Ángela Oramas Camero
Una magistral conferencia ofreció René González Barrios (1) en el Centro Cultural Dulce María Loynaz, basada en la investigación de su más reciente título Un Maine detenido en el tiempo, La Base Naval de Estados Unidos en la bahía de Guantánamo, publicado por la Casa Editorial Verde Olivo, en ocasión de cumplir ciento quince años el obsoleto enclave en tierra cubana.
González Barrios, investigador e historiador, y presidente del Instituto del Historia, durante su intervención calificó de absurdo jurídico, estratégico y político la base naval de Estados Unidos en la bahía de Guantánamo, cuya instalación es la más antigua de ese país en ultramar y la única establecida en Cuba, con quien el gobierno de Estados Unidos no mantiene relaciones diplomáticas desde hace más de medio siglo.
“Es un Maine detenido en el tiempo y puñal herrumbroso, clavado en lo más hondo del sentimiento de una nación, sin otra finalidad que la de humillar a sus hijos y mantener latente un foco de tensiones. Pues la base naval de Estados Unidos en territorio cubano significa magnífico pretexto de agresión contra la Isla.”
Recordó el orador que por inescrupulosa e ilegal imposición política, el enclave perdura desde el 10 de diciembre de 1903, sin acuerdo de una fecha para la devolución del territorio ocupado al pueblo cubano, lo que a su modo de ver tendría un final solo por la vía de la diplomacia, la voluntad y racionalidad.
“La historia de la presencia de los marines norteamericanos en Guantánamo es amarga: destila putrefacción e ignominia desde 1898, cuando dieron los primeros pasos en el los combates por la ocupación de la bahía. Desmanes, abusos, altercados entre ellos o con los cubanos, vicios, corrupción y asesinatos, son las remembranzas latentes sobre el territorio ocupado”, enfatizó González Barrios.
En otro momento de su plática, puso de ejemplo la alerta de Juan Gualberto Gómez, quien advirtió que el establecimiento de estaciones navales y carboneras, era una mutilación del territorio patrio y una amenaza constante a nuestra paz interna, cuya aseveración irritó al entonces general Leonardo Wood, gobernador militar de Cuba a tal punto que calificó de “degenerados a los constituyentes cubanos” y de “negrito de hedionda reputación” al patriota Juan Gualberto Gómez.
“De la Base han partido múltiples agresiones contra el territorio nacional y países vecinos, antes y después del triunfo de la Revolución, el 1º de enero de 1959. Ella priva a Cuba, en primer lugar, de la soberanía de una parte del país y por otra, del disfrute de una de las más amplias bahías del mundo, así como del desarrollo económico que su explotación representaría para la región oriental de la isla.”
Señalo González Barrios que la razón inicial del uso de la base, como base carbonera, dejó de serlo hace mucho tiempo, como tampoco allí se realizan los grandes ejercicios regionales de carácter militar, mientras que en 1995 cesó la actividad del Grupo de Entrenamiento de la Flota, retirado a la estación naval de Mayport, Florida. Es por todo ello que la importancia estratégica quedó relegada a un segundo plano.
A continuación el conferencista abordó el nuevo multiuso que tiene la Base Naval, en particular con la prisión para presuntos terroristas, reconocida y repudiada internacionalmente como centro de torturas y violación de los derechos humanos. Al respecto subrayó que el 8 de enero de 2002, Estados Unidos informó a Cuba, oficialmente, del uso como prisión de la Base Naval de Guantánamo, donde días después la cifra de los encarcelados ascendió a setecientos setentaiséis. La base fue convertida en terrible campo de torturas.
“Entretanto, las autoridades norteamericanas han convertido los campamentos de prisioneros en destino turístico, a partir del año 2004 cuando fueron visitados por Miss Universo Jennifer Hawkins de Australia y Shandi Finnesse, Miss Estados Unidos” , acotó el investigador e historiador y añadió: “En marzo de 2009 la entonces United Stated Organization invitó a la venezolana Dayana Mendoza y a la estadounidense Crystle Stewart, Miss Universo y Miss Estados Unidos 2008, respectivamente, a un tour de dos semanas para “entretener” a los soldados destacados en la Base.
Asimismo, relató otros hechos que han provocado indignación y dolor al pueblo de Cuba, como el asesinado del joven solado de la Brigada Fronteriza, Luis Ramírez López, el 21 de mayo de 1966, cuando fue derribado por un disparo efectuado desde la Base Naval.
Textualmente puntualizó: “Solo el valor, inteligencia, y ecuanimidad de las autoridades y pueblo cubanos, ha evitado caer en el juego diabólico de las provocaciones y encender la mecha de la guerra (…) Para nuestra patria la presencia de ese enclave estadounidense significa un constante peligro en la defensa nacional por razones obvias.”
Al término de la conferencia, Barrios González respondió varias preguntas de los asistentes y entre ellas si se conocía alguna opinión reciente de la parte estadounidense acerca de la permanencia o no de la Base en territorio cubano, y fue por ello que citó el pensamiento del periodista Herbert L. Mathews del New York Times, quien en su libro The Cuban Story (1961), afirmó: “Más tarde o más temprano vamos a tener que renunciar a la base naval de Guantánamo porque en el mundo moderno no es posible mantener indefinidamente una base militar en un país extranjero en contra de los deseos del pueblo de ese país.”
De acuerdo con el presidente del Instituto de Historia de Cuba “el 17 de febrero de 1993 militares cubanos y estadounidenses comenzaron a sostener encuentros en los límites de la Base, en la llamada Línea Blanca. Aquellas conversaciones bilaterales se desarrollaron en un clima donde primó respeto y sentido común, y propiciaron la introducción de medidas para el fomento de la confianza y de un clima político más distendido.
Añadió que altos jefes militares estadounidense, de manera responsable y argumentada, han manifestado reiteradamente que Cuba no constituye una amenaza a la seguridad nacional de su país y que el territorio ocupado debe ser devuelto.
González Barrios recordó que en noviembre de 2008, en ocasión de la visita a Cuba del actor estadounidense Sean Penn, el general de ejército Raúl Castro Ruz resaltó que con la entrega de la Base Naval de Guantánamo, Estados Unidos repararía años de afrenta y daría un paso cuerdo y sólido en la rehabilitación de las relaciones hemisféricas, pues “sería una de las mejores medidas para propiciar la confianza con América Latina”.
Ante la pregunta sobre la afectación ecología en el área ocupada por la base, tercera en extensión en Cuba, donde se halla el treinta por ciento de la diversidad de flora y fauna, incluidas especies endémicas, tiene lugar en la actualidad un profundo daño ambiental, preciso González Barrios e informó que la iguana rocallosa, que habita solo en ese territorio cubano, la están exportando a Estados Unidos para su reproducción en cautiverio en La Florida y Puerto Rico.
Nota
(1) René González Barrio (Pinar del Río, 1961) es autor de las siguientes obras: En el mayor silencio; Almas sin fronteras; Generales Extranjeros en el Ejército Libertador; Los Capitanes Generales en Cuba: 1868-1878; Cruzada de Libertad. Venezuela por Cuba; coautor de El diferendo histórico bilateral entre Cuba y Estados Unidos, y El ejército español en Cuba: 1868-1878.
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Guantánamo, el Gibraltar de Cuba.