Sintiendo el peligro de otro a distancia: una conexión aparentemente psíquica

El universo está lleno de misterios que desafían nuestro conocimiento actual. La Gran Época recoge historias sobre estos fenómenos extraños para estimular la imaginación y abrir posibilidades previamente insospechadas. ¿Son ciertas? Usted decide. 

Una madre estaba escribiendo una carta a su hija cuando comenzó a sentir una intensa quemazón en su mano derecha, dejando caer la pluma. Menos de una hora después, recibió una llamada telefónica diciéndole que la mano derecha de su hija sufrió graves quemaduras por ácido en un accidente de laboratorio.

Una familia que vive en una granja en el estado de Nueva York comenzó su jornada de trabajo, pero todos volvieron a la casa durante la mañana después de experimentar una sensación extraña. Los ocho miembros de la familia tuvieron un presentimiento intenso, cada uno sin ser conscientes de que los otros sintieron lo mismo. Ese día, en Michigan, uno de los hijos de la familia murió en un accidente.

Una mujer sintió un dolor en el pecho y dijo que su hermana estaba herida. La mujer después se enteró que su hermana estuvo involucrada en un accidente automovilístico en el mismo momento; su pecho había sido aplastado por el volante y murió.

Estas historias van más allá de la empatía. Tienen que ver con sentir el dolor de un ser querido en la distancia, sin el conocimiento consciente de que esa persona está sufriendo. «Incluso cuando se da entre una madre y su hijo, es probable que vaya más allá de la frase cliché ‘La intuición de una madre'», dijo Michael Jawer, investigador interesado en la conexión mente-cuerpo y co-autor, junto con Marc Micozzi, MD, PhD, del libro «La anatomía espiritual de la emoción: Cómo los sentimientos enlazan el cerebro, el cuerpo y el sexto sentido”.

Las dos primeras historias están en los libros del Dr. Larry Dossey «Curando más allá del cuerpo» y «Reinventando la medicina», respectivamente. La tercera fue contada por el fallecido Dr. Ian Stevenson, ex presidente del Departamento de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Virginia, citado por Jawer.

Dr. Dossey llama a estas experiencias eventos telesomáticos. La palabra telesomático viene de las palabras griegas para «el cuerpo distante». Él escribió en «Curación de la mente» que este tipo de eventos suelen ser positivos. Una mujer que siente una sensación de asfixia, por ejemplo, y siente que su hijo se está ahogando puede correr a la piscina a tiempo para salvarlo. A veces, sin embargo, pueden ser perjudiciales. Por ejemplo, a un soldado perdió las piernas en una explosión y las piernas de un ser querido se paralizaron sin razón aparente.

«Ellos no pueden ser obligados a pasar por el laboratorio o que lo sientan bajo una orden», dijo el Dr. Dossey, ya jubilado, pero que sirvió como jefe de personal del Dallas Medical City Hospital. No obstante, dijo, llaman la atención por dos razones: «Primero, son extremadamente comunes; cientos de casos fueron reportados en los últimos decenios, algunos de ellos en las revistas médicas. … En segundo lugar, estos casos muestran una consistencia interna que llama la atención. Casi siempre tienen lugar entre personas que comparten lazos amorosos y empáticos como padres e hijos, cónyuges, hermanos, amantes».

«El meollo de todo esto, lo que me parece más fascinante, es el papel de la emoción», dijo Jawer en un correo electrónico a La Gran Época. «Parece que la sensación que irrumpe en la conciencia en estos casos está casi siempre ligada a un sentimiento profundo, una conexión con otra persona. A menudo es un miembro inmediato de la familia, un amigo cercano, o un animal doméstico».

El psiquiatra Dr. Bernard Beitman tuvo una experiencia personal de este fenómeno, y acuñó el término simulpatía para describirlo. Sintió que se asfixiaba, inexplicablemente, sólo para descubrir más tarde que su padre se estaba ahogando al mismo tiempo a miles de kilómetros de distancia. El Dr. Beitman se graduó de la Escuela de Medicina de Yale y de la Universidad de Stanford y fue el presidente del departamento de psiquiatría de la Universidad de Missouri-Columbia. Ahora está trabajando para establecer los Estudios transdiciplinarios de coincidencias.

El primer paso en la formación de un método claro de estudio es la creación de una taxonomía, dijo. Una de las categorías de coincidencias que demarcó es la sincronicidad. Señaló que la simulpatía es una subcategoría de la sincronicidad. Explicó que ésta significa literalmente «moviéndose juntos en el tiempo». Es «la sorpresa que se produce cuando un pensamiento en la mente se refleja en un evento externo con el que no se tiene ninguna conexión causal aparente».

El Dr. Beitman conjetura acerca de lo que él llama una psycósfera. «La psycósfera es algo así como nuestra atmósfera, está alrededor de nosotros y en un flujo dinámico con nosotros. Respiramos oxígeno y nitrógeno y vapor de agua, y exhalamos dióxido de carbono, nitrógeno y más vapores de agua. Recibimos información energética de la psycósfera y liberamos energía-información en ella. Nuestros pensamientos y emociones contribuyen a la psycósfera y nuestros pensamientos y emociones se ven influidos por ella».

Él está observando la energía física que los seres humanos emiten y qué tipo de receptores podemos tener para la recoger esta energía.

Jawer explicó que el veterinario Michael Fox, ex autor de una columna publicada nacionalmente, habló de la «empatósfera». Fox la describió como «un reino universal de sentimiento que trasciende el espacio y el tiempo».

«Mi fuerte sospecha es que el cuerpo y la mente son uno, y están mediados por la emoción», dijo Jawer. «La empatósfera … nos permitiría llegar de manera efectiva al otro cuando estamos en dificultades –más aún cuando tenemos una conexión cercana o familiar».

http://www.lagranepoca.com/32629-sintiendo-peligro-otro-distancia-una-conexion-aparentemente-psiquica

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