Saintes-Maries-de-la-Mer, el ‘Saint Marys del Mar’, es un pequeño pueblo de pescadores situado en la costa centro-sur de Francia mediterránea en la región de Camargue de Bouches-du-Rhone. Las excavaciones arqueológicas y leyendas locales indican que el sitio ha sido venerado como un lugar sagrado por una sucesión de culturas, incluyendo los celtas, los romanos, los cristianos, y más recientemente, los gitanos de Rumania. Una vez que un sitio sagrado de la diosa del agua triple céltica, el santo de primavera era conocido como Oppidum Priscum Ra. Sustituida por un templo romano dedicado a Mitra en el siglo cuarto antes de Cristo, el sitio fue posteriormente tomada por los cristianos. Las fuentes históricas mencionan una iglesia del siglo noveno, pero muy poco se sabe de la historia de la ciudad antes del siglo 14 debido a su ubicación remota. Tampoco se sabe con precisión cuándo y por qué la iglesia local se convirtió en el lugar más sagrado de los gitanos en algún momento después de su llegada a Europa a principios de 1400.

Que data de mediados del siglo 12, la iglesia románica fortificada consagra tres estatuas de madera, a sí mismos de menor edad, que toque a la temprana santidad cristiana del sitio. Según una leyenda local, después de la resurrección de Cristo, María Magdalena, María Salomé, María Jacobe, Lázaro y algunos otros discípulos se vieron obligados, en el 45 dC, a huir de la Tierra Santa en barco. Después de un peligroso viaje a través del Mar Mediterráneo, el barco finalmente aterrizó cerca de la actual población de Saintes-Maries-de-la-Mer, donde los pasajeros desembarcaron.¿Y ahora qué pasó con los pasajeros no se especifica en la leyenda, pero dos de ellos, Marie-Salomé y María Jacobe, se convirtió, con el tiempo, objetos de veneración para la población local. La iglesia, sin embargo, consagra tres imágenes, la adicional primera bienestar de Sara-la-Kali, cuyo origen e identidad son bastante misterioso.Los gitanos que se agolpa a adorarla cada uno puede creer que Sara han sido una poderosa reina local, que dio la bienvenida a los viajeros cansados ​​de la Tierra Santa, mientras que otras fuentes sugieren que puede haber sido una diosa pagana antigua o una mujer egipcia negro que era el siervo de La madre de Cristo María. Cualquiera que sea la explicación, las tres estatuas femeninas son el tema de la fascinantePélerinage des Gitans , o «peregrinación de los gitanos ‘, que se celebra cada año el 24 de mayo y el 25.

Durante las semanas previas al festival, muchos miles de gitanos acuden a la pequeña aldea de todos los rincones de Europa. Es un momento de mucha celebración, de la danza y la fiesta. Los gitanos, siendo un pueblo sin hogar y errantes, ven a la fiesta como un momento de culto religioso y también como un tiempo para visitar a amigos y familiares a los que no han visto desde festivales anteriores. En la tarde del día 24 la iglesia se llena de peregrinos y rodeado de miles más. Han venido a presenciar la llegada de los santos. Primero, las estatuas de las dos Marías, almacenados en una caja antigua que contiene otras reliquias, se bajan de su lugar de almacenamiento de alta en la iglesia. A medida que el relicario desciende lentamente, la multitud de peregrinos, superar con fervor religioso, llega hasta sus manos, aun sosteniendo bebés en condiciones de plena competencia, en la creencia de que entre en contacto con las reliquias antes de que lleguen al suelo es recibir una curación maravillosa y protección de la desgracia.

Después de las estatuas de los dos de María han sido revelados, la estatua de Sara se sacó de una cripta subterránea. Llevado en los hombros de los gitanos y acompañado por los peregrinos bulliciosos, Sara se toma en una procesión hasta el mar. Regresó a la iglesia, Sara y los dos de María son venerados en toda la noche por los muchos peregrinos que pasan por el santuario. A la mañana siguiente, el 25 de mayo, las estatuas de los dos de María se colocan en un barco y luego tomada en una procesión grande y colorido para y en el mar. Por la tarde una ceremonia de despedida se le da a los santos, los gitanos comienzan a salir, y el pueblo de Saintes-Maries-de-la-Mer se instala de nuevo a su vida tranquila.

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