogarse como personalidades pro-sociales motivados por el altruismo, el reconocimiento y las compensaciones sociales (Goldberg, 1992, en Graciano & Eisenberg, 1997). En el caso de apertura, al contrario de las otras dimensiones, el orden se invierte ––los puntajes más altos los obtuvieron los ADC, luego los AAR y por último los NA. Podemos concluir que en esta dimensión los ADC son los más creativos, originales, incautos, abiertos a lo novedoso, informados, innovadores e inteligentes; mientras que estas características fueron menos evidentes en los AAR. En el pasado, esta dimensión estaba  relacionada con el estatus social y la expansión informacional y cultural provocó que se le denominara cultura (Tupes & Cristal, 1961, y McCrae & Costa, 1997). Por sus características, debe vincularse totalmente con la motivación, la necesidad de la autenticidad y la búsqueda activa de nuevas experiencias; es por esto que esperábamos que fuera un rasgo dominante en los AAR. He ahí una paradoja peculiar: a los alpinistas se les describió como tímidos, calmados e introvertidos (Markič, 1990, Tušak & Burnik 1999; Jackson ,1976, Breivik 1999c; Magni et al., 1985 & Breivik 1999c), y esta podría ser la razón por la cual obtuvieron tales resultados ––si parecían ser tímidos y calmados, entonces no se esforzaron por revelar sus conocimientos (existentes), creatividad, inteligencia y sensibilidad. La quinta hipótesis también es admisible ––ambos grupos de atletas alcanzaron puntuaciones superiores a los NA en apertura.

http://portal.inder.cu/index.php/recursos-informacionales/traducciones/10027-la-personalidad-en-los-atletas-de-deportes-de-alto-riesgo

Un comentario en “domi La personalidad en los atletas de deportes de alto riesgo

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.