domi Ciencia y política. PODEMOS, Europa y los transgénicos

Recientemente España se ha sorprendido al ver que PODEMOS, un nuevo partido englobado en la izquierda política, ha sacado unos resultados poco esperados en nuestras elecciones al parlamento europeo. Las preguntas no han cesado desde ese momento, dado que muy poca gente sabe realmente qué propuestas plantea dicho partido, y mucho menos dentro del terreno científico.

Pablo Echenique-Robba

No obstante, ha llamado mucho la atención que Pablo Echenique-Robba, doctor en física y científico titular del CSIC, sea uno de los cinco parlamentarios elegidos. Con este currículum, era de esperar que algún medio científico especializado le hiciera una entrevista al nuevo eurodiputado, preguntándole principalmente por su postura dentro del terreno científico. Finalmente esa entrevista la ha realizado Materia, y podéis encontrarla en la referencia número [1].

Lo primero que me ha llamado la atención en la entrevista es su postura frente a la ciencia española, y no puedo dejar de sentir alegría al saber que un científico cualificado irá a Bruselas con la intención de que España pueda converger con la media europea de gasto en I+D, es decir, pasar del 0,5% del PIB en al 2%.

No obstante, mi preocupación con las posturas de Pablo han llegado con los transgénicos. Es obvio que PODEMOS es un partido que, sin una justificación clara en su programa electoral, se opone ferozmente al uso de las tecnologías ligadas a la transgénesis, llegando a proponer en su programa cosas como la declaración del territorio de la UE libre de transgénicos [2].

Por ello, cuando en la entrevista le preguntan a Pablo si su partido está en contra de los transgénicos, no es de extrañar que su respuesta sea sí. Lo que me ha preocupado es que Pablo Echenique-Robba realmente sí que sabe lo que es un transgénico, y es consciente de que todos los argumentos usados en su contra que involucran problemas medioambientales o de salud pública son falsos. Y a pesar de ello, en su entrevista, dice lo siguiente

Entrevistador:

¿Su partido está en contra de los transgénicos?

Pablo: Sí, en el programa lo llevamos. Obviamente como científico no estoy en contra de los transgénicos per se. Es como la energía atómica, no es ni buena ni mala, sino que depende de para qué la uses. A día de hoy, los transgénicos están bajo el control de unas cuantas multinacionales que tienen un poder muy elevado. Imponen sus condiciones sobre pequeños campesinos. Gente que no tiene poder de negociación para decir qué cultiva, cómo, cuándo, a qué coste y de qué manera. No he tenido el tiempo suficiente de discutir el tema con mis compañeros de partido y estoy seguro de que habrá gente desinformada que piense que son malos per se. Ya me encargaré yo de convencerles de que no. Por un lado, habrá gente que rechace los transgénicos de una manera intuitiva, como algo malo que hace el sistema para alterar la naturaleza y jugar a ser dios, lo que a mí me parece absurdo. Pero por otro lado habrá gente más instruida que cuando piense en transgénicos no pensará que jugamos a ser dios, sino que pensará en Monsanto.

Entrevistador: ¿Entonces usted votaría que se prohibiesen los transgénicos en Europa?

Pablo: Hasta que dejen de ser un monopolio de unas cuantas multinacionales que se comportan muy mal, sí. Cuando deje de ser así, se revierte la prohibición y se usan para el beneficio de la gente.

Es decir, Pablo Echenique-Robba está a favor de la prohibición de los transgénicos solamente porque hay empresas dentro del sector alimentario (recordemos que los transgénicos no son sinónimos de alimentación) que ejercen ciertas medidas monopolistas.

Mi opinión al respecto, como científico que opina que la conciencia también debe imperar en toda decisión científico-técnica, es que prohibir una tecnología porque hay cierto grado de monopolio es algo que nos aboga a la estupidez colectiva. ¿Por qué nadie prohibió la telefonía móvil cuando solo la controlaban un par de empresas? Es más, actualmente hay más empresas que comercializan transgénicos que empresas que ofrecen telefonía móvil. Lo que un buen científico (y un buen legislador) tendría que hacer es imponer regulaciones que protejan al agricultor y favorezcan la libre innovación.

No obstante, la única persona electa dentro de PODEMOS que sabe qué es un transgénico prefiere hablar de prohibición. Me gustaría entonces saber si Echenique votará la prohibición de toda la insulina que consumen los diabéticos europeos, ya que es transgénica. También me gustaría saber si habría que parar todas las investigaciones públicas que se hacen para reducir el impacto ambiental de pesticidas usando transgénicos, o si obligará a cerrar Pymes como ABBA Gaia, la cual descontamina suelos de metales pesados usando plantas de Nicotiana glauca mejoradas genéticamente [3]. También me gustaría saber si cerrará todos los centros públicos que investigan cómo aplicar transgénicos en nuestra sociedad, porque a pesar de lo que Pablo Echenique-Robba dice en su entrevista, los transgénicos no son un monopolio. Hay empresas que sí que tienen mucho poder dentro del mercado, pero mucho menos del que tiene un gran banco sobre la economía de un país. La respuesta de Echenique ante esta situación, supongo, también será la de prohibir la banca.

No obstante, Pablo se muestra bastante optimista sobre intentar convencer a sus compañeros de partido. Dice que intentará hacerles ver que los transgénicos no son malos, que hay que prohibirlos pero que los únicos culpables son los de Monsanto. Paseando por el programa electoral de PODEMOS me he encontrado frases que no me hacen compartir su optimismo, como por ejemplo <estricto control del uso de plaguicidas y de los abonos no orgánicos>, o la frase más desconcertante de todas, <erradicación de los químicos de síntesis>. ¿Erradicación de los químicos de síntesis? Con esa frase se puede prohibir hasta el detergente con el que lavo mi ropa.

La gente que ha redactado el programa de PODEMOS desconoce algunos conceptos básicos de actualidad científica cómo producto químico, transgénico o plaguicida. Y lo que es más importante, la gente que está dentro del partido comparte la gran mayoría de los postulados del programa electoral, y de hecho muchos se muestran contrarios a la experimentación animal. Mi experiencia intentando divulgar ciencia en grupos contrarios a la experimentación animal [4] y en grupos antitransgénicos [5], se ha traducido en numerosas amenazas de muerte y fotografías mías con la palabra asesino en la frente.

Como conclusión, los científicos creemos que hace falta gente con formación científica legislando en el parlamento, idea que comparto casi en su totalidad. Lo que además creo que hace falta es que esos científicos sepan que legislar no es sinónimo de prohibir.

Ciencia y política. PODEMOS, Europa y los transgénicos

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