Su progreso total en el sendero depende de su actitud por apropiarse de las enseñanzas.
Sólo cuando transmutamos las lecciones de los planos internos en conocimientos prácticos, se convierten en parte de nuestra propia experiencia y dejan de ser teóricos.La expansión de conciencia debe ser una experiencia práctica cada vez más creciente.Las teorías no tienen valor alguno hasta no convertirlas en hechos.De ahí la importancia de meditar sobre un ideal.
Durante la meditación nuestros pensamientos vibran momentáneamente de acuerdo a la medida del concepto, y con el tiempo esa vibración se hará presente.Aquellos que inician el entrenamiento esotérico con ojos abiertos, deben en realidad tener muy en cuenta lo que cuesta.La comprensión final es grande, pero el sendero es áspero y el verdadero esoterísta lo recorre solo.
La capacidad de mantenerse aislado, de asumir responsabilidad y luego, sin ayuda, valerse por sí mismo y desafiar el mal por amor al bien logrado, es la características del Hermano Blanco.
Prepárense para enfrentar la soledad, para evitar lo peligros de la formación de un carácter ofuscado y sombrío y para dedicar la vida sin recompensas personales.Sólo a medida que se expande la conciencia y se encuentra la verdadera ubicación en la totalidad cósmica, la compensación es evidente; pero no teman, y sepan que la personalidad es sólo temporaria, y no importa que sufra.Algún bien alcanzado para la Hermandad universal, alguna ley explicada y demostrada en la vida diaria, quizás harán decir al maestro oportunamente (después que todo haya terminado):
¡Bien hecho!
Miren siempre adelante.No se desvíen a la derecha ni a la izquierda.El sendero conduce hacia arriba, a una mayor rapidez de vibración y de sensibilidad.Busquen el punto de equilibrio en su trabajo y manténgalo, porque los años suponen mucho trabajo, presión y sufrimiento.