No tengo la menor duda de que la Tierra está evolucionando espiritualmente. Las personas están experimentando intensos cambios en sus vidas, en sus trabajos, en sus relaciones personales. Muchos están despertando a un ritmo que solo puede ser descrito como excepcional pero, ¿cómo sabemos si realmente estamos despertando?
Aquí les mostramos 25 características comunes que puede encontrar en sí mismo y en los demás.
- En ocasiones los lugares públicos, con la gente nerviosa y abrumada, nos sienta realmente mal. Intentamos huir a sitios donde podamos encontrarnos más solitarios. Eso es debido a que la influencia social amortigua nuestra fuerza y sabiduría innatas.
- Empezamos a sentirnos con una conciencia de unidad. Estamos unidos a todo.
- Nosotros sabemos cosas sin entenderlas intelectualmente y en ocasiones nuestros sueños se vuelven precognitivos para alcanzar finalmente esa precognición en nuestros pensamientos conscientes.
- Reconocemos nuestra imperfección y lo hermoso que es esa imperfección en nuestro ser. Gracias a ello somos únicos y dejamos de formar parte del rebaño de roles impuestos.
- Cada vez vemos menos la televisión y los medios de la corriente principal, incluyendo periódicos y algunas películas de Hollywood desagradables.
- Poco a poco dejamos de tener apego a nuestras cosas materiales y empezamos a querernos a nosotros mismos.
- Empezamos a reconocer ciertas señales que nos dan la clave de la verdad que nos ocultan.
- Nos volvemos más empáticos de lo normal e incluso algunas enfermedades las cogemos por empatía con algunas personas. Este problema puede solucionarse conectándonos a la Tierra emocionalmente, como por ejemplo andando descalzo, sobre un césped. De este modo fortalecemos los chakras.
- Dejamos de odiar a las personas que son muy Matrix y empezamos a sentir compasión por ellos.
- No sentimos la necesidad de despertar a cada persona que vemos. Descubres que eres un misionero.
- Aprendemos a defendernos de los vampiros energéticos que curiosamente vienen a nosotros como la luz atrae a los insectos. Así que tenemos que ser más vigilantes con nosotros mismos.
- Nos volvemos curanderos de nosotros mismos utilizando las antiguas tradiciones de sanación, alimentos naturales, hierbas o medicina holística en sus diversas formas.
- Empiezas a padecer el Efecto Copérnico, que al igual que todo el mundo decía que estaba equivocado, él estaba convencido de que estaba en lo cierto, como así fue.
- Nos volvemos más creativos: cantamos, pintamos, escribimos… Nuestra imaginación se agudiza.
- Aceptamos las experiencias buenas y malas y aprendemos de ellas.
- Descubrimos que la energía del amor está en todas partes, lo impregna todo y es infinita.
- Necesitamos más soledad que la media de las personas.
- Podríamos aburrirnos con facilidad, pero nos volvemos realmente buenos en entretenernos a nosotros mismos.
- Cada vez nos cuesta más hacer las cosas que no queremos hacer.
- Nos obsesiona encontrar la verdad y la luz.
- Empezamos a elevar nuestra conciencia y perdemos ciertos miedos que antes nos parecían normales.
- Perdemos la percepción del tiempo. En ocasiones, un día lo sentimos como un minuto y una semana como un día.
- Aborrecemos la rutina.
- Solemos estar en desacuerdo con la autoridad (por razones obvias). Algunas personas lo llaman la anarquía o la rebelión.
- Estamos a gusto con las personas amables e intentamos alejarnos o estar poco tiempo con los egoístas y groseros así como las personas que están obsesionadas con ellas mismas, personas que son insensibles a los sentimientos o puntos de vista de otras personas.
Artículo de: Josh Richardson (bloguero, sanador y un perseguidor constante de la conciencia humana).