El otro día leí que Maliki, primer ministro iraquí hasta hace unos días, había amasado una fortuna superior a ningún otro dictador hasta la fecha ¡en sólo 8 años!
Jordi Pujol, patriarca de la nación catalana, parece que ha robado 60.000 millones.
Juan Carlos, “rey de España”, como poco se ha embolsado 50.000 millones.
Y así podríamos seguir desde cada alcalde, cada presidente de comunidad autónoma, cada consejero, con los Bush, la familia real británica…
Hace falta pararse un segundo y recapacitar para ver “la película” con un poco de distanciamiento y poder así emitir un juicio sobre lo que estamos viendo.
Hasta ahora nos habían contado que la corrupción es un hecho puntual, dentro de un “sistema democrático”, pero cuanto más afloran las pruebas, más nos damos cuenta de que no es un hecho puntual sino una manera de manejarse.
La realidad es que el proceso de selección democrático lleva al poder a los individuos más miserables de la sociedad, los más mentirosos y manipuladores, que callarán ante la mentira sobre la que se levanta el edificio (la fabricación privada del dinero por parte de los hijos de Yahvé) a cambio, y esto es lo importante, DE QUE PUEDAN ROBAR TODO LO QUE QUIERAN.
Esta es la clave. Siempre que no levanten la liebre sobre la mentira del sistema, los políticos y jefes de estado tienen vía libre para robar todo lo que quieran y contravenir las normas que ellos mismos hacen cumplir a los demás.
Esta es la única ley sobre la que se levanta el Sistema y el que lo niegue, ante tantas evidencias, es un colaborador de los corruptos.
Nada nuevo ni trascendental en este post de Rafapal… Denuncias que todos sabemos y de la cual, hemos sido cómplices directos e indirectos del sistema.
La mayoría codicia ese poder, otros trabajamos para independizarnos de él, y crear consciencia de que es posible liberarnos, con propuestas de sentido común y aunados en consciencia colectiva ( colmena ).
Ante la gran cantidad de evidencias, como que la democracia representativa es permeable a la actividad mafiosa, la que llega a las más altas instancias del poder concentrado, ejemplo que corrompe a subordinados, incluyendo a buena parte de la población.
Existen casos en que gente honesta accede a ciertos cargos públicos pero no tardan en ser marginados y hasta cesados en sus funciones. Excepciones a la regla si gente honesta y eficiente llega a cumple su período de funciones en la democracia representativa, posibilidad que se diluye con la monarquía.
Sea por la vía mencionada, la de que el poder concentrado corrompe y hasta de que es posible incida el control mental, lo cierto es que en el poder concentrado se dan los grandes robos, despilfarros, reveses, mentiras, traiciones, maldades, marionetas, impunidad, etc.
A falta de democracia directa, lo que podría servir como correctivo al sistema con efectos adversos al pueblo soberano, es la inclusión en la ley de que las más altas instancias en el poder delegado se sometan a una periódica revisión de sus auras con la fotografía Kirlian, al detector de mentiras o una revisión psicológica por parte de profesionales, casos que por obvias razones no se llevan a efecto. En fin, realidades inamovibles en transición.