La salud del Borbón, la imputación de su hija Cristina, inician un 2014 en el que se intensificará el proceso audestructivo del Estado español.

Los primeros días de 2014 parecen dar la razón a un Cánovas del Castillo cuando afirmaba, tras el desastre de 1898, que era español quien no podía ser otra cosa. Veamos. Un Borbóndecrépito, una Cristina Borbón imputada, un Felipe Borbón mudo, un Rajoy mentiroso compulsivo, un Rubalcaba florero, un parlamento mero eco de la autoridad competente (Botín and cía, por supuesto) y unos medios de comunicación donde compiten las voces de un mismo amo bancario. Es la imagen de una marca España que es como suelen denominar los pijos de la Moncloa a los muy oscuros interes a los que sirven como el recién descubrierto deSacyr en Panamá. Los titubeos, mala pronunciación y largas paradas en la lectura de un texto retórico por la cabeza del Estado son como una radiografía exacta de la irreversible crisis del Estado español. Las múltiples mentiras oficiales, una a una, van a estallar como un búmeran como acaba de estallar la imagen oficial en la imagen real del Borbón.
La imputación de Cristina Borbón abre un proceso histórico análogo al iniciado en 1923 por el expediente del general Picasso que implicaba a un Alfonso XIII que , sólo ocho años después, se vería expulsado del territorio español. Si entonces la Corona frenó el escándalo mediante la dictadura de Primo de Rivera, ahora la muy sistemática presión de la Zarzuela no ha podido doblegar ni siquiera el pulso judicial al magistrado Castro. Se ha levantado la veda sobre los Borbones. Tanto si se sienta en el banquillo de los acusados, puede evitarlo con el precedente Botín creado por Zapatero para que el Santander condonara la deuda de Ferraz, como si no se sentase, la familia real impuesta hace ahora tres siglos a los españoles empieza a subir el Gólgota trescientos años después. Que la hija y el yerno del Jefe del Estado sean acusados de graves delitos económicos, en medio de la planificada liquidación de las clases medias, va a tener consecuencias nada deseadas para los zarzueleros.
No deja de ser sintomático que estas últimas noticias borbónicas coincidan con una Pascua Militar de unas Fuerzas Armadas con tan sólo un 10% de sus efectivos preparados para una intervención. No hay presupuesto para los aviones, barcos y tanques; únicamente para una camuflada reconversión policial territorial de las funciones miltares ajenas por completo a las tareas de orden público. La gran interrogante en los círculos afectados es el futuro del 90% de las unidades dirigidas por ese mercader de armas que es el ministro Morenés. Quienes ayer compraron el armamento que no se necesitaba en función de las comisiones, véase la relación de titulares de la Defensa, han dejado una deuda de más de 30.000 millones de euros que hoy se cargan sobre las víctimas uniformadas de los negociantes de la guerra. Si es bastante grave que hayamos perdido la soberanía económica, no puede serlo menos el casi abandono de la Defensa Nacional en un contexto de rearme internacional.
Esta progresiva autodestrucción del Estado español, alentada por un catetoneoliberalismo que defiende incluso la superación del interés nacional, corre el riesgo de desembocar en la autodestrucción de España. Con una economía hundida, una Corona arrastrada por los suelos, un gobierno tan sobrecogido como sobrecogedor de Bárcenas, unas Cortes donde se sientan tantos corruptos como cómplices de la corrupción y un Ejército de Pancho Villa , España camina con pasos de siete leguas hacia el nivel de los países coloniales. Desde Suárez a Rajoy, pasando por Calvo Sotelo, González, Aznar y Zapatero, la desigualdad social se ha multiplicado. Según informes de la Unión Europea, el mismo banquero español que en 1976 ganaba ocho veces más que un empleado medio, gana en 2014 cuarenta y cuatro veces más. Esos números resumen por qué y para quién se hizo la transición como se hizo. No es casual que los españoles vuelvan a escuchar el grito oído en la II República: Comed democracia.

http://www.eldesconcierto.es/la-autodestruccion-de-espana/