Agentes de policía arremetieron con gases lacrimógenos contra cientos de manifestantes que intentaban acercarse al edificio sede del Parlamento galo, de forma pacífica, ondeando banderas sindicales y disparando bengalas; en apoyo a la vigente huelga laboral del ferrocarril.
Precisamente, este martes se cumplió la primera semana de huelga de los trabajadores ferroviarios franceses, mientras se espera un debate sobre el borrador de la ley que regirá al sector en la Cámara Baja del Parlamento.
Este proyecto de ley dispone la unión del operador ferroviario, Sociedad Nacional de Ferrocarriles (SNCF), con la Red Ferroviaria de Francia (RFF), una alianza que, presuntamente, abriría las puertas a la competencia. Sin embargo, los trabajadores temen que la reforma signifique menos empleos y menos seguridad laboral.
Por su parte, el Gobierno francés sostiene que la reforma es necesaria para crear una estructura ferroviaria más sólida, en momentos en que la nación y otros países de Europa se preparan para una liberalización ferroviaria en gran escala en los próximos años.
Pese a la amenazas de prolongación de la huelga por parte de los sindicatos centrales, el secretario de Transporte, Frédéric Cuvillier, anunció que el Gobierno del presidente François Hollande “está dispuesto a ir hasta el fin” con la reforma.
La Administración francesa pretende aprobar el proyecto de reforma ferroviaria, cuyo principal objetivo es estabilizar la enorme deuda que posee el sector, por un monto aproximado de 59 mil millones de dólares, además de preparar su apertura total a la competencia.
Al respecto, el jefe de la SNCF, Guillaume Pepy, lamentó que la huelga continuada haya provocado una pérdida que ronda los 135 millones 490 mil dólares.
Telemetro
http://www.librered.net/?p=33862